HBN. Según los datos proporcionados por el INE (Instituto Nacional de Estadística), el pasado año 2019 sirvió para mantener a Córdoba como ciudad líder en relación al número de visitas turísticas y pernoctaciones dentro del grupo de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
Córdoba, Patrimonio de la Humanidad, encabeza una lista de lugares emblemáticos ocupados por Ávila, Cáceres, Mérida, Santiago de Compostela, Cuenca, Segovia, Alcalá de Henares, Toledo, Úbeda y Baeza en relación a los turistas alojados en hoteles, hostales y pensiones. No es de extrañar esta posición ni tampoco la cantidad de visitas que recibe cada año, puesto que Córdoba guarda encantos que enamoran a todo tipo de turista.
Una visita a Córdoba para entender este liderazgo
Lógicamente, hasta que no se llega a esta ciudad y se pasea por sus calles, hasta que no se visitan sus monumentos, se prueba su gastronomía y se charla con sus ciudadanos, no se va a comprender en toda su dimensión lo acertado de esta posición de liderazgo en el mundo del turismo nacional.
En la ruta perfecta por Córdoba hay lugares emblemáticos que no se pueden obviar. Pero si estas rutas se hacen con la compañía de un experto, con alguien de la zona que conozca la historia y el arte, los secretos, detalles y anécdotas de lo que se observa, se toca o se pisa, la visita será mucho más completa e interesante.
Se puede planificar una de estas visitas guiadas en Córdoba contactando con artencordoba, una agencia especializada en este tipo de tours culturales en los que el guía es un licenciado en Historia e Historia del Arte. Con ellos, la experiencia de la visita a Córdoba será mucho más educativa, por lo que es una magnífica opción para aquellos que disfrutan de los conocimientos y quieren aprender más de los lugares que visitan.
No será lo mismo visitar la siguiente lista que se va a presentar en este artículo en soledad que con la compañía de un experto, como cabe suponer.
La Mezquita de Córdoba
Monumento emblemático no solo de esta ciudad, sino de España entera. Junto a la Alhambra granadina, son los dos máximos exponentes de la arquitectura andalusí. Este emblema del arte de los Omeya del reino hispanomusulmán comenzó a construirse en el siglo VIII, transformándose a lo largo del tiempo hasta el siglo XVI, cuando adquirió el aspecto que tiene en la actualidad.
La Judería
El paseo por las calles del barrio de la judería es un imprescindible en la visita a Córdoba. Este barrio, que fue habitado por los judíos en los siglos del X al XV, mantiene esa fragancia a flores y frescura, a lo largo de los años, que invitan al paseo. En este tranquilo caminar es necesario pasar por la calleja de las flores, entrar en la Sinagoga y contemplar la estatua del Rabino, médico, filósofo y astrónomo Mainónides.
El Puente Romano
Tras salir de la Mezquita de Córdoba y tras atravesar la Puerta de San Rafael, se llega a su famoso Puente Romano. Esta magnífica y sólida estructura se mantiene intacta desde el siglo I y se superpone al mismísimo río Guadalquivir. Desde este puente, se puede contemplar la reserva natural de los Sotos de la Albolafia, ecosistema natural que sirve de hogar a más de 120 especies de aves, algunas en peligro de extinción.
El Alcázar de los Reyes Cristianos
Este conjunto arquitectónico sorprende por su extraordinaria belleza. Su construcción combina el estilo mudéjar del siglo XIV con unos cuidados jardines que parecen sacados de un sueño. Posiblemente, los más bonitos de una ciudad que destaca por sus muchos y cuidados jardines.
La Plaza de la Corredera
Sin lugar a dudas, la plaza más importante de Córdoba. Se trata de una plaza cuadricular con una fachada homogénea de tonos amarillos, rojos y verdes en sus pórticos. Es el mejor lugar para vivir la idiosincrasia cordobesa y tomar una cerveza al sol.
El Palacio de Viana
Entre antiguas casas de vecinos y palacios con profusión de detalles, se ubica el barrio Santa Marina, que es de los más bonitos de la ciudad. En concreto, en sus calles se encuentra el Palacio de Viana, una de las mejores muestras de casas solariegas clásicas de la nobleza cordobesa que deslumbrará a sus visitantes, gracias a sus salones, fuentes y patios.
Otros lugares que no se pueden dejar de visitar, mejor si se va acompañado de un guía experto en Córdoba, como los mencionados al principio de este artículo, son; la Iglesia de Santa Marina, el Cristo de los Faroles, el Templo Romano, los Patios del Alcázar Viejo, la coqueta Plaza del Potro o la monumental Plaza de las Tendillas.
Y, por último, sería imperdonable dejar Córdoba sin probar sus clásicos gastronómicos. Deleitarse el paladar con una ruta por las típicas tabernas cordobesas es obligado. Es el momento de saborear su riquísimo y famoso salmorejo, el rabo de toro, la olla cordobesa o cortijera y el flamenquín. Y, para terminar, como no puede ser de otra manera, el dulce típico de la zona, el pastel cordobés, un delicioso hojaldre relleno de cabello de ángel y cubierto con almendras y azúcar, una receta extraída directamente de la época árabe.