Redacción. Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, están llevando un operativo destinado a la prevención y lucha contra los hurtos y robos de frutos del campo en las explotaciones agrícolas de nuestra provincia y que ha supuesto en los últimos días la detención de doce personas, protagonistas de distintos robos cometidos en plantaciones de melones y sandías.
Entre los últimos servicios destacan los llevados a cabo por el Puesto de Bonares, que permitieron la detención de cuatro personas en Lucena del Puerto y otras cuatro en Almonte. El día 20 los agentes de la Guardia Civil de Bonares se trasladaron a una parcela de Lucena del Puerto, donde habían accedido tres vehículos y un grupo de personas estaban cargando más de una tonelada de melones en los mismos. Los guardias civiles procedieron a la detención de los presuntos autores, quienes pertenecían a una misma familia.
Dos días después, y ante la información de que se estaba perpetrando un robo, en esta ocasión de 1.800 kilos de sandías, en una finca de Almonte, se desplegó un dispositivo de distintas patrullas, siendo la de Bonares la que detectó a un vehículo ocupado por cuatro hombres, también miembros de una misma familia, que portaban los frutos sustraídos, procediendo a su detención.
Por último, agentes del Puesto de Cartaya, el pasado día 20, interceptaron a un vehículo ocupado por cuatro hombres que estaban intentando sustraer en una finca de la localidad un total de 500 kilos de sandías, no lográndolo al percatarse de la presencia policial, que fue avisada por los agricultores tras haber visto movimientos de vehículos extraños al lugar.
En todos estos servicios la colaboración ciudadana es esencial, ya que resulta fundamental que sean puestos en conocimiento de la Guardia Civil la mayor parte de la información sobre la comisión de estos delitos para que se pueda actuar con la inmediatez requerida para evitar que los frutos acaben en el mercado ilegal.
Estos servicios de actuación directa sobre los hechos delictivos son complementados con las continúas inspecciones que se llevan a cabo en mercadillos y puestos ambulantes, donde son verificados por la Guardia Civil la documentación y la procedencia de los frutos que en ellos son ofrecidos, por considerarse que son el fin último de los hurtos sufridos por los agricultores.
La Guardia Civil ha instruido las correspondientes diligencias que, en unión de los detenidos, han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción competentes.