Antonio Ramos. El CR Bifesa Tartessos hizo el mejor regalo posible a su afición, ahora en las puertas de la Navidad, al sumar su primera victoria de la temporada (32-14). Lo hizo ante el Cruxe Xerez en un gran partido de los onubenses, que abandonan el ‘farolillo rojo’ de la tabla, que ahora es del cuadro xerecista.
La victoria ha tardado en llegar, pero lo ha hecho en el mejor momento: para despedir el año con victoria y para insuflarse de ánimos en una liga en la que comenzaba a ponerse cuesta arriba poder reengancharse. Con los 4 puntos, los linces logran superar en la clasificación a su rival en esta séptima jornada y colocarse a solo una victoria del sexto clasificado.
No comenzó bien el partido para el cuadro onubense como viene siendo habitual, ya que el conjunto jerezano aprovechó para ensayar un despiste local, colocándose por delante en el marcador ya en el minuto cuatro. Un golpe demasiado habitual para los linces y que ha sido una rémora difícil de remontar; pero que en esta ocasión sirvió para insuflar de pundonor a los locales que lograron recortar distancias con un golpe de castigo a favor en el minuto 7 a través de Alejandro Garrido.
El encuentro, muy disputado entre ambos conjuntos y sin un dominador claro, cambió de fisonomía en una picaresca jugada de Álvaro Sayago, quien tras robar un balón en el centro del campo, obtuvo el primer ensayo de los suyos con el que dio la vuelta al marcador sumando además la transformación de Garrido.
En ese vaivén de jugadas, el Cruxe no desaprovechó su oportunidad, y en el 24 lograron de nuevo ponerse por delante tras tomar las espaldas a los onubenses y obtener su segundo ensayo y transformación.
La réplica la volvió a dar el Bifesa Tartessos que no renegó a llevarse la victoria al descanso y, con una jugada colectiva de delantera abriendo hueco, obtuvo su ensayo a través de Pozuelo, que dejó el marcador en 17-14 para los linces al descanso.
Tras la reanudación, ambos conjuntos saltaron encorsetados ante el miedo a cometer un error que sirviera a su rival para marcar distancias. Sin embargo los linces consiguieron golpear primero y obtuvieron su tercer ensayo de la mano de Nacho Pérez. Y fue entonces cuando se vivió otro partido, con un claro contendiente sobre el césped del Emilio Martín y un aspirante que comenzó a desinflarse. Los linces, mucho más livianos, comenzaron a jugar con más cabeza, a hilar jugada tras jugada y sobre todo a comandar la iniciativa del juego sin que los del Cruxe pudieran impedirlo.
Un ejemplo fue el golpe de castigo que el árbitro pitó en contra de los visitantes que se vieron desbordados por su rival y que supuso que los onubenses transformasen sumando tres nuevos puntos. No fueron los últimos ya que, al filo del final, en una completa jugada en la que participó prácticamente todos los integrantes sobre el césped, el Bifesa Tartessos ensayó de nuevo con Chaves como figura posando el oval.
El 32-14 brillaba en el marcador cuando, dos minutos después el pitido del silbato puso punto y final a un encuentro que sirve como bálsamo y otorga a los linces un respiro para afrontar el próximo año con nuevas esperanzas. Los Reyes Magos han llegado antes a la casa albiazul, que desea que la victoria sea sólo el comienzo.
