Mari Paz Díaz. Los onubenses reciben cada año a decenas de niños y niñas saharauis que pasan los meses de julio y agosto en la provincia gracias al programa ‘Vacaciones en paz’, una iniciativa que lleva más de dos décadas organizándose en Huelva y que ha permitido acercar a los onubenses la realidad de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
Hoy, Huelva Buenas Noticias ha querido conocer en primera persona la historia de estos niños que tienen la oportunidad de vivir durante el verano una realidad muy distinta a su día a día. Bañarse en el mar o la posibilidad de beber agua potable del grifo son gestos cotidianos de los onubenses, pero un auténtico descubrimiento para estos pequeños que irradian alegría y que nos dan una auténtica lección a todos de lo que es verdaderamente importante para vivir.
Este año, unos 125 niños saharauis de entre 7 y 12 años están disfrutando de unas ‘Vacaciones en Paz’ en unos 40 municipios de la provincia de Huelva. Para conocerlos mejor, nos acercamos a tres historias diferentes, que nos muestran cómo es esta inolvidable experiencia para los pequeños, pero también para sus familias de acogida.
Para comenzar, lo hacemos con el testimonio de Habad Saad Bulahi, que llegó a España procedente del Sahara en 1997 siendo un niño. Lo hacía a través de ‘Vacaciones en Paz’ y, desde entonces, su implicación en esta iniciativa ha crecido hasta el punto de que en la actualidad es el presidente de la Asociación Onubense Pro Niños Saharauis (Asaoui), de la localidad de Moguer, que fue una de las primeras asociaciones en apoyo al Pueblo Saharaui constituidas en Andalucía y la primera que surgió en la provincia de Huelva. Esta organización fue creada en 1992 por Waffic y Paquita con el objetivo de impulsar la acogida de niños saharauis por familias onubenses durante el verano.
De esta forma, la llegada a Huelva de niños procedentes de los campamentos del Sahara se iniciaba a comienzos de los años noventa. Desde entonces hasta ahora, el programa ‘Vacaciones en Paz’ ha permitido que cientos de niños pasen un verano diferente en la provincia de Huelva.
Se trata de una experiencia inolvidable para los niños, que, aunque suelen llegar con un poco de miedo, luego se lo pasan en grande. «No hay que olvidar que son niños, por lo que cuando vienen la primera vez les cuesta más separarse de sus familias y venir a una casa con gente que no conocen y a un país muy diferente, no es fácil, como les pasaría a muchos niños españoles que se fueran lejos de sus casas. Pero una vez que ya se adaptan se lo pasan genial», explica Habad que también para él es «una experiencia hermosa e inolvidable, aunque melancólica, porque viéndolos recuerdo cuando yo siendo un niño bajé del avión, lleno de alegría y miedo, por el desconocimiento que tenía de este mundo; y ahora, 17 años después de aquel verano, soy yo quien bajo y traigo a los niños que vienen dentro del programa».
Para los pequeños, las actividades que más le gustan en su estancia en Huelva es ir a la playa o a la piscina, jugar con los patinetes, cantar y bailar. Y todo ello es posible gracias a que, según el presidente de Asaoui, «en Huelva hay mucha gente solidaria con el Pueblo Saharaui, que dicho sea de paso, a España y al Sáhara nos unen más de cien años de historia. Y he de decir que la gente en general me ha sorprendido gratamente, ya que en estos tiempos de crisis sigue siendo muy solidaria».
Ejemplos de esa solidaridad hay muchos. Como el de las familias que este año acogen a las niñas Lamina y Mailnim, los niños Alí y Said, en Moguer, y el niño Lil, que reside en Palos de la Frontera. Todos con edades comprendidas entre los 9 y los 10 años.
Es el caso de Noelia Mora García y Ana Faraco, dos jóvenes de tan sólo 24 y 26 de edad, respectivamente, que son todo un ejemplo, puesto que llevan varios años acogiendo a niños saharauis cada verano. Noelia y Ana colaboran con la Asociación Onubense Pro Niños Saharauis desde hace un año aproximadamente, cuando un grupo de amigos decidieron organizarse para impulsar la labor de esta entidad.
En primer lugar, nos acercamos al ejemplo de Noelia Mora, administrativa moguereña que trae a niños saharauis a Huelva desde hace tres años. En concreto, este verano acoge a Mailmnin, una niña de 9 años que ya estuvo con Noelia el pasado 2012 y que es hermana del primer niño que trajo en el año 2010. «Para mí es una experiencia inexplicable. Yo me llevo todo el año con unas ganas enormes de volver a ver a esos niños llegar a España con esas caritas de felicidad, sobre todo por volver a ver a mi niña», explica emocionada Noelia cuando le preguntamos sobre qué le aporta esta iniciativa.
Esta joven es consciente de que para los niños a veces no es fácil adaptarse a la familia, ya que sólo vienen una vez al año. Por eso a algunos niños les cuesta más que a otros, pero en general «una vez que se conocen, lo pasan estupendamente». Y lo tiene claro: lo que más le gusta a los chicos es la playa y, sobre todo, la piscina.
Noelia Mora conoce muy bien la situación del pueblo saharaui, ya que ha visitado los campamentos, una ilusión que tenía desde pequeña. Así que con 21 años, en el verano de 2010, «vi más claro la oportunidad de poder ir a conocer aquello, a la familia del niño y a una amiga mía saharaui que conocí siendo una niña en Moguer y que hacía ya 11 años que no sabía nada de ella». «A este viaje fui con mi madre -nos explica Noelia-. Pasamos allí ocho días estupendos. Al principio teníamos la sensación -que supongo que será la misma que tienen los niños cuando llegan aquí, pero yo cumplí mi sueño».
Por todo ello, Noelia no tiene duda en recomendar la experiencia «a todas aquellas personas que les guste y tengan esa cosilla de conocer los campamentos o, bien, de acoger a un niño, que es muy bonito». Es más, esta joven hace un llamamiento a los onubenses para que el próximo año haya más familias onubenses que decidan acoger una sonrisa saharaui, «ya que hay muchos niños en los campamentos que sueñan con salir a España y, a veces, algunos se encuentran sin familias. Y acoger a un niño los dos meses de verano es una labor impresionante, pues lo quitamos de 50º de temperatura, le hacemos analíticas médicas, le damos una alimentación variada y sana…, y con todo esto le recargamos las pilas hasta el próximo año». Unos beneficios mayúsculos para los pequeños que se pueden realizar en Huelva de forma sencilla, tan sólo poniéndose en contacto con la asociación.
Por su parte, Ana Faraco Aragón nos cuenta que conoce labor de ‘Vacaciones en Paz’ desde niña, ya que veía como llegaban a su localidad niños saharauis cada verano, con los que colaboraba su familia. Pero ha sido este año 2013 cuando se ha decidido por primera vez en participar en el programa, acogiendo a una niña de diez años llamada Lamina.
«Estoy muy contenta con el resultado. Poder disfrutar del cariño y la alegría que transmite. Es cierto que los primeros días tenía cierto miedo a que la niña no se adaptara a mí o que se encontrase mal, pero al segundo día ese miedo desapareció y ahora disfruto al máximo de ella cada día», explica Ana.
Por su parte, para los niños, la experiencia suele ser muy divertida y esperan sus vacaciones en España con gran ilusión, con sus familias de acogida, si bien, no todos los niños se adaptan igual. El primer año que vienen a España, a algunos les cuesta separarse de su familia, ya que no se debe olvidar que son niños y que tienen miedo a lo desconocido, pero una vez que se adaptan, «son niños muy alegres que no paran quietos ni un minuto, a los que les encanta ir a la playa, a la piscina, comer chuches y helados y jugar con otros niños». Por todo ello, Ana tiene muchas ganas de conocer los campamentos, ya que todavía no los ha visitado.
Con todo, esta joven ratifica que Huelva es una provincia solidaria, pues «a pesar de la época de crisis por la que atravesamos, tengo que decir que me ha sorprendido mucho la solidaridad de la gente. Por ejemplo, hace una semana conocí que una de las familias que teniendo acogido ya a un niño y estando algunos de sus miembros en paro, al enterarse de que había otro niño saharaui sin familia de acogida estaba dispuesta a acogerlo para que disfrutara del verano. Entonces, ante estas cosas, me tengo que quitar el sombrero«.
Para terminar, nos quedamos con el llamamiento realizado por Habad Saad Bulahi, que recuerda que el objetivo fundamental de las asociaciones de ayuda al Pueblo Saharaui es concienciar a los españoles de la situación de refugiados, desde que en el año 1975 se produjera la Marcha Verde que dio lugar a que Marruecos ocupara estos territorios. Para Habad, con nuestras actuaciones también queremos «demandar la realización de un Referéndum justo donde se nos dé la oportunidad a los saharauis de decidir».
De esta forma, junto a ‘Vacaciones en Paz’, la Asociación Onubense Pro Niños Saharauis lleva a cabo numerosos proyectos a lo largo del año, como exposiciones, conciertos, charlas, recogida de alimentos, material sanitario, higiénico y escolar, ropa y alimentos no perecederos (arroz, legumbres, pasta, miel, aceite, harina, galletas, azúcar o conservas), que posteriormente son enviados a los Campamentos de Refugiados Saharauis, a través del Proyecto ‘Caravana por la Paz’, y, una vez allí, son repartidos entre toda la población saharaui por la Media Luna Roja Saharaui. Actualmente, según recuerda Habad, la población saharaui, al estar exiliada en el desierto argelino, vive de la solidaridad internacional, porque carece de los medios necesarios para poder subsistir por sí misma.
Así, Habad agradece la ayuda recibida por la provincia de Huelva y anima a todos los que quieran visitar los campamentos a que lo hagan, pues «allí será bien acogidos, con los brazos abiertos. Y les aseguro que será una experiencia inolvidable».
Para los interesados en ponerse en contacto con esta asociación, lo puede hacer a través del correo: [email protected].