HBN. Como estaba previsto, el talento flamenco de Paco Montalvo, María Canea y Palodulce, se unían este sábado, 27 de julio, en el Foro Iberoamericano de La Rábida en el espectáculo ‘Trébol’, en el que el violinista, la bailaora y el grupo musical conjugaban su arte en una actuación única que emocionaba al público rabideño.
Era la primera vez que estos artistas, que comparten juventud, esfuerzo y capacidad de crear espectáculo, unían sus tres disciplinas sobre el escenario. Al cante, Rocío y Cecilia González, integrantes de Palodulce, «dos jóvenes onubenses que son capaces de cantar cualquier cosa con la elegancia y el acento de nuestra tierra, encarnando ese Que sea de Huelva que llevamos tan a gala, que saben unir esa vocación americanas con las raíces flamencas y son bandera del fandango de Huelva», según se afirmó en la rueda de prensa de presentación del espectáculo.
La bailaora sanjuanera María Canea cuenta con una larga y exitosa trayectoria, artística pese a su juventud, habiendo conseguido galardones tan importantes como el segundo premio del prestigioso Concurso Internacional de Cante de las Minas de la Unión. «Siempre que María se sube a un escenario hace vibrar al público: es capaz de aunar la tradición con la innovación y que enamora y embruja a los espectadores y que en Trébol pone su cuerpo y su arte al servicio de las voces y el violín flamencos».
Al violín, el cordobés Paco Montalvo, considerado el máximo representante del violín flamenco, y que ha paseado extraordinario talento por los escenarios más importantes del mundo. Creador de un estilo innovador, Paco Montalvo se ha convertido en todo un fenómeno situando al violín como voz principal del flamenco, que comparte con Canea y Palodulce «esa juventud arrolladora que nace de nuestra Andalucía».
Ya en la presentación de ‘Trébol’, María Canea explicó que el espectáculo es fruto de «una idea nueva y una ilusión paralela a los proyectos que tenemos cada uno» y en el que se hará una fusión de sus propuestas individuales: «la delicadeza de Palodulce con voces sutiles y Paco Montalvo, un fenómeno del violín, que es una suerte tenerlo en Huelva». Los une, ha señalado, «la juventud y de las ilusiones que nos hacen mirar adelante».
Para Palodulce ha sido «un placer poder cantar en nuestra tierra, en un sitio tan maravilloso como el Foro Iberoamericano, una actuación muy especial y una noche mágica en la que los tres participantes de Trébol nos vamos a dejar el alma». Según las hermanas González, «nos une el amor por la música y la pasión por el flamenco» por lo que, aseguran «vamos a disfrutar todos con este trébol de tres disciplinas».
En este sentido Paco Moltalvo aseguraba que «fue una alegría poder participar en esta propuesta, porque tenía muchas ganas de actuar en Huelva y más con estas pedazos de artistas, porque es un espectáculo que reúne todo lo bonito de la música en general y del flamenco en particular».
Sobre los artistas. Tras más de una década emocionando a cientos de miles de personas en conciertos por todo el mundo, Paco Montalvo es el violinista más joven del siglo XXI en debutar en el Carnegie Hall de Nueva York -uno de los mejores del mundo, según la crítica norteamericana- y se ha convertido en todo un fenómeno innovador en el mundo musical. Ha recibido numerosos galardones nacionales e internacionales, entre ellos el Premio internacional Arthur Rubinstein, Premio Libertad, Premio Bandera de Andalucía, Premio Flamenco “Pepa de Utrera”…En palabras del presidente de esta Institución, el premio es “un merecido tributo a su aportación original y de calidad a la nueva música instrumental con raíces flamencas». La consolidación del nuevo estilo musical instrumental que ha creado,»el violín flamenco» como voz principal del flamenco, es el resultado de la evolución de este arte con el encuentro con los grandes instrumentos clásicos y en particular, con el más sofisticado, el violín.
María Canea comienza sus estudios de baile a los tres años de edad en la academia de Leonor Rebollo Villalba. Desde muy pequeña su profesora empieza a pulir su estilo, así como a desarrollar los grandes recursos que en su arte y buen hacer aparecen. A partir de los siete años, María forma un grupo que cuenta con el apoyo de la Diputación de Huelva. Desde este momento, su camino comienza a abrirse por muchos lugares: tanto en la provincia de Huelva, como en la de Sevilla, Málaga, Badajoz o Portugal, entre otras. Participó durante cuatro años consecutivos (1998-2001) en los Premios Veo Veo de Teresa Rabal, y con 14 años obtuvo el primer premio del VI Certamen de Baile Joven que organiza la Fundación de Cristina Heeren. Ha trabajado en el estreno de la compañía de Pilar Távora, con el espectáculo Medea, en Grecia y grabó para el programa de Flamencos de Canal 2 Andalucía, como joven promesa del baile. En 2009 quedó segunda clasificada en el concurso de baile del Festival Internacional de La Unión. Su baile es racial y de un gran carácter: el más efervescente cuando hay que ser alegre, y el más solemne cuando se impone la seriedad. De estilo elegante y pulcro, María demuestra además un gran manejo de la bata de cola.
A mediados de los 90 hicieron su irrupción en el panorama flamenco onubense las hermanas Cecilia y Rocío González, dos jóvenes moguereñas con voces llenas de frescura y buen gusto, que bajo el nombre de Palodulce, iniciaron una trayectoria profesional que desde el primer momento contó con el reconocimiento del público y la crítica, y que les llevó a ganar en 1995 el Primer Premio en la modalidad de Flamenco del concurso de Artistas Noveles de la cadena COPE. Desde entonces Palodulce ha desarrollado una intensa carrera artística en la que se han sucedido las actuaciones por todos los rincones de Andalucía, España e incluso en el extranjero. En estos años han mostrado su arte y su belleza en numerosos programas de Canal Sur,así como en espacios musicales de las dos cadenas de TVE. Palodulce cuenta con tres discos en el mercado, los dos primeros bajo la dirección musical de Manuel Soler. Despiertan la emoción del público con sus voces, que dominan un repertorio tan variado que va desde los palos flamencos como las alegrías, los tangos, las bulerías o las tarantas, hasta la canción flamenca y la copla, pasando por sevillanas, rumbas, tanguillos o los fandangos, en los que, como se ha comentado, son verdaderas maestras.