Antonio José Martínez Navarro. La Punta de Umbría de mediados del siglo XIX era una zona llena de exuberante vegetación. Por ese motivo, hasta ella se acercaban las embarcaciones menores onubenses para cargar la leña. Así, tras la autorización del alcalde de Huelva de turno, Francisco Díaz Quintero, Cristóbal García…, llegaban los patrones José Pérez (28 de agosto de 1855) y la conducía a la capital. Normalmente se realizaba la tramitación en fichas, pero en el Archivo hemos encontrado un documento (Legajo, número 226) en el que el patrón José Manzano la recogía en la Punta de Umbría: “…Esta guía deberá ser visada por la Comisaría de Montes de la provincia, sin cuya circunstancia o conteniendo las cargas de combustibles de otra procedencia, será declarado ex comiso. Huelva, 15 de agosto de 1855…”.
Este pilar fue vigilado con mucho interés, según observamos en Oficios y Minutas de 1871:
<<Enterado del atento oficio de Vd. fecha 26 del actual, he dado las órdenes oportunas para que por las fuerzas de Torre Umbría sea vigilado el pilar de ladrillos establecido en la misma, en la parte que les sea posible, pues como durante la noche tiene que prestar servicio en la parte de la costa y no queda durante ésta desatendida toda la retaguardia, por cuya razón no puede responder de su conservación, según así Vd. solicita durante el tiempo que se encuentre la indicada nota. Dios…Huelva, 29 de mayo de 1871. El Comandante, Fernando Guillén…>>.
En 1873, ocurrió un lance muy gracioso: fue robada la caseta del Cuerpo de Carabineros establecida en Punta Umbría, tal como leemos en Oficios y Minutas de la citada fecha:
<<Comandancia de Carabineros de Huelva. He de merecer de V. S. se sirba (¡) dar sus órdenes, a fin de que se me presente en mi casa alojamiento posada de San Alejandro, el paisano vecino de esta ciudad, de oficio marinero, Antonio Mesa, con el objeto de que preste su declaración en sumaria que me allo (¡) instruyendo, en averiguación del robo efectuado en la caseta del cuerpo situado en Punta de Humbría (¡). Dios…Huelva, 27 de noviembre de 1873. El capitán comandante, Melchor de Gerona…>>.
Precisamente a Punta Umbría (perteneciente en aquellas fechas al término de Cartaya) se acercaban los leñadores furtivos a cortar pinos y otros árboles:
<<Alcaldía Constitucional de Cartaya. Interesa en el presente dirigir a Vd. oficio para que se sirviese hacer que un vecino de esa localidad apellidado Sabas, de oficio leñador, compareciese en esta Alcaldía a declarar el expediente que instruyo por consecuencia de una denuncia de poda hecha en pinar de la Punta Umbría de este término, y como quiera que haya comparecido, le reproduzco el presente para que se sirva mandarlo citar, y haciéndolo ver la obligación en que está de cumplir con lo que se le manda, le obligue a comparecer, pues con ello está interesado la buena administración de justicia. Sírvase Vd. diligenciar el presente con la notificación y devolverla para que obre su efecto en el expediente respectivo. Dios…Cartaya, 18 de diciembre de 1875. Miguel Rodríguez Melgarejo…>>.
En 1873 la Company Río Tinto Ltd. adquiere, con contrato de noventa y nueve años de duración, las minas de Riotinto y, poco después, establece una colonia para operarios de su plantilla en Punta Umbría, hasta entonces una humilde y apartada pequeña aldea de pescadores y carboneros, eso sí, lugar que ya había sido descubierta por el alemán Guillermo Sundheim. En los primeros instantes la Compañía lo plantea como lugar de convalecencia para sus obreros, pero, pronto desecha este destino y lo convierte en un enclave paradisíaco. Así, en las proximidades de una antigua torre de observación, sobre las montañas de arena, con vistas al mar y la ría se levanta varias casas de madera sobre pilares, construidas por ingenieros británicos y sin duda obras de singular diseño y exótica belleza que rápidamente se van a conocer como “casas de los ingleses”. Aquí comienza el verdadero nacimiento de Punta Umbría.
Pero, continuemos con los datos históricos: Días después de marzo de 1876, fecha en la que era “cogido in fraganti” un vecino de Huelva, Antonio Pérez (a) “Jara” (Legajo, número 243):
<<Alcaldía Constitucional de Cartaya. Denunciado por los guardas de monte del Estado el día primero del actual Antonio Pérez (a) “Jara”, de esos vecinos, por haberle aprehendido podando pinos en la Punta Umbría de estos propios con objeto de exportar la leña a esa capital, he proveído auto en el expediente que al efecto sigue en esta Alcaldía, fijándole seis días de término, contados desde esta fecha, para que comparezca ante mi autoridad a alegar en ellos a lo que a sus derechos crea conveniente; en la inteligencia que de no presentarse en dicho plazo remitiré el expediente al Sr. Gobernador civil de esta provincia pasándosele el perjuicio que haya lugar”. Y a fin de que sea notificado dicho individuo de esta providencia dirijo a Vd. el presente rogándole se digne ordenarlo así y devolverlo el presente con la diligencia que practique para que obre en el expediente de su nombre. Dios… Cartaya, 4 de abril de 1876. Miguel Rodríguez Melgarejo…>>.
A través de un escrito (Legajo, número 246) del Ayuntamiento de Isla Cristina enviado al de Huelva, sabemos (y era lógico que así ocurriera) que en Punta Umbría existía un puesto de Carabineros:
<<Sr. Coronel Jefe de la Comandancia de Carabineros de Huelva. 16 de noviembre de 1878. El Sr. alcalde de Isla Cristina en oficio de 14 del corriente me dice lo que copio:
“Por el vecino de esta Manuel Zamorano, se me manifiesta que hallándose días pasados en este puerto con un bote de su propiedad, se embarcó a bordo y sin su conocimiento un niño, como de nueve años llamado Ángel Domínguez, hijo de Juan, perteneciente al cuerpo de Carabineros y que se halla de puesto en la Punta Humbría (¡) y en unión de mi hijo Zamorano de la misma edad, se acostó lo cual maduró que no pudiera verlo a subida a bordo dándose a la vela para este puerto y ya próximo a él, se le ocurrió bajar a la popa, donde se encontró con el citado niño y no siendo posible llevarlo ya, al expresado punto, espera ocasión de salir para entregarlo en el lugar donde se encuentra su padre.
Tengo el gusto de manifestarlo a V. S. esperando se sirva adoptar las medidas oportunas a fin de que llegue a conocimiento del carabinero Juan Domínguez, el incidente ocurrido. Dios… Isla Cristina, 18 de noviembre de 1878. Lorenzo Pascual”.
Y lo traslado a Vd. a fin de que pueda llegar al conocimiento del carabinero, padre del niño Ángel Domínguez. Dios…>>.
(Continuará)