Ignacio Garzón. La localidad serrana de Puerto Moral disfruta definitivamente de un espacio periurbano integral de gran belleza y un destacable atractivo turístico, tras la culminación de las últimas obras de acondicionamiento. Este espacio lo conforman el Área de Recreo del Barranco La Madrona, el entorno del Molino de Rodezno, el paseo de la calle Barranco y el Jardín Botánico de la zona de Los Nogales.
Tras finalizar esas últimas actuaciones, este espacio ha quedado definitivamente apto para su uso lúdico y recreativo, al servicio del vecindario y de cuantos visitantes recalen en el municipio. Tanto el Molino de Rodezno como el Jardín Botánico fueron inaugurados en marzo pasado, con motivo de la celebración en Puerto Moral de las XXVIII Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra.
Según el alcalde, Ezequiel Ruiz, “ha sido mucho el esfuerzo que ha realizado nuestro Ayuntamiento, pero ha merecido la pena, ya que ahora Puerto Moral cuenta con un reclamo turístico de gran belleza que puede, a la vez, ser disfrutado por toda la población local”. Para Ruiz es muy importante que se siga mejorando la imagen turística del municipio, porque ese sector es fundamental para el futuro de la localidad.
El arranque de este espacio se encuentra en la calle Barranco, una vía que supone un mirador natural sobre el Barranco de La Madrona y el paraje conocido como Los Nogales. El consistorio puertomoralense reparó hace algún tiempo dicha calle, dotándola de las correspondientes redes de agua, telecomunicaciones, alumbrado público y energía eléctrica, así como empedrándola posteriormente siguiendo la técnica tradicional. La zona Los Nogales comprende una pequeña franja de terreno al oeste del casco urbano, separada de este por el citado barranco.
La obra contó con una inversión total de 40.447,34 euros, dentro del programa PFEA (antiguo PER) y fue subvencionada en su mayor parte por el Servicio Público de Empleo Estatal, que aportó casi veintiocho mil euros para mano de obra desempleada. La Junta de Andalucía, con la aportación de algo más de ocho mil euros para materiales, también colaboró en el desarrollo de las obras. La Diputación Provincial de Huelva ayudó al sufragio de los materiales con una subvención de casi tres mil euros, mientras que el propio Ayuntamiento de Puerto Moral afrontó el resto del coste, algo menos de los dos mil euros.
El paraje de Los Nogales tiene una especial significación para los panzurracos, muy ligados a ese terreno público, colindante con la población y bañado por el Barranco de La Madrona. En él, antaño, las familias de Puerto Moral sembraron nogales, de los cuales aún perviven un buen número de ellos. Estos árboles centenarios fueron una ayuda a las economías familiares de aquellos tiempos y, en la actualidad, suponen un atractivo turístico por su origen y por su belleza natural, cambiante con las diferentes estaciones del año. Alrededor de estos nogales, el Ayuntamiento de Puerto Moral ha ubicado el Jardín Botánico de especies autóctonas inaugurado en marzo.
Este espacio ajardinado posee una variada gama de especies autóctonas, entre las que destacan diversas plantas aromáticas, que hacen más agradable el recorrido. Además de una fuente y la recreación de un pozo, el jardín tiene un buen número de estructuras ornamentales, elaboradas con piedra caliza de aspecto parecido a los travertinos presentes en la zona.
Al sur del Jardín Botánico se alza majestuoso el edificio de un antiguo molino harinero, propiedad del Ayuntamiento de Puerto Moral, situado cerca de la entrada del casco urbano de la localidad. Este Molino lo adquirió el ayuntamiento en el año 2009 a su anterior propietario, Antonio Ruiz Fernández, por un precio simbólico de seis mil euros. Con esa venta, este propietario ayudó a poner en valor el patrimonio de la localidad.
Este inmueble ha sido restaurado recientemente, entre los años 2010 y 2012. La rehabilitación consistió en la consolidación de la estructura del edificio principal, la mejora de las cubiertas y la reconstrucción de una nave aneja. Estas obras, encuadradas en un proyecto de PFA Estable y ejecutadas por el propio Ayuntamiento, contaron con un presupuesto total de algo más de cuarenta y dos mil euros, de los cuales el Servicio Público de Empleo Estatal (dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración) aportó treinta mil, destinados a la mano de obra desempleada. En cuanto a los materiales, la Junta de Andalucía colaboró con nueve mil euros y la Diputación de Huelva, con otros tres mil, además de una pequeña cantidad que aportó el Consistorio. Las labores fueron realizadas por un oficial y varios peones que se fueron turnando, lo que supuso un total de diez empleados.
El molino, uno de los tres que aún se alzan en el municipio, es del tipo de “rodezno”, aunque lamentablemente no conservaba la maquinaria de la molienda, que en su día era accionada por las aguas del Barranco de La Madrona. Por ello, esta ha tenido que ser confeccionada íntegramente, desde las piedras hasta la estructura que hace posible el funcionamiento. La piedras que aquí se encuentran son replicas realizadas en la cantera Granitos Tena, de Quintana de la Serana (Badajoz). La tolva es obra de Rosa Sánchez Sierra y Jacinto De la Osa Sánchez, que altruistamente ofrecieron su mano de obra. Por su parte, la estructura que hace girar las piedras, aprovechando la fuerza del agua, ha sido diseñada y construida por el artesano local Miguel Ángel Sierra Aceitón.
Este molino de rodezno es un edificio construido probablemente en el siglo XVIII para la molienda de cereales. Como todos los molinos harineros, tiene un funcionamiento sencillo. El agua llega por un canal hasta el cubo y mueve el rodezno alojado en el cárcavo. Ese movimiento se transmite a la piedra voladera, ubicada en la sala de molienda, que -por fricción con la otra piedra- provoca la trituración del grano. Por el socaz, las aguas se devuelven al cauce del Barranco de la Madrona.
A continuación del molino, hacia el sur, en la zona circundante al Barranco de La Madrona, se extiende el Área de Recreo que lleva el nombre de dicho barranco. Allí, la Consejería de Medio Ambiente desarrolló hace tiempo otras obras de acondicionamiento, que supusieron una remodelación profunda de toda la zona de acceso al municipio, además de la colocación de equipamientos como barbacoas, mesas o columpios. En el Área de Recreo se encuentra el llamado Charcón Hondo, una pequeña cascada de travertino activo, colindante con otro de los molinos locales. En esa cascada se ha alzado un pequeño muro para contener parte del agua.
Cerca de un promontorio de travertino, sobre el que se recuesta una encina, el Ayuntamiento de Puerto Moral ha edificado otra fuente. En la zona, además, se conservan otros de los viejos nogales que, tradicionalmente, poseían las familias locales en los terrenos públicos, como ya se ha dicho. Por todo lo descrito, esos terrenos poseen grandes atractivos turísticos que el Consistorio espera aprovechar adecuadamente.