Redacción. El Hospital Infanta Elena se incorpora al proyecto nacional ‘Flebitis Zero’, en el que participan otros 53 hospitales españoles y que tiene como objetivo principal conocer y analizar la evolución de la tasa de incidencia de flebitis asociada al uso de los catéteres venosos periféricos, así como prevenir y garantizar un acceso venoso seguro, eficaz y mínimamente invasivo para los pacientes. El proyecto se enmarca dentro de la promoción de buenas prácticas en la seguridad de los pacientes y está liderado por la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
La flebitis es una inflamación de la capa interna de la vena cuyo origen puede ser mecánico, químico o infeccioso. Se calcula que en España se colocan más de 20 millones de catéteres periféricos anuales y que el 66% de los pacientes ingresados precisan de una vía venosa, por lo que se considera el procedimiento invasivo más frecuente entre las personas que requieren hospitalización. Por todo ello, resulta muy importante el establecimiento de prácticas seguras en el manejo de estos accesos vasculares que estén basadas en la evidencia científica, así como la adopción de medidas preventivas para evitar la aparición de complicaciones o eventos adversos asociados a estas prácticas.
De esta manera, y como un primer paso dentro de esta estrategia multicéntrica, se está procediendo al estudio, por parte de los profesionales de enfermería del centro, de la incidencia de la flebitis asociada a catéter venoso periférico, así como de todos aquellos factores que han incidido y que tienen que ver con la actividad del propio hospital. Esta información, que se está recabando por parte de todas las unidades de hospitalización del centro hospitalario, se incorporará al registro nacional creado a partir de este proyecto, que está permitiendo configurar un modelo de información homogéneo para todo el país.
El objetivo final no es otro que impulsar aquellas medidas que se consideren necesarias para disminuir los episodios de flebitis y la variabilidad en la inserción y mantenimiento de estas vías, además de promover y reforzar la cultura de seguridad para todos los pacientes ingresados en el hospital.
Este tipo de actuaciones, que están lideradas por la Unidad de Medicina Preventiva del centro hospitalario y que cuentan con el apoyo del área de Enfermería, se integran dentro de la Comisión de Seguridad del paciente con que cuenta el Infanta Elena y en la que se lleva a cabo, de forma multidisciplinar, el estudio y seguimiento de toda la actividad sanitaria y no sanitaria que se desarrolla en el centro, con el fin de prevenir y reducir los posibles riesgos que puedan surgir, de forma que se pueda seguir creciendo en calidad en relación a la asistencia sanitaria que se presta a los pacientes.
Una vez que se haya finalizado la etapa de análisis inicial, y dentro de las estrategias que postula este proyecto, que tiene alcance nacional, se llevará a cabo la mejora de la formación entre el personal de Enfermería, diseñada atendiendo a las áreas de mejora que se hayan identificado previamente. Una vez se hayan completado ambas fases, se implementarán una serie de medidas dirigidas a mejorar todo el procedimiento de actuación relacionado con las vías venosas.
En este sentido, se trabajará sobre la elección adecuada del tipo de catéter a utilizar con cada paciente y en cada ocasión, que se abordará dependiendo de varios factores, el tiempo que deba tenerlo implantado, así como el objetivo del tratamiento, tratando de seleccionar en lo posible el calibre más pequeño y la longitud más corta. El imprescindible cuidado en la higiene de manos de los profesionales y la preparación previa de la piel con Clorhexidina alcohólica son también factores importantes para prevenir la flebitis, así como el mantenimiento aséptico de los catéteres, que deben colocarse preferentemente en los brazos, evitando en lo posible las zonas de flexión de la articulación, como la muñeca o la parte interior del codo.
Entre las recomendaciones que deben tenerse en cuenta destaca también la retirada de aquellos catéteres que resulten innecesarios, así como el mantenimiento de una especial vigilancia para la detección precoz de aquellos dispositivos que puedan estar generando algún daño, de forma que sean retirados de forma inmediata si el paciente presenta signos de flebitis (calor, sensibilidad, eritema y cordón venoso palpable), infección o mal funcionamiento.
La incorporación al Proyecto ‘Flebitis Zero’ implica para el centro hospitalario seguir creciendo en el desarrollo de una cultura de seguridad del paciente, que reduzca la probabilidad de que suceda una complicación o evento adverso, gracias al análisis constante de los posibles errores en la práctica habitual y la incorporación de prácticas seguras con el objetivo de disminuir la incidencia de la flebitis asociada a la presencia de catéteres venosos periféricos.