Redacción. Huelva está terminando las reparaciones realizadas en la fuente de la Plaza Toledo para volver a ponerla en funcionamiento la próxima semana.
De esta forma, tras la aplicación de un intenso tratamiento de impermeabilización, se está revisando el mecanismo para proceder a su llenado y puesta en marcha en los próximos días.
El nuevo reglamento para el control de la legionelosis en las fuentes urbanas impuesto por la Junta de Andalucía a los ayuntamientos, apuesta por el control automático de las mismas. Una demanda ya cubierta con la instalación de estos nuevos aparatos en todas las fuentes de la ciudad.
Se trata de inspecciones anuales que realiza la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía a las fuentes en funcionamiento de la ciudad, y que ha sido superada ya con nota por las otras 15 fuentes de la capital.
El programa de mantenimiento rutinario de las fuentes onubenses implica una inspección diaria de cada una de ellas para la limpieza superficial del agua y retirada de objetos o residuos del fondo, además de la supervisión de su funcionamiento y programación, por si es preciso realizar alguna modificación a causa de inclemencias meteorológicas, como exceso de viento que pueda entorpecer el tráfico, por ejemplo.
Además, una vez cada dos meses se realiza una desinfección completa de cada fuente, incluyendo las tuberías, con cambio de agua y utilización productos específicos para su esterilización.
Finalmente, una vez al año se lleva a cabo un tratamiento de choque y prevención de la legionelosis que supone el vaciado completo de la fuente, para proceder a una limpieza exhaustiva y su llenado con agua mezclada con antisépticos y purificadores específicos para una depuración permanente durante 24 horas, tras la cual se vuelve a desechar el agua para su posterior llenado definitivo.
Además, el Ayuntamiento de Huelva utiliza agua potable, ya clorada, para llenar las fuentes de la ciudad y nunca agua bruta, como suele ser lo habitual en otros lugares. Unas tareas que garantizan la calidad y salubridad del agua de todas las fuentes onubenses, como acaba de certificar la Junta de Andalucía.