Redacción. La Consejería de Cultura y Deporte, dentro de las acciones encaminadas a la protección del patrimonio industrial de Andalucía, ha incoado el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de La Zona Patrimonial de Tharsis-La Zarza mediante la Resolución de 27 de junio de 2013 de la Dirección General de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas.
Esta inscripción se suma a la reciente inscripción de la Zona Patrimonial de Riotinto-Nerva, garantizando de este modo la protección de las dos principales áreas de actividad minera de Huelva, a las que se añade la inscripción de Lugar de Interés Industrial del Puerto de la Laja en El Granado. De este modo, la provincia onubense se sitúa en la vanguardia en cuanto tutela de patrimonio industrial se refiere, dando acomodo a las nuevas figuras de protección de la Ley del Patrimonio de Andalucía.
La inscripción de la Zona Patrimonial de Tharsis-La Zarza supone el máximo grado de protección patrimonial, mediante el que se reconocen sus valores históricos, industriales, arqueológicos, monumentales, paisajísticos, ambientales, urbanísticos y etnológicos. El patrimonio encuadrado dentro del ámbito de la cuenca minera de Tharsis y La Zarza constituye uno de los referentes más importantes para comprender y conocer la evolución de la actividad de la minería en Andalucía, testimonio de unas formas de vida y unas culturas del trabajo que identifican de forma significativa a la Comarca del Andévalo. Se trata, además, de un enclave que en la Antigüedad fue pionero en el descubrimiento de la metalurgia.
La actividad centrada en la minería, en su procedimiento extractivo y en toda la infraestructura necesaria para el desarrollo de dicha actividad configuran un conjunto patrimonial diverso, formado por bienes diacrónicos que, además, conforman unos valores paisajísticos propios, donde se muestra la antropización del medio físico y su evolución a lo largo del período de explotación de la actividad minera.
El patrimonio protegido se compone de un conjunto de elementos surgidos desde los primeros asentamientos en la zona de época prerromana, así como de todas las instalaciones, infraestructuras y alteraciones físicas del medio que a lo largo de la evolución de los diferentes sistemas extractivos y de transporte logrados con la propia evolución humana, mantienen o han mantenido una vinculación directa o indirecta con la actividad minera.
Se garantiza con ello la tutela de tan relevante registro patrimonial, asegurando la protección del trazado del ferrocarril minero, puentes, instalaciones, áreas urbanas y yacimientos arqueológicos vinculados a la actividad minera.