Antonio Ramos. Hay derrotas y… derrotas. Bien que lo experimentó en sus propias carnes el CR Bifesa Tartessos de rugby, apartado de un plumazo de la manera más cruel de la pelea por un ascenso que soñó. Pero el 25-5 sufrido en Málaga ante el CR Económicas echó por tierra el sueño de un equipo de Huelva que, poco a poco, fue emergiendo y llegó a esta cita con serias opciones de seguir apostando por el salto a la Primera División Andaluza, sobre todo después del 29-10 favorable de la ida.
Un solo punto, un maldito punto, ha privado al equipo de Huelva de seguir en la pomada. Este partido de vuelta de la fase de ascenso fue un triste final para el CR Bifesa Tartessos que, para nada, ha hecho una mala temporada.
Que no iba a ser un encuentro fácil ya se pudo comprobar en la ida en el Emilio Martín. Allí, el Bifesa Tartessos fue superior gracias a un trabajo impecable, pero no por desmerecimiento de un rival férreo y bien plantado. Si en aquella ocasión fueron los linces quienes dieron el paso para marcar la diferencia, en esta fue el CR Económicas quien supo imponerse y llevarse el partido y la eliminatoria.
Tal vez fuesen los nervios o el propio ímpetu para demostrar que este equipo tiene capacidad para mucho. Pero la realidad fue que las propias voluntades jugaron en contra de los onubenses, quienes ya en el minuto 8 recibieron el primer golpe con un ensayo del conjunto malagueño, a consecuencia de las imprecisiones que, aunque puntualmente, se repetirían a lo largo del encuentro para condenar a los tartéssicos.
Y eso que los linces se repusieron rápido al primer golpe con un ensayo del delantero Jesús Pozuelo en una jugada donde participó todo el equipo desde la tres cuartos robando el oval hasta la delantera jugando al empuje. El resultado favorecía al conjunto visitante y por un momento pareció que el encuentro se podría controlar.
Sin embargo, enfrente no se encontraba un rival cualquiera, sino el campeón del grupo Central de la categoría, ese que no había conocido la derrota en su campo durante la fase regular y que destaca sobre todo por la presión que ejercen sus líneas, tanto en defensa como en ataque. Fruto de esa presión llegó el primer golpe de castigo que adelantó nuevamente a los de Económicas con un 10-5 con el que se llegó al descanso.
El segundo de los golpes vino ya en la segunda parte. Concretamente en el 58, y más por imprecisión de los linces que por juego de los locales quienes no desaprovecharon la oportunidad para aumentar su renta hasta los 13 puntos.
Fue entonces cuando, fruto de los nervios a un mal resultado, los linces se replegaron a su campo cediendo el testigo de juego a los locales. Estos no desaprovecharon la oportunidad para practicar el juego que saben hacer, y si bien la defensa tartéssica supo aguantar y cerrar sus líneas cual muralla, cuando se abre un hueco ante un rival de altura, se termina por claudicar y eso fue lo que ocurrió.
Dos buenas acciones supusieron dos ensayos, en el 63 y 72 que, con sus respectivas transformaciones pusieron al CR Económicas por delante 25-5 sin que los onubenses tuvieran ocasión para revertir la situación.
De esta forma, el encuentro llegó a su final con un resultado global de 35-34 para el equipo costasoleño, quien logró el pase a una semifinal malacitana donde se enfrentarán al ganador del CR Málaga-Nerja. Por su parte los linces, se despiden de la fase de ascenso a las primeras de cambio con la sensación de que con una pizca de suerte, su destino habría sido diferente.