Redacción. En ‘Iconos, sueños y fantasías’, Ignacio Huelva, reflejaba sus estados de ánimo, sus sueños y fantasías a través de iconos reales. Sin embargo, ahora en ‘Cosmogonía’: la mirada del paseante, nos explica el origen de su mundo, de su universo particular, con una recopilación de imágenes cotidianas que cuentan por sí mismas una historia. La muestra se inaugurará este jueves 10 de enero en la Casa de la Cultura de Hinojos a las 19.30 horas y podrá visitarse hasta el 30 de enero, de lunes a jueves en horario de 19.00 a 21.00 horas.
Ignacio Huelva Rodríguez nació en Trigueros en el año 1951 y es Profesor de Enseñanza General Básica. Sin embargo, nunca se ha alejado del mundo del arte, para el que estudió la licenciatura de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla, además de especializarse en restauración. Desde hace ya unos años, este triguereño está inmerso en el desarrollo del trabajo de la imagen digital intervenida, tal y como mostró con su participación en la exposición ‘Conceptos’ del año 2003. Las obras de gran formato,que para aquella exposición realizó Ignacio, estaban casi en su totalidad construidas con imagen digital, tejidos y pintura. Ya de una manera más precisa su exposición, ‘Iconos, Sueños y fantasías’ del año 2008, nos mostraba un trabajo resuelto en su totalidad con imagen digital.
‘Cosmogonía: La mirada del paseante’, es la exposición de Ignacio Huelva que albergará la localidad de Hinojos y que es el resultado de la apropiación de imágenes imprevisibles que solemos encontrarnos en la calle o en cualquier otro lugar de forma inesperada, pero que la intencionalidad del artista las convierte en obras de arte. Su mirada hace que esas imágenes cobren no sólo vida propia, sino que nos hace mirar el paisaje, los objetos, las cosas de diferente forma, con otra visión. Nos enseña la realidad, desde el prisma del artista que es quien descubre realmente esos objetos y hechos sin aparente importancia y los eleva a la categoría de obras artísticas “per sé”, devolviéndonos piezas de una gran sensibilidad, belleza y armonía, invitándonos a la reflexión sobre el mundo en el que vivimos inmersos movidos por las prisas, perdiéndonos sensaciones que él, como artista plástico, sí percibe y descubre.
Es entonces cuando el artista selecciona, observa, estudia, reflexiona, fragmenta e interviene regalándonos toda su ‘Cosmogonía’, el arsenal emocional de su mundo, de su universo personal que ha ido congelando paulatinamente en la cámara de su móvil a lo largo de interminables paseos por la ciudad o la naturaleza, siendo sorprendido o asaltado por la belleza que, de manera intrínseca, poseen las imágenes que para cualquier otra persona pueden pasar desapercibidas.
Ignacio Huelva actúa como un auténtico diseccionador de imágenes, investigándolas y fragmentándolas en aparente similitud cromática, en la que sólo con pequeños cambios evolutivos en el color o en la forma, podemos descubrir su diferencia con el resto de las piezas que componen los polípticos de este trabajo. Dota así a las obras de una armonía de análoga cercanía que por su riqueza de matices nos sorprende. El artista nos remite al valor de “la mirada” como herramienta artística actual, como reflexión, y el “saber ver” como fundamento de su obra ‘Cosmogonía: La mirada del paseante’, dejando temporalmente en reposo el “oficio de taller” (como resultado de una necesidad expresiva o de un pensamiento), para involucrarnos en ese su “universo”, que ya es de todos.
Es de esta forma como Ignacio Huelva explica la concepción de su universo e invita al espectador a participar en esta obra interactiva.