Ana Rodríguez. Si hubiera que escoger una sola palabra para definir al gran Pablo Carbonell podría ser showman. Artista polifacético, lo mismo canta, compone, actúa, presenta, dirige, escribe o cocina, con todo se atreve. En su faceta de monologuista, Carbonell hace parada el próximo domingo, 23 de junio, en el bar Mandala de la capital, donde a partir de las 20.00 horas los onubenses podrán verlo en plena acción.
Carbonell es natural de Cádiz, aunque pasó parte de su juventud en Huelva como recuerda en esta entrevista. En los 80 comenzó su carrera junto a Pedro Reyes y formó el grupo musical Los toreros muertos, con el que todavía sigue dando guerra en los escenarios.
Muchos le recordarán por el programa con el que también saltó a la fama, el mítico ‘Caiga quien caiga’, en el que se puso a las ordenes del Gran Wyoming haciendo de reportero de calle. Desde entonces, Carbonell no ha parado. En televisión lo han podido ver en ‘El peor programa de la televisión’, ‘La noche se mueve’, Buenafuente, ‘El Intermedio’, como jurado en ‘Tú sí que vales’ o dando vida al doctor Gimeno en ‘Hospital Central’, entre otros.
Las tablas de los teatros españoles tampoco se le resistieron: La curva de la felicidad, Venecia bajo la nieve y ¡Sin paga, nadie paga! han contando con su participación en los últimos tiempos.
En 2001 escribió junto a Eva Salmerón la novela Sinsáhara y, tres años más tarde, dirigió la cinta Atún y chocolate. Sin embargo, Carbonell ha estado más tiempo delante de la cámara que detrás de la misma, actuando en películas como Campamento Flipy; Ángeles, S.A.; Atasco en la nacional o Una pareja perfecta, entre muchas otras.
Pero una de las grandes aficiones de Pablo Carbonell es la música. Además de sus trabajos con Los toreros muertos y de una colaboración en el disco 18 bolero chulos, el artista se arrancó en solitario en el año 2000 y grabó Aceitunas y estrellas, al que siguió Rock’n roll alimaña y ahora Canciones de cerca. Tres muestras de su personal forma de entender el género musical que le han hecho cosechar grandes éxitos.
En vísperas de su paso por Huelva, Carbonell nos permite pasear junto a él por sus recuerdos de Onuba y comparte con los lectores de Huelva Buenas Noticias sus expectativas en torno al concierto/monólogo del domingo.
– Llega el 23 de junio a Huelva, una ciudad con la que tiene ciertos vínculos…
– Estudié en el Instituto Alto Conquero, allí hice desde primero de BUP hasta segundo de BUP (risas) el profesor de Latín me tenía manía. En Huelva viví desde los 14 hasta los 19 años, allí empecé con Pedro Reyes a hacer teatro de calle. Tengo muchísimos amigos en Huelva desde mi adolescencia y le tengo mucho cariño a la ciudad.
– ¿Espera ver a esos amigos en domingo en Mandala?
– Espero que muchos vayan a ver el concierto-monólogo, a Matías, al pintor Manuel Vázquez, a Paco Riza, Manuel Rubio, Juanma Vidal… la agenda va a estar apretada.
– Muchos de sus amigos están vinculados al mundo artístico…
– Sí porque en aquella época, 1978-79, tuvo lugar la eclosión del fanzine y del teatro y casi todos íbamos para artistas, por eso tengo muchos amigos que lo son.
– ¿Qué es eso de concierto-monólogo?
– Pues un invento, el monólogo musical, aunque será un binólogo porque actúo con mi primo Eloy al bajo y los coros. Es un concierto que suena muy bien, cada vez canto mejor, y los monólogos son cada vez más teatrales. En realidad es algo que está muy contrastado, El Gran Wyoming y cuando lo veía actuar con el Maestro Reverendo lo hacían, intercalaban monólogos y canciones, es una manera amena de escuchar música.
– ¿Qué recuerda de su juventud en Huelva?
– Recuerdo una sensación muy grande de libertad, los primeros estadios del movimiento hippie, cuando nos volvimos pasotas. Quedábamos en la plaza de las Monjas y el centro neurálgico era la tasca de Matías. Recuerdo los primeros pitillos y cuando recogíamos cobre que luego lo vendíamos al peso para sacarnos un dinero. También tengo grabadas en la memoria la ensaladilla rusa y las papas aliñás que nos hacía la madre de Matías.
– Aterriza el domingo en Huelva nada más regresar de Hispanoamérica. ¿Ha viajado por trabajo?
– Sí, fui a tocar con Los toreros muertos a una finca privada en Colombia… son cosas que pasan en Colombia.
– ¿Tiene previstas próximas actuaciones con Los toreros?
– Estamos preparando una gira por España en agosto. Hemos sacado a Los toreros del ataúd y volveremos a girar. Somos los mismos pero con un sonido más potente. Lejos del mundanal ruido hay un mundo donde Los toreros muertos hacen de las suyas… en realidad somos un clásico.
– ¿Y su nuevo disco en solitario?
– Es mi tercer disco en solitario con nuevas canciones, muy irónicas, irreverentes, son anticanciones, pequeños sketches teatrales con un sabor muy de Los toreros. Es mi manera de expresar mi libertad de creación, que pocos se permiten en cuanto a temática y ritmos. Yo no soy un fabricante de éxitos, hago canciones interesantes y les prometo a los que vayan el domingo a Mandala que se lo van a pasar muy bien.
– ¿Cree que el humor es la mejor manera de decir cosas serias?
– El humor es una herramienta. Una persona que se ríe está más cerca que a la que le haces una reflexión seria. Alguien dijo que la risa es la distancia más corta entre dos personas, es una manera de contar cosas muy serias. El humor es básico, sanador, disminuye la tensión arterial, el colesterol, es cardiosaludable y mejor aún cuando la risa está provocada por cosas interesantes y con las que se aprende. Me gusta la ciencia y la sociología y las utilizo para decir cosas curiosas y divertidas.
– ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
– Proyectos hay muchos, me encantaría dirigir otra película, pero soy de los que piensan que es mejor no hablar de los proyectos hasta que no sean una realidad.
– Para finalizar, un mensaje para los onubenses
– Que espero verlos a todos el domingo en Mandala, que se lo van a pasar muy bien y van a disfrutar mucho.
Muchas gracias Pablo
2 comentarios en «Pablo Carbonell: «Tengo muchísimos amigos en Huelva desde mi adolescencia y le tengo mucho cariño a la ciudad»»
Pablo desbordó simpatía y humor ácido en su actuación de anoche. No había más de 100 personas pero la gente se rió mucho con la naturalidad de un tipo muy particular, polifacético y estrambótico. También recordó algunas de las mejores canciones de su época de Toreros Muertos pasadas por la turmix del tiempo. Gracias a este digital por hacerle la entrevista y haber podido ir a verlo.
Estoy entusiasmado de encontrar posts donde ver informacion tan practica como esta. Gracias por facilitar este post.
Saludos