HBN. Cruz Roja Huelva, en colaboración con los Ayuntamientos de Cartaya y Moguer, se ha hecho cargo de los dispositivos de prevención, socorro y salvamento en las playas de Nuevo Portil y Mazagón. En estos dos enclaves, Cruz Roja y los municipios han mantenido un operativo integrado por cinco puestos de socorro, dos embarcaciones de salvamento, dos ambulancias, dos vehículos de apoyo y más de 30 técnicos y voluntarios altamente cualificados, un dispositivo que ha realizado más de 800 intervenciones de atención y salvamento entre los meses de junio y septiembre.
A lo largo de este periodo, los dos equipos de salvamento de Cruz Roja Huelva rescataron a 24 personas que se encontraban en situación de peligro en el agua, bien por descuidos o desconocimiento de la playa, bien por el uso de colchonetas y tablas o la práctica de deportes que pueden entrañar riesgos.
De igual modo, el operativo de Cruz Roja, gracias al equipamiento de sus vehículos y la especialización de su personal, se encargó de evacuar a 26 personas cuyos síntomas requerían el traslado a centros hospitalarios.
Así mismo, el equipo llevó a cabo 807 atenciones sanitarias para asistir incidencias como pequeñas heridas, contusiones por caídas, picaduras, insolaciones y golpes de calor y quemaduras solares. De igual modo, el dispositivo ayudó en la búsqueda de 56 menores pérdidos, a los que devolvieron a sus familias sin que hubiera que lamentar daño alguno.
Este equipo humano, formado por socorristas acuáticos, patrones de embarcación, enfermeros y conductores de ambulancia, recibe formación especializada a lo largo de todo el año, para intervenir con la máxima rapidez y eficacia posible ante cualquier incidencia que se produzca en la zona de baño.
Aparte de los dispositivos preventivos y de socorros, emergencias y salvamento, Cruz Roja insiste en la importancia de la prevención con diferentes campañas de sensibilización para reducir riesgos en las zonas de baño y para ofrecer consejos y recomendaciones para evitar incidencias.
Datos a nivel nacional
Durante esta temporada, del 21 de junio al 15 de septiembre, Cruz Roja Española ha estado presente en casi 300 playas del litoral español, con un despliegue de 1.420 profesionales que han velado por la seguridad y la salud de bañistas y visitantes, realizando más de 93.000 intervenciones. La mayor parte de ellas han estado relacionadas con heridas y traumatismos leves, la exposición excesiva al sol y patologías previas de las personas usuarias que manifestaron síntomas durante su estancia en la playa, entre otras.
Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable del Programa de Playas de Cruz Roja, explica que “los servicios de vigilancia, salvamento y socorrismo en playas son fundamentales para muchos municipios. En Cruz Roja consideramos que es muy importante planificar la gestión de estos servicios de forma adecuada y asignarle los recursos que merece, para garantizar la seguridad de las personas y evitar incidencias”.
En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, existen varios tipos. Por un lado, mayores de 65 años; niños y niñas debido a heridas, contusiones leves, golpes de calor o extravios en los arenales; personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por factores como el efecto de las altas temperaturas o la deshidratación; también personas extranjeras que desconocen el idioma y las condiciones de la playa; y jóvenes que en algunos casos adoptan conductas inseguras o imprudentes, por omisión o desconocimiento, como el acceso por zonas no permitidas o peligrosas, por bañarse bajo el efecto del consumo de sustancias, así como a causa de las zambullidas o por alejarse demasiado de la costa.
Cruz Roja lleva a cabo su servicio de vigilancia en playas y otras zonas de baño con una atención social y humanitaria, más allá de la sanitaria, con el objetivo fundamental de salvar vidas. Todo ello, mediante una labor preventiva e informativa dirigida principalmente a los colectivos más vulnerables, la utilización la tecnología aplicada al rescate de personas y la implicación de un equipo humano con una alta cualificación y formación, entre otras.
Más allá de las asistencias sanitarias (61.000) o de los rescates de personas (2.000), Sánchez Arrocha apunta que “también se realiza una importante labor de asistencia social como el baño adaptado para personas con movilidad reducida en 90 playas, la búsqueda de personas extraviadas, así como actividades medioambientales y de tiempo libre o los talleres de primeros auxilios a pie de playa, entre otras”.
Además de estas intervenciones, Cruz Roja se vuelca además en la puesta en la prevención de accidentes, por lo que esta temporada ha lanzado más de 180.000 mensajes preventivos a bañistas y embarcaciones.