Miguel Mojarro. En la festividad de los tres Arcángeles, el Casino Minero de Corrales abrió la sala de su magnífica biblioteca a los casineros que quisieron compartir una celebración única en la vida de cada Casino.
Bajo el epígrafe de «Coloquio del Centenario: El futuro de los Casinos de Huelva», varias decenas de personas se dieron cita para oír y opinar.
Allí estaban socios y directivos (y otros) de varios Casinos onubenses. Estaba uno de los Fundadores de la Asociación Casinos de Huelva, Manuel Parralo, con su brazo derecho «Coro» y otros directivos. El Presidente del Casino de Almonte, Francisco García, bien acompañado por su fiel directivo Juan Francisco Del Pino. Una representación del Casino de Beas y otra del de Trigueros con José Antonio Cáceres, nuestro viejo amigo de los inicios de la Asociación Casinos de Huelva. Paterna del Campo, representado ampliamente con José, Fernando y Salvador. Y el propio Casino Minero de Corrales, con una nutrida representación de socios y directivos: Blas, Manuel (El Vice y otro más), Benito, Manuela, José Luis (El Secre), Isabel, María Cristina (Mi amiga de Punta), … . La siempre agradable presencia del Presidente de Aroche, Rafael Candeas Rodríguez y su Señora, que enarbola siempre la bandera de buen casinero. La Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Aljaraque, Irene Ruiza. El también centenario Casino El Centro, de Nerva, con su Presidente Francisco José Vázquez, que tuvo la gentileza de venir acompañado de su esposa, casinera de pro. Y otros muchos que compartieron y aportaron su amable presencia. Y el asociado número uno de la Asociación Casinos de Huelva, Benito de la Morena, que honró con su apoyo un centenario para recordar.
En la Mesa, como es preceptivo, el Presidente del Casino Minero de Corrales, que para eso ha estado semanas enteras dejando parte de su sueño y su asueto al servicio de este evento. Ya sabemos que nadie le dará las gracias, porque los humanos somos así de olvidadizos, pero quede aquí constancia de sus desvelos. Para que la posteridad sepa que tras la celebración de un Centenario hay muchas horas de trabajo desinteresado. Dicho queda.
Javier Gavaldá Compañy, que así se llama tal Presidente, abrió la sesión brevemente, para presentar al resto de integrantes de la Mesa: Miguel Mojarro, como Presidente de la Asociación Casinos de Huelva, José Martín Gómez, como ex alcalde de Aljaraque y socio clave en días difíciles y Juan Antonio Hipólito, moderador que tendría la no fácil tarea de controlar los afanes de abuso en las intervenciones.
Pepe Martín (Él quiere que se la mencione así), abrió el fuego con una apelación al carácter multicultural de los casinos y la necesaria y deseable relación cooperativa con las instituciones, de lo que tiene amplia experiencia. Y rica, a juzgar por sus desvelos en situaciones difíciles en el Casino de su localidad.
Pepe Martín, además de su labor como escritor de temas emergentes en el interés de los lectores, es excelente dominador de la palabra hablada, con la que comunica claramente ideas que no deben echarse en saco roto por los casinos que la oigan o lean. Buen fichaje del Casino Minero, para presumir de socio de calidad. Abierta está la puerta para asociados de esta estirpe intelectual.
Como no podía ser menos, al final del acto el Presidente obsequió a Pepe Martín con un recuerdo que ocupará lugar principal en sus paredes y en su sentimiento.
La ponencia que daba entrada al coloquio y marcaba el tema, corrió a cargo de Miguel Mojarro, que, como Fundador de la Asociación Casinos de Huelva, ha estado compartiendo con el Presidente del Casino Minero las tareas de organización y gestión de este evento.
Su propuesta, apoyada en imágenes pertinentes de Casinos de Huelva, se centró en un análisis breve de los orígenes de los casinos, su función social a lo largo de más de un siglo en los pueblos y la necesidad de no caer en las desidia de dejarlos morir.
Una revisión de los once casinos desaparecidos en los últimos años, permitió tener constancia rigurosa de estos hechos y los motivos de su cierre. Sin emitir opinión sobre las causas, Mojarro mostró una idea somera de factores que influyeron en este hecho doloroso de la desaparición.
Y siguió la ruta prevista del acto, ya en manos del Moderador, que tuvo que emplearse a fondo en algunos momentos. El problema era mantener el control de los tiempos y evitar derivaciones hacia temas que no formaban parte del objetivo de este Coloquio. Son derivaciones interesantes, pero que impiden centrarnos en el fin de esta reunión.
Pero para eso, el Casino Minero de Corrales trajo al mejor moderador del Sur, Juan Antonio Hipólito, periodista en medios de comunicación (Prensa y Radio), del que solamente podemos decir que tiene dos cualidades: Sabe lo que tiene que hacer y sabe hacerlo bien. A ver quién da más …
Pero Hipólito tiene una pareja de hecho, Alexis Esteban, sin el cual no sabe estar. Alexis es el brazo articulado de Hipólito en el manejo de las aparatos audiovisuales, que dan apoyo a sus «manejos» organizadores. Buen tándem para un buen trabajo. Gracias a los dos. El Casino Minero de Corrales siempre estará agradecido a quienes aportan su presencia y su profesionalidad.
Hay que decir que la presencia de ambos ha sido absolutamente generosa, que es algo no habitual en este mundo excesivamente pragmático.
También Hipólito recibió un obsequio del Casino Minero, consistente en una cerámica conmemorativa y un libro de Alex Grijelmo, que todo periodista que se precie debe tener en su mesilla de noche.
Y hablaron los asistentes. No todos, pero bastantes y de manera interesante. Se habló de las dificultades que los casinos tienen para captar socios que cubran las naturales bajas que se producen, de la contradicción entre los ingresos y los gastos, … y de otras «lindezas» que traen de cabeza a los directivos que sufren una situación llena de dificultades. De todo ello se realizará resumen escrito y se enviará a los asistentes y algunos casinos que justificaron su no asistencia.
Un casino, Aroche, que es ejemplo de una gestión integradora en la localidad, dejó en el aire sugerencias e ideas que conviene tener en cuenta, si se quiere ser honesto en las tareas propias de un directivo.
Su Presidente, Rafael Candeas, dejó clara su militancia en la vida casinera y su participación en actos que, aunque lejos, requieran la presencia de compromisos personales que no son muy frecuentes. Pero en Aroche pueden presumir de tener gente comprometida en la labor casinera, porque el Casino de Aroche es centro no cuestionado de todo cuanto huela a cultura y sociedad en la localidad. Algo de culpa tiene que tener la gestión de su Presidente.
También estaba allí un presidente que puede decir que ha sufrido momentos difíciles, semejantes a los de Corrales. Tan semejantes, que podemos decir que en ambos casos, sus casinos estuvieron a diez minutos de la desaparición. Y en ambos casos, la generosidad de dos personas lo evitaron: Francisco en Nerva y Javier en Corrales.
El Casino El Centro, de Nerva, de la mano de Francisco José Vázquez, ha superado crisis y momentos agónicos y se ha convertido en referente cultural de la Cuenca Minera. En artículo próximo desarrollaremos la actividad que este casino ha llevado a cabo en los últimos años y las causas que han permitido su salvación y posterior desarrollo.
Francisco, representando desde su centenaria existencia como uno de los casinos más antiguos de Huelva (120 años cumplirá en breve), regaló a Javier, nuevo centenario, una placa en recuerdo de este evento. Ya son dos los casinos de la historia minera de Huelva hermanados por centenarios compartidos. Cunda el ejemplo y vengan a esta forma de hermandad los casinos que alcancen esta categoría de «anciano sabio».
Y también estaba allí José Antonio Cáceres, amigo de batallas iniciales en la Asociación Casinos de Huelva y compañero en esas gestiones primeras que dan trabajo y quitan sueños. Depositario de la documentación inicial de aquellas semanas de creación y gestiones, fue uno de los colaboradores importantes que la Junta de Fundadores tuvo durante la fase de aprobación por la Junta de Andalucía. Verlo en actos como el de Corrales, habla claramente de su implicación casinera y su vinculación con los objetivos de dicha Asociación.
También a Cáceres le debo personalmente el honor de ser socio de su Casino, el de Trigueros, uno de los más bellos de Huelva. Comparto con él este placer.
Y llegó el momento de los agradecimientos. Por eso, Javier Gavaldá, como Presidente del Centenario, cumplió con su tarea con la calidad personal y honestidad que le caracterizan. Porque ser agradecido es de bien nacido, que lo que dicen los refranes no siempre es cumplido.
Hay que decir que ni Pepe Martín ni Miguel Mojarro, han hecho ningún sacrificio en ayuda o colaboración con este Casino Centenario. Uno y otro, solamente han colaborado con un casino que ha sabido luchar para sobrevivir y está cumpliendo una tarea meritoria en aras de recuperar sus valores históricos y, lo que es no menos importante, su condición de «casino», que no es poco logro.
Pero Javier, entre sus cualidades (De sus defectos hablaremos otro día, que hoy no toca), tiene la de saber estar en su silla (Que no poltrona), para afrontar las tareas que nobleza obliga. Por ello, hizo entrega a Pepe Martín y a Miguel Mojarro de sendos recuerdos de cerámica, únicos y personalizados, en los que se expresa la condición de Socios de Honor de ambos. Preciosos y para lucirlos en lugar preferente.
En el caso de Miguel Mojarro, en tanto que miembro de la Junta de Fundadores de la Asociación Casinos de Huelva, su participación y colaboración con este Centenario, ha sido especialmente intensa, por motivos obvios, por la vinculación emocional con este Casino Minero y porque el trabajo e ilusión de su presidente obliga a estar a su lado.
Por cierto, nada de esto hubiera sido posible sin la colaboración enorme de nuestras dos azafatas preferidas: La «Virgen María» y «Salomé», que dejaron su misión en el Belén (Magnífico Belén) de Corrales para convertirse en receptoras de calidad de cuantos llegaban a este acto.
Por algo fueron elegidas para esto por el Presidente, que ha demostrado que sabe seducir al personal con el que comparte ese escenario de moda que es el Belén. A modo de «cotilleo», podemos decir aquí que hay solicitudes de más allá del rio Tinto para obtener la presencia de este elenco navideño.
De momento, nos quedamos con el placer de haber tenido a nuestras azafatas preferidas con nosotros en este Centenario. Un lujo para el Casino Minero.
Esta cerámica conmemorativa es especialmente grata, por ser una forma de materializar un trabajo compartido de muchas semanas. Es «el principio de una larga amistad», como diría Bogart. O Claude Rains, que nunca lo he sabido.
Haremos lo mismo cuando llegue el segundo centenario.
Equipo Azoteas