La COE número 22 se reunirá en Huelva para conmemorar el cincuentenario de la Compañía

Patricia Hidalgo. A José García Montes (Huelva, 1952), militar retirado, se le enciende la voz cuando habla de su querida COE número 22. No es para menos. Las Compañías de Operaciones Especiales (COEs) fueron pequeñas unidades militares especializadas en la defensa del territorio. Las COEs vinieron a cubrir, entre 1968 y 1985, las nuevas necesidades operativas que planteaba la guerra moderna. Las misiones, cada vez más sofisticadas, precisaban de grupos de soldados expertos en la orografía del terreno y sus limitaciones, de forma que pudieran hacer frente tanto física como psicológicamente a acciones limitadas en el tiempo.

En concreto, la COE número 22 “Miguel de Quero” estuvo de guarnición en Huelva dieciséis años, entre 1969 y 1985, año en el que, al amparo del Plan Meta, se produce su reestructuración, pasando a formar parte definitiva del Grupo de Operaciones Especiales, GOE II “Santa Fe” de Granada. La COE, como comúnmente se la conoce, estuvo en el Cuartel del Carmen, lo que hoy forma parte integramente del campus universitario de la Universidad de Huelva y por ella pasaron más de mil “guerrilleros» tanto de la provincia como del resto del España.

García Montes, quien entonces era Cabo Primero y Sargento, recuerda la vida allí con mucho cariño: “comparada con otras compañías que realizaban su labor en acuartelamientos de montaña, la climatología en Huelva nos permitía una vida muy placentera” Además, el trabajo acompañaba: “era muy entretenido y variado, todos los meses se hacían durante al menos diez o doce días distintas prácticas sobre los conocimientos teóricos adquiridos en el cuartel: de topografía, muy importantes en nuestras sierras, de desenvolverse en medios acuáticos, (nadar, bucear, remar mantenimiento de embarcaciones y equipos) de armamento y tiro, de transmisiones y de explosivos y la más llamativa y recordada por todos, las de supervivencia. Todos estos conocimientos se ponían en práctica durante la fase de “guerrillas” donde el “enemigo” eran nuestros propios compañeros del Ejército. Además realizábamos preparación física diaria, que duraba hora y media, e Instrucción de Combate, con el paso de la Pista Americana y de Aplicación.”

Reunir a todos los que vivieron aquella misma experiencia es la misión que se han propuesto García Montes y un grupo de antiguos mandos liderados por el General Sanjuan. Para lograrlo llevan más de tres meses peinando internet, con el mismo espíritu con el que antaño recorrían las sierras de Huelva, en busca de sus queridos compañeros. Han abierto una página en la red social Facebook con el nombre de “50 Aniversario COE 22” y habilitado un correo electrónico para que los interesados puedan informarse [email protected]. Al margen de la batalla digital, han activado una verdadera guerrilla boca a boca dispuesta a dar a conocer el acto de reencuentro. Y es que, para este grupo, como reza su lema, pocas cosas parecen imposibles: «Lo dificil se hace inmediatamente, en lo imposible se tarda un poco más». 

Mientras tanto han comenzado a organizar el evento que se desarrollará en las instalaciones del propio campus de El Carmen, en el mismo lugar donde entonces se albergaban los dormitorios de los guerrilleros y las oficinas de Mando de la Unidad: “contamos con la exquisita colaboración del Rectorado de la Universidad. Nos pusimos en contacto con la Vicerrectora a la que le expusimos las necesidades del evento y por su parte todo han sido facilidades”, explica el militar.

Aunque aún quedan muchos detalles por cerrar, se prevé que el acto comience con el recibimiento de los Veteranos Guerrilleros en el Salón de Actos del campus, a los que el General Sanjuan les saludará y les dará la bienvenida al Acto. Posteriormente tendrá lugar un pequeño homenaje al primer capitán que tuvo la Compañía, el hoy Coronel en situación de Retirado, D.Tomás Varela Gomez, quien estuvo al mando de la misma hasta 1978. A continuación, como explica García, tendrá lugar uno de los momentos más esperados, un almuerzo donde los antiguos guerrilleros tendrán tiempo para recordar sus hazañas: “comeremos en el propio comedor de la universidad un menú que se hizo característico los domingos cuando estábamos de ejercicios en el campo: paella, chuletas con patatas fritas, fruta, pan y vino con gaseosa además de algunas cervezas”.

Una jornada que, en definitiva, busca recuperar lazos perdidos, viejos compañeros e historias de cuartel y amistad. Un acto que, ante todo, significa la recuperación de un pedazo del patrimonio cultural y de la historia de la ciudad: donde ayer hubo militares hoy hay estudiantes y libros. La historia avanza.