Mari Paz Díaz. El Parque Nacional de Doñana sigue siendo un paraíso, no sólo por su ecosistema natural, sino también por la riqueza de su ecosistema, que lo convierten en un lugar único cuando se habla de investigación. Así lo han vuelto a demostrar investigadores de la Universidad de Huelva, en conjunto con la Universidad de Sevilla, que acaban de detectar, mediante un sofisticado análisis, la presencia de antibióticos en el cangrejo rojo americano (Procambarus Clarkii), una especie invasora del parque, a partir del cual se ha desarrollado este revelador trabajo de investigación.
Un trabajo realizado por los grupos de investigación de los profesores Miguel Ángel Bello-López, de la Universidad de Sevilla, y José Luis Gómez-Ariza, de la Universidad de Huelva, que han detectado la presencia de Sulfametoxazol, antibiótico usado para el tratamiento de infecciones urinarias, y Flumequina, antibiótico usado frecuentemente para tratamientos veterinarios. El trabajo, dirigido por la profesora Rut Fernández-Torres, de la Hispalense, forma parte de la tesis doctoral de la estudiante Julia Kazakova, y ha empleado una técnica basada en la energía de microondas para el tratamiento de muestras y posterior análisis mediante una técnica de separación acoplada a espectrometría de masas.
El procedimiento desarrollado permite analizar simultáneamente 21 productos farmacéuticos, pertenecientes a diferentes clases terapéuticas en niveles muy bajos de concentración. El método se aplicó a muestras capturadas en la zona del Parque Nacional de Doñana, encontrándose resultados positivos en dos puntos de muestreo, correspondientes al arroyo del Ajolí y Matochar, donde existe presencia de explotaciones ganaderas y descargas de depuradoras de aguas residuales.
Tal y como explica la directora del proyecto Rut Fernández-Torres, profesora en la Universidad de Sevilla y miembro del Grupo de Investigación de José Luis Gómez Ariza y Tamara García Barrera ‘Análisis Medioambiental y Bioanálisis’, «el método que hemos utilizado con el análisis de 21 compuestos farmacéuticos de uso general, tanto en humanos como en el ámbito veterinario, se ha realizado en el cangrejo rojo americano, puesto que, no siendo autóctona de la zona, es invasora y está muy implantada en Doñana y su entorno, como sucede, por ejemplo, en arrozales que llegan hasta Sanlúcar de Barramaeda. Por este motivo, nos decantamos por este animal, porque podía ser un buen bioindicador». En concreto, el objetivo del proyecto era relacionar la presencia de contaminantes en especies presentes en Doñana y encontrar biomarcadores en los animales que indiquen si han estado sometidos a estos contaminantes, como sucede en este caso con los medicamentos, que, como confirma Fernández-Torres, «se consideran contaminantes emergentes». En definitiva, se trata de estudiar la presencia no solo de la sustancia tomada, sino también de cualquier otra sustancia que aparezca alterada en el organismo animal y que indique que este ha estado sometido o expuesto a dicho contaminante.
En concreto, «de las muestras recogidas a lo largo de un año, en 5-6 puntos, se ha detectado la presencia de dos compuestos en estos animales: un antibiótico, Flumequina, de uso veterinario, y otro antibiótico, que suele utilizarse en las infecciones de orina. Sustancias que podrían proceder de las aguas residuales, dado que las depuradoras no son capaces de eliminar estos elementos médicos de forma eficaz, sin olvidar la cercanía de explotaciones ganaderas, que puede provocar que los cangrejos lo asimilen en su vagina por las correntias de agua. No sabemos qué cantidad hay, pero sí que han dado positivo en estos medicamentos».
Este estudio se enmarca dentro de un proyecto que se inició hace tres años, financiado por el Ministerio de Ciencia, Investigación y Universidades. Un trabajo que ha dado muy buenos resultados, puesto que estos datos han sido publicados en la revista Journal of pharmaceutical and biomedical analysis, una edición de gran impacto científico, al tener un perfil de primer nivel cuando hablamos de química analítica.
Además, se trata de los resultados obtenidos tras la primera anualidad, por lo que en el futuro saldrán publicados otros trabajos. Por el momento, Fernández-Torres se muestra «muy satisfecha por el resultado de esta investigación, especialmente por Julia Kazakova, primera autora del artículo, ya que el ensayo forma parte de su tesis».
En definitiva, un estudio que cuenta con un gran interés para la comunidad científica desde el punto de vista medioambiental, ya que su objetivo ha sido el buscar bioindicadores de contaminación en una zona con tantos valores como Doñana.