Redacción. Las aguas de baño de las playas onubenses se encuentran dentro de los niveles de calidad adecuados, según el informe que ha elaborado la Consejería de Salud, en base a los análisis realizados por la Secretaría General de Salud Pública y Consumo, durante la segunda quincena de julio sobre el estado del litoral en el inicio de la temporada de baño veraniega.
La Consejería de Salud ha vigilado los 374 puntos de muestreo en las 346 zonas de baño marítimas y 28 zonas de baño continentales andaluzas, de las que 46 de los puntos censados pertenecen a la provincia de Huelva, repartidos en 19 zonas de baño pertenecientes a 9 municipios onubenses.
Las muestras de agua han sido analizadas para determinar los diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, como los macroscópicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes, restos orgánicos y cualquier otro residuo –de cristal, plástico, caucho, madera, que pueda afectar a la salubridad de las aguas y se considere de interés sanitario.
Andalucía es la comunidad autónoma que controla el mayor número de playas y de kilómetros de costa de todo el país, 581 kilómetros distribuidos en 263 playas. El Programa de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Baño se basa en el seguimiento analítico; realizar las actuaciones sanitarias en casos de incidencia –que pueden ir desde las limitaciones de uso hasta la prohibición del baño, o incluso la clausura de playas-; la coordinación con ayuntamientos y administración ambiental y la información pública a la ciudadanía.
Las continuas labores de vigilancia de la calidad de las aguas de baño permiten elaborar quincenalmente informes sobre el estado sanitario de las aguas de baño que la población puede consultar en la web de la Consejería (www.juntadeandalucia.es/salud/) hasta que finalice la temporada de baño el 30 de septiembre de 2018, en las zonas de baño de temporada larga y hasta el 26 de agosto de 2018 en las de temporada corta.
Hay que recordar el importante papel de los Ayuntamientos, encargados de mantener las condiciones de salubridad de las zonas de baño, vigilar los posibles puntos de vertido y adoptar las medidas que les requieran las administraciones sanitarias y ambientales.