Jesús Copeiro. Se cumple este año, el 150 Aniversario de la llegada del ferrocarril a Valverde. En otras palabras, la llegada de la primera locomotora de vapor a nuestra ciudad, hecho que tuvo lugar el 28 de julio de 1868.
El ferrocarril de Buitrón a San Juan del Puerto, nuestro ferrocarril, es el primero de los construidos en la provincia de Huelva. Es por lo tanto anterior al de Tharsis (1871) y anterior al de Riotinto (1875). Es también el primero entre los ferrocarriles andaluces de vía estrecha y el tercero entre los ferrocarriles nacionales de vía estrecha, después del de Sama de Langreo a Gijón y el de Carcagente a Denia.
Cuando a mediados del siglo XIX Gran Bretaña agota sus minas de cobre y el azufre siciliano no es suficiente para cubrir sus necesidades, dirige sus ojos hacia las minas de pirita de Huelva, ricas en cobre y azufre. Y numerosas empresas extranjeras, principalmente inglesas, aterrizan en nuestra provincia para adquirir bien por compra o arrendamiento minas propias, para asegurarse el suministro de las materias primas. Una de estas compañías adquiere la mina de Buitrón y durante varios años realiza el transporte de mineral a lomos de cientos de burros y mulos, campo a través, desde la mina de Buitrón a la ría de San Juan del Puerto. Al poco tiempo decide construir un ferrocarril, ya en boga en otros países.
En la primavera de 1867 se inician las obras del ferrocarril empezando en San Juan del Puerto. Los materiales se traen desde Inglaterra en barco y se van transportando a medida que avanza el ferrocarril. El 5 de mayo de 1868, es decir, al año de haberse iniciado las obras, llega la primera locomotora a Los Pinos, y dos meses después, el 28 de julio, llega el ferrocarril a Valverde. Los valverdeños asisten asombrados y boquiabiertos a la entrada de la locomotora Victoria, con su “estridente silbido y jadeante resoplar”.
Hasta aquí el terreno había sido llano y sin grandes dificultades, pero el último tramo Valverde-Buitrón, presenta un peor relieve. Hay que construir un túnel a la salida de la población y un puente metálico al final de la línea. Por fin, el 1 de septiembre de 1870, llega el primer tren a la mina de Buitrón. El ferrocarril ya está acabado, tiene una longitud de 48,8 kilómetros y una anchura de vías de 1.067 milímetros. En su construcción se ha tardado poco más de tres años: un año entre San Juan y Los Pinos; dos meses entre Los Pinos y Valverde; y dos años entre Valverde y Buitrón.
Las obras fueron dirigidas por el autor del proyecto del ferrocarril, James Bull (que adoptó el nombre de Diego), ingeniero de minas inglés, que fue el primer director gerente del ferrocarril hasta su marcha a Inglaterra en 1905. Su cariño por Valverde fue tan evidente que puso a la hermosa mansión de estilo victoriano que tenía en Hove, en el sur de Inglaterra, el nombre de Valverde House, en recuerdo de los cuarenta años de permanencia en nuestra tierra.
No deseando depender únicamente de la mina Buitrón, la Compañía inglesa compra las minas Poderosa y Concepción en 1874. El ferrocarril aumenta su recorrido con la incorporación de nuevos ramales: Empalme-Zalamea en 1874, Zalamea-Mina Poderosa en 1876, Mina Sotiel-El Cuervo en 1886 y Zalamea-Mina Concepción en 1906.
Tras Diego Bull llega a Valverde, John Cresswell, ingeniero de minas, segundo director del ferrocarril. Su periodo abarca desde 1905 a 1919 y lo hace con una nueva entidad, The United Alkali Company Limited, que va a revolucionar el ferrocarril heredado por DiegoBull. Nada más llegar, compra la mina Sotiel a los portugueses y la mina Tinto-Santa Rosa a los belgas, en 1905; levanta las oficinas de la estación en 1907; construye el ramal Sotiel a Tinto-Santa Rosa en 1909; los talleres del ferrocarril en 1911; la Casa Dirección en 1913; habilita un pequeño hospital en 1915 (lo que es hoy el bar-mesón el Pasaje); construye una acera de casas con jardines para los empleados españoles de la Compañía en la calle Real de Arriba, en 1916; y levanta cuatro bungalows en la playa de Punta Umbría para descanso del personal inglés, en 1917.
El periodo de John Cresswell es el más floreciente que tuvo la compañía inglesa, con 2.500 personas empleadas (1.700 en las minas y 800 en el ferrocarril). La entidad inglesa The United Alkali Company Limited, fue la mayor compañía que jamás hubo en Valverde. Todas las familias valverdeñas han tenido algún antepasado trabajando en ella.
Carlos Kaesmacher, ingeniero de minas belga, es el tercer director. Su periodo abarca desde el año 1919 a 1929 y no realiza grandes cambios en el ferrocarril, pues lo había heredado del anterior director en la mejor situación técnica y económica posible. Este ferrocarril y sus cuatro ramales constituyen un conjunto de casi 100 kilómetros en plena explotación. El ferrocarril de Buitrón no sólo transporta el mineral de sus cinco minas: Buitrón, Poderosa, Concepción, Sotiel y Tinto-Santa Rosa, sino el procedente de otras minas próximas, como San Platón, Angostura y Esperanza, Soloviejo, Palanco, Los Silillos y Campanario, casi todas con ramales propios a la línea general.
La etapa del cuarto y último director, el ingeniero de minas londinense Hugo Maidment (1929-1942), fue la más difícil, la más complicada: le tocó el cierre progresivo de las minas, la supresión del servicio de viajeros, la guerra civil, la guerra mundial y finalmente la marcha de la Compañía inglesa.
El 1 de enero de 1942 los ingleses abandonan el ferrocarril que pasa a manos del Estado español. El ferrocarril siguió funcionando hasta el 30 de abril de 1969 en que cerró por falta de rentabilidad. Eran las seis de la tarde de aquel día cuando el silbato de la Estación, como era conocido popularmente, sonó por última vez con un silbido prolongado que, poco a poco, se fue apagando como un lamento triste y agónico por un ferrocarril que moría sin remedio. Tras el cierre del ferrocarril y por espacio de cuatro años, una docena de trabajadores continuaron al servicio del Estado en labores de liquidación y desguace, hasta el mes de abril de 1973.
El recuerdo de este ferrocarril permanece todavía vivo en la memoria de muchos valverdeños.
La huella dejada por los ingleses. La comunidad inglesa asentada en Valverde del Camino no fue muy numerosa, pero se mantuvo durante casi cien años, creando un gran impacto en la vida social y económica del pueblo. Sus miembros no se mantuvieron aislados en grupos cerrados o ghettos como en otras comunidades inglesas de la provincia, sino que en general contactaron con los nativos, vivieron en sus calles y algunos llegaron a casarse con valverdeñas. Apellidos tales como Fleming, Howard, Daniel, Fish, Lindon, Macklena, Haffenden, permanecen o han perdurado hasta no hace mucho tiempo entre sus habitantes.
Valverde es hoy un pueblo industrial, pero Valverde es lo que es, por culpa de los ingleses, es decir, por culpa del ferrocarril. Antes de la llegada de los ingleses, Valverde era un pueblo artesanal (caldereros, herreros, campanilleros, carpinteros, zapateros). Pues bien, la llegada de los ferrocarriles trajo consigo una mayor facilidad para el traslado y venta de los productos artesanales por pueblos y minas, facilitó la adquisición de maquinaria, la llegada de nuevas materias primas, la salida de los productos manufacturados y en definitiva, supuso un cambio en el modo de vida de sus habitantes, que de artesanos se convirtieron en industriales.
Los talleres de la Compañía inglesa en Valverde, modernos y bien mecanizados, constituyeron una escuela de formación profesional, una verdadera FP para los valverdeños. Allí se formaron excelentes especialistas: mecánicos, ajustadores, fundidores, forjadores, caldereros, delineantes, contables, oficinistas. Los ingleses les inculcaron la seriedad, la organización, el método en el trabajo, el afán de superación, el cumplimiento del horario, en definitiva, el saber trabajar bien. Muchos mecánicos a la salida del trabajo, echaban una o dos horas diarias en las pequeñas industrias locales, para reparar, mejorar y modificar las máquinas de coser calzado. Y muchas de las piezas utilizadas se fabricaban en los talleres del ferrocarril de forma clandestina, sin saberlo los ingleses.
La entidad inglesa no fue precisamente generosa en sus salarios, pero ofrecía un puesto de trabajo seguro, diario y privilegiado, circunstancia que no se daba en la industria local con épocas de crisis y cierres temporales o totales. Como complemento a estos salarios la entidad inglesa concedía a sus obreros y familiares una serie de mejoras sociales importantes para aquella época, como la obtención de pan más barato, médico y medicinas gratis, y la enseñanza obligatoria y gratuita en las minas con maestros pagados por la Compañía.
En cuanto al deporte, otra huella dejada ha sido el fútbol y el tenis, que tanto arraigo tienen entre la población. El fútbol vino de la mano de Benito Daniel, jefe de contabilidad, fundador y primer presidente del Valverde F.C. y Deportiva; y el campo de tenis se construye junto a las oficinas de la estación (entre el Conservatorio y el Teatro actual).
Las escuelas en las minas. La escuela era obligatoria hasta los catorce años y gratuita, con maestros pagados por la Compañía. Los niños no podían faltar a clase, pues en caso contrario se penalizaba a los padres con cinco céntimos si no acudían a clase por la mañana y con diez céntimos si por el día completo, a no ser que estuvieran malos, en cuyo caso tenían que presentar la baja por enfermo como si fueran adultos. De donde se deduce la importancia que los ingleses daban a la enseñanza.
Edificios ingleses
Otra huella inglesa dejada en Valverde han sido los edificios:
- Casa del Cabecillo de Martín Sánchez: La primera casa inglesa construida por Diego Bull en Valverde, en 1876, de estilo victoriano. Es la casa victoriana más antigua de la provincia de Huelva y posiblemente la casa victoriana más antigua de España.
- Oficinas de la estación: Construidas en 1907, es el actual Conservatorio de Música.
- Talleres del ferrocarril: Construidos en 1911, es la actual Feria de Muestras (Femu).
- Casa Dirección: Construida en 1913, actualmente alberga el Museo de la ciudad.
2 comentarios en «150 Aniversario del Ferrocarril de Buitrón»
1867 En San Juan del Puerto,es el Km cero y es donde circuló por primera vez el Ferrocarril, en San Juan del Puerto.
El primer tramo fué San Juan del Puerto a los Pinos, 5 de Mayo de 1868.
Además por estar el Km 0, en San Juan del Puerto,la Linea es San Juan del Puerto a Buytron!.
A VER SI PROSPERA EL PROYECTO DE MUSEO DEL FERROCARRIL EN LA ANTIGUA ESTACIÓN DE AV. ITALIA Y SE PONE EN VALOR TODO ELLO