M. P. D. A la hora de elegir nuestra profesión nos podemos dejar llevar por nuestra vocación o, bien, por las recomendaciones sociales que nos marcan un camino hacia uno u otro lado, según las posibilidades que brinda el mercado laboral. Realmente, la elección no es nada fácil y son muchos los factores que pueden intervenir en ella, a pesar de la importancia que pueda tener, ya que determinará nuestro futuro y las horas de nuestra vida que dedicaremos a esa actividad profesional en cuestión. Por este motivo, muchas personas apuestan por su opción más vocacional, ya que, sin duda, se asocia, no sólo a la posibilidad de ser felices, sino a una garantía de tener éxito. Un tema del que nos puede hablar mucho la joven de 24 años Elena Mª Valladares Gata, natural de Santa Bárbara de Casas.
Y es que la trayectoria de Elena Valladares es todo un ejemplo de que la vocación puede estar por encima de todo. Graduada en Educación Infantil por la Universidad de Huelva en el curso 2011/2015, esta joven onubense pudo beneficiarse de las becas de Fundación Atlantic Copper, ayudas que conoció a través de su hermana, Ana Isabel Valladares Gata, que también fue premiada durante todos los años de su carrera universitaria. Un respaldo que le permitió su sueño de realizar unos estudios universitarios. Según nos cuenta, «para mí supuso una gran ayuda el recibir este tipo de becas, ya que para mis padres era un sacrificio tener a sus dos hijas estudiando con un solo sueldo que entraba en casa. Me permitieron conseguir, no solo el título universitario, sino también costearme otras cosas, como sacarme el B1 de inglés».
Una carrera en la que disfrutó mucho, sobre todo, durante la realización de las prácticas en un colegio de la capital, porque le encantan los niños. Sin embargo, desde siempre, le había atraído mucho el tema de la Guardia Civil. «Siempre he tenido en mente el ser guardia civil, pero, como también me gustaban mucho los niños, decidí elegir esa carrera. Los dos años de prácticas los hice en el mismo colegio de la capital y he de decir que es un trabajo muy gratificante cuando ves cómo van progresando tus alumnos. El cariño que recibes diariamente no tiene precio», nos comenta.
Todo ello motivó que tomara la decisión más importante de su vida: prepararse las oposiciones de la Guardia Civil. Una determinación que, tal y como nos explica, se produjo debido a que «una vez que terminé la carrera, al estar la situación profesional para los maestros tan difícil, me hizo replantearme lo que para mí siempre ha sido un sueño, es decir, conseguir mi traje verde. No fue fácil, porque esto implicaba irme fuera de casa, lejos de mi familia, todo con el objetivo de intentar alcanzar mi meta«. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Elena decidió dar el primer paso en octubre de 2016, cuando no dudó en «hacer mis maletas cargada de ilusiones, sin saber cuál sería el final». Efectivamente, se marchó a la Academia de la Guardia Civil, donde estudió durante todo el año, para regresar a casa durante los meses de verano.
Un esfuerzo que ha merecido la pena, porque «la noticia más esperada llegó en julio con un Apto en el examen escrito, pero todavía quedaba seguir preparándome físicamente para pasar las siguientes pruebas. Llegó octubre y tocaba volver a hacer las maletas para regresar al mismo lugar, pero sabiendo ya dónde iba y que tenía mi futuro resuelto», nos comenta emocionada.
Todo ello ha provocado que este año 2018 también haya sido bastante duro, puesto que reconoce que, «a pesar de saber que había conseguido mi plaza, hemos tenido unos 40 exámenes en estos 9 meses, por lo que no he tenido tiempo para mí». Eso sí, el resultado ha sido más que positivo, puesto que «ahora todo ha acabado y toca hacer las maletas de nuevo, pero ya a mi destino durante los próximos 15 meses». Un destino que la llevará a la provincia de Ciudad Real.
Una nueva etapa de su vida en la que está segura que echará mucho de menos Huelva, sus playas, por lo que «volveré cada vez que me sea posible, al menos una vez al mes. Cada vez que mi trabajo me lo permita».
Un ejemplo de cómo con esfuerzo e ilusión se puede conseguir todo. Por este motivo, para despedirse, Elena Valladares le dice a todos los onubenses que «persigan todo aquello que realmente les apasione, porque nada es imposible».