Redacción. El Ayuntamiento de Huelva ha comenzado las obras destinadas a peatonalizar la calle Adriano, en el Molino de la Vega. Se trata de una de las calles adyacentes a la Plaza Don Miguel, considerada el corazón de la barriada, que al cerrarse al tráfico supondrá ganar unos 1.000 metros cuadrados de superficie para la estancia y el recreo de los vecinos.
El concejal de Urbanismo y Patrimonio Municipal, Manuel Gómez Márquez, ha recordado que el cierre de calles al tráfico rodado y su transformación en espacio liberado tiene “grandes ventajas, entre las que se encuentran la disminución del ruido, la contaminación y la accidentabilidad local, así como el refuerzo de ciertas actividades comerciales y la oportunidad de convivencia entre vecinos”.
La calle Adriano está situada entre las calles Luis Manzano y Fuenteheridos y ocupa un lateral de la Plaza Don Miguel. El objetivo es unificar todo el espacio, desde los bloques. El acceso a garajes, vehículos de emergencia y la carga y descarga se garantiza apostando por el modelo urbanístico de la denominada plataforma única, que supone una superficie totalmente lisa y llana, uniforme, sin desniveles, ni bordillos de ningún tipo, donde la utilización de diferentes pavimentos, el alumbrado público y la jardinería bastan para distinguir los recorridos permitidos al tráfico restringido, de los reservados exclusivamente para el peatón.
Para ello se combinará la utilización de adoquines, terrazo y granito, alternando los colores blanco y gris para pavimentar unos 1.000 metros cuadrados y liberar una amplia zona, de unos 6,5 metros de anchura, a disposición de los locales instalados en los bajos de los edificios.
Con unos trabajos que tendrán un periodo de ejecución de seis meses, el Ayuntamiento de Huelva da respuesta a la demanda de vecinos y comerciantes, reforzando las zonas de estancia en el entorno de una plaza que actualmente cuenta con una superficie total de unos 3.000 metros cuadrados y es lugar de encuentro habitual de los vecinos y escenario de los festejos de la barriada.
La actuación se completará con un refuerzo del mobiliario urbano, entre bancos, papeleras y pilonas, el alumbrado y la jardinería, reponiendo el arbolado hasta completar una hilera de 20 naranjos. Además, se renovarán todos los sumideros, para garantizar la evacuación de las aguas.
El presupuesto de estas obras, que asciende a 120.000 euros, servirá también para garantizar la accesibilidad, con la total eliminación de barreras arquitectónicas, al habilitar recorridos accesibles, preparados para recorrer sin dificultades independientemente de la movilidad de las personas.