Redacción. La Unidad de Hemodinámica del Hospital Juan Ramón Jiménez amplía desde hoy la angioplastia primaria las 24 horas, los 365 días del año, para el tratamiento del infarto agudo de miocardio. De este modo, se extiende esta técnica como primera opción terapéutica para todos los pacientes tras sufrir este evento cardíaco de extrema gravedad, de manera generalizada para toda la provincia de Huelva.
El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, y el director gerente del Juan Ramón Jiménez, Antonio León, han informado hoy de este avance en compañía de profesionales del Servicio de Cardiología. La angioplastia primaria ya se venía realizando en la Unidad de Hemodinámica del Hospital Juan Ramón Jiménez en horario matinal, de lunes a viernes, atendiéndose a unos 80 pacientes anuales. Asimismo, se realizaba durante las 24 horas todos los días, como segunda alternativa de tratamiento, en caso de ser necesario tras la trombólisis. A partir de ahora, se incorpora la angioplastia primaria de manera continuada como primera opción, estimándose que el número de estos procedimientos podría ascender a unos 250 al año.
En el infarto agudo de miocardio se produce una obstrucción completa de una de las arterias coronarias (vasos por los que llega sangre para nutrir al corazón) que se manifiesta con unos síntomas característicos, como son, dolor intenso en el pecho, habitualmente acompañado de sudoración y náuseas, con posible irradiación al cuello y los brazos, que se prolonga por más de 30 minutos.
En esta situación, de máxima gravedad porque puede llegar a producir un paro cardíaco o bien generar una grave discapacidad posterior por pérdida de músculo en el corazón, existen varias alternativas de tratamiento. Éstas son la angioplastia primaria (cateterismo cardíaco de urgencia en la Sala de Hemodinámica del hospital de referencia) y la opción farmacológica (trombólisis).
En la trombólisis, se inyecta por vía intravenosa un medicamento con gran capacidad para disolver coágulos que es capaz de restaurar el paso de la sangre en un 60-70% de los casos. Si no es efectiva, el paciente es sometido de forma urgente a un cateterismo (angioplastia de rescate). Este tratamiento no se encuentra exento de riesgos, pidiéndose producir sangrados graves, en particular sangrado cerebral, en un 1-2% de los pacientes.
La angioplastia primaria constituye la mejor opción de tratamiento si puede realizarse a tiempo. En este caso, a través de un cateterismo urgente se restaura la circulación de la sangre gracias a la colocación de una malla llamada stent coronario. La eficacia de la angioplastia primaria es muy superior a la trombólisis, y restaura la circulación en más de un 90% de los casos, siendo también mucho menos probable la aparición de hemorragias graves. Así, si la mortalidad global de los pacientes con infarto tratados con trombólisis se sitúa en el 6-7%, con la angioplastia primaria se reduce al 3-4%.
Sin embargo, no todos los pacientes con infarto pueden ser sometidos a angioplastia primaria, siendo el tiempo un factor determinante. Para ello, se ha establecido un protocolo de actuación en la provincia de Huelva, el ‘Código Infarto’, en el que se establece cuál es la mejor estrategia de tratamiento en cada situación de acuerdo a las guías de práctica clínica. Esto supondrá que, en determinados casos, el paciente seguirá teniendo más beneficios con la trombólisis y se derivará a continuación al Hospital Juan Ramón Jiménez por si fuera necesaria la angioplastia urgente, lo cual supone también un avance respecto a la situación actual.
En la atención de este proceso cardíaco, es crucial la coordinación y rápida intervención de los profesionales implicados, fundamentalmente, los dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias de Atención Primaria, en la detección inicial; el 061 y otros dispositivos de transporte sanitario urgente; los servicios de Urgencias de los centros hospitalarios onubenses, en la estabilización inicial; la Unidad de Hemodinámica del Hospital Juan Ramón Jiménez, en la realización de la técnica; las Unidades de Cuidados Intensivos hospitalarias, en la fase aguda del infarto; y el Servicio de Cardiología en el manejo posterior. Todo ello de acuerdo a los protocolos y circuitos de pacientes consensuados en el ‘Código Infarto’ en la provincia.
Las enfermedades cardiovasculares son actualmente la primera causa de muerte en los países desarrollados y constituyen uno de los principales problemas sanitarios. Dentro de la enfermedad coronaria, la forma más grave es el infarto de miocardio, siendo la incidencia en hombres el doble que en mujeres. Los principales riesgos que predisponen a un infarto son la arterosclerosis, producida por los factores de riesgo clásicos, que son la edad (principalmente en hombres mayores de 40 años y mujeres mayores de 50), y ciertos hábitos modificables, como el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia y el sedentarismo.