A.R.E. Desde hace dos meses, el onubense Mario Domínguez Bogado está en Alemania descubriendo las oportunidades laborales que le ofrece el país germano.
El cambio de su Mazagón natal a la ciudad de Braunschweig, más conocida como Brunswick, no está resultando nada fácil, pero el joven de 26 años le están echando mucho valor y poniendo todo su empeño tanto en desarrollar su empleo como montador de muebles de cocina, como en aprender a hablar alemán.
Aunque el trabajo lo mantiene en el extranjero, su corazón y sus pensamientos están en su tierra ahora más que nunca.
– Mario, háblanos de tu empleo en Alemania.
– Trabajo en Küchen Aktuell (Braunschweig) como montador de muebles de cocina. Tengo unos meses de prueba y estoy aquí gracias a una empresa mediadora que encontré por Internet. La empresa se llama AZ Futuro, son alemanes que ayudan a los españoles. En un principio no me fiaba, pero con el tiempo me di cuenta de que no era ningún tipo de engaño y me ayudaron mucho. Y lo siguen haciendo a pesar de estar trabajando ya.
– ¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– Es la primera vez, nunca tuve la oportunidad y siempre me hizo ilusión viajar.
– ¿Cómo fueron tus primeros días allí?
– Era curioso, llegué cansado por el viaje y después de descansar me guiaron para saber dónde trabajaría, el horario y otras cosas. Me mostraron un poco el centro de la ciudad, muy bonita por cierto. Aunque después, para que engañar, al paso de los días sientes que no estás en tu sitio por lo diferente que es de tu país: las costumbres, la gente, el idioma… El principio, como imaginé antes de partir, iba a ser un poco duro y tengo días malos y otros mejores. Pero eso no quiere decir que no tenga días buenos.
– ¿Y el alemán cómo lo llevas?
– Ese es un tema bastante complicado y que me sigue sorprendiendo. He empezado ahora a aprender el idioma por mi cuenta y no llego a entender por qué me han contratado sabiendo que no sé el idioma cuando pedían un mínimo. Sin hablar de que no tengo experiencia en mi puesto actual. Lo que quiero decir es que es importante saber defenderte con el idioma y ahora me veo obligado a aprenderlo lo antes posible a pesar de trabajar todo el día y necesitar descansar no solo del trabajo. El alemán se sabe que no es una lengua fácil, sobre todo los primeros días, y por lo menos yo necesito más tiempo de lo que me piden para aprender lo necesario para trabajar y defenderme por este país. Es un punto que me preocupa mucho y estoy poniéndole todo el empeño que puedo.
– ¿Cómo es vivir allí? ¿Es muy diferente a España?
– Aunque lleve solo dos meses en Alemania, creo que he visto casi todo. Como es normal muchos países se parecen en varios aspectos, pero cuando hay algo diferente o que no existe en tu país llama mucho la atención. Aquí por ejemplo, una cosa que me gusta mucho es la amabilidad de la gente, a veces excesiva desde mi punto de vista, pero no deja de ser bueno. Hay ‘por favor’ hasta en la sopa. Pero a pesar de todo, de las comparaciones que gustan más o que gustan menos, es un país como el nuestro, solamente que hablan otro idioma.
– ¿A qué costumbres te está costando más trabajo adaptarte?
– Saludar a todos el mundo (hombre y mujer) todos los días con un apretón de manos. Me explico: llego al trabajo todas las mañanas y cada persona que me cruzo se para a darme la mano como si no me hubiera visto en días. Es un país curioso en general.
– ¿Qué opinas de los alemanes?
– Son muy educados, son difíciles de enfadar, no te echan la bronca al estilo que conocemos, ellos dialogan sobre el problema o conflicto. ¡Pero claro que se llegan a enfadar alguna vez! Por lo que me han contado, si un alemán se enfada es que ya ha aguantado mucho. También son geniales con nosotros, los españoles, les encantamos. Siempre les sale una gran sonrisa en la boca cuando se enteran de que eres español.
– ¿Ha resultado complicado hacer amigos?
– De momento no me he parado a conocer a nadie. Primero por el idioma, segundo porque no estoy asentado todavía y no sé si me quedaré aquí a largo plazo o unos meses.
– ¿Cuáles son tus planes futuros?
– Pues no lo tengo claro. He pensado varias opciones que pueden pasar y he decidido esperar a que el tiempo me aclare las cosas. ¿Ahorrar y en el futuro volver a España? ¿Quedarme aquí a vivir? No lo sé. Como ya he dicho, el tiempo lo dirá.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– La familia, los amigos, a mi perrita que vive con mis padres y otras cosas como la playa y quedar para ir a la piscina. No hay día que no me pare a pensar en todo lo que me estoy perdiendo y otras cosas que no he valorado lo suficiente cuando estaba en mi casa.
– ¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
– Cada persona es un mundo, y todo el mundo no quiere lo mismo. Yo en parte recomendaría unos meses o un año fuera para vivir la experiencia, eso sí, estando realmente preparado. Aprendes muchas cosas de la vida y seguramente, con el tiempo, aclaras tus ideas de cuál es tu presente y futuro.
– Para terminar: un mensaje a los onubenses.
– Sé que mi querida tierra tiene muchos problemas, y no es nada nuevo. Si por mí fuera estaría allí luchando por mejorar y hacer de Huelva un lugar más. Hay que sacar brillo a esta moneda de oro. Yo quiero estar allí de nuevo y ‘poder respirar un aire nuevo’ y ver agua transparente desde el paseo marítimo. ¿Podéis luchar por un mañana mejor?