Redacción. El pasado 10 de mayo se inauguraba la exposición individual del artista pintor Antonio Cazorla en la prestigiosa Bernarducci Gallery de Nueva York.
La exposición, titulada «New Paintings«, supone la segunda muestra individual del artista en Nueva York, ciudad donde ya ha mostrado su obra en numerosas ocasiones tras su acuerdo de colaboración con la Bernarducci Gallery, una de las pocas galerías de la gran manzana que apuestan claramente por la pintura realista, ubicada en el barrio de Chelsea, centro neurálgico del arte en la ciudad de los rascacielos.
La inauguración de la muestra fue un gran éxito de asistencia de público, entre los que estuvieron el cónsul general de España, Rafael Conde de Saro; la embajadora permanente en la ONU, María Bassols, y el agregado de Educación del Ministerio de Cultura, José Antonio Benedicto.
Los 13 óleos que presenta Antonio Cazorla podrán verse hasta el próximo 9 de junio. En ellos sigue mostrando sus conocidos paisajes dunares, además de nuevas composiciones con caracolas, en las que aumenta el formato para trabajar sus atractivas texturas y detalles.
También incluye la figura humana, con sus hijos como modelos. Todo esto siempre con un concepto de Realismo resultado de la combinación de construcción y poesía, en el que la técnica es esencial pero también las sensaciones que transmite la obra de arte.
Entre las obras expuestas está «Treasure Trove», una pintura de caracolas apiladas en un tarro de cristal que revela la increíble precisión y habilidad de Cazorla, en la que captura el detalle impecable de cada elemento, invitando a una inspección más cercana del espectador que puede creer a primera vista que se trata de una fotografía. También es destacable «The Promised Land», un imagen de su hija de espaldas, basada en la interacción de la luz y las sombras, que muestra la sensibilidad de Cazorla hacia sus hijos y el interés por capturar su vida interior.
La obra expuesta de mayor formato, titulada “Dunes by the Sea”, es un óleo sobre lienzo de dos metros de ancho en el que retrata uno de los mencionados paisajes dunares, el mismo que ha pintado durante muchos años intentando reflejar la espectacularidad de la luz de Punta Umbría, su pueblo natal del que es Hijo Predilecto desde 2013. El gran formato ayuda a sentirse inmerso en el paisaje y el gran número de detalles la convierte en una obra muy compleja. Es un entorno muy conocido para Antonio, en el que solía jugar cuando era un niño. Actualmente vive muy cerca y lo disfruta con frecuencia. Mientras algunos artistas suelen reflejar la ciudad de Nueva York en sus obras y las exponen en otros lugares del mundo ayudados por su carácter icónico, él prefiere mostrar este paisaje personal en una de las galerías más prestigiosas de esta gran metrópoli, para sentirse de algún modo un modesto embajador de su tierra.
De orígenes humildes, hijo de marinero y una de tantas amas de casa y a la vez incansable trabajadora, va cumpliendo sueños que no imaginó en su niñez.
Antonio Cazorla (Punta Umbría, 1971) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y ha realizado más de un centenar de exposiciones, a destacar las tres exposiciones individuales realizadas en Londres (2004, 2006 y 2008), la del Museo de Huelva (2016) y las más recientes en Nueva York (2014 y 2018), que han otorgado a su obra un reconocimiento internacional.