José Bacedoni Bravo. Diseñador de Arte Industrial y Supervisor de Obras. Supongo que el último diseño de la Placita Isabel la Católica, se habrá hecho con todo cariño mirando hacia el bien, pero los tiempos cambian, ahora hay más gente que antes, sobre todo gente «menuda» y las plantas terminan pisoteadas; las única que se salvan son las que están en los pies del monumento de Santa Ángela de la Cruz; han tenido la inteligencia de cerrar el monumento con una barandilla o cerco metálico.
Volviendo al tema en cuestión creo que se pueden corregir algunas cosas, por ejemplo: el suelo está realizado con piedras de canto rodado sobre mortero de cemento y colocados en sentido vertical, que al pisarlas duelen las plantas de los pies, y las personas mayores se tropiezan con cierto peligro. Habría que sustituirlas por una solería normal. Y, por supuesto, dotarla de los bancos típicos.
Por otro lado, hay un círculo de cuatro metros de diámetro aproximadamente bordeado de piedra lleno de tierra que en su tiempo, al parecer fue una fuente (duró poco) después se rellenó de tierra y llenó de bonitas plantas (también duró poco). Este curioso se debía de demoler y dejar libre su espacio.
En esta pequeña placita se celebran durante el año varios actos públicos y si nos fijamos en Semana Santa, allí no se cabe (las plantas durarían muy poco).
En definitiva, y resumiendo, de lo que se trata es de ganar espacios libres, para que los mayores y los niños la disfruten libremente.
Cada plaza o rincón de Huelva debe tener un tratamiento distinto.