M. P. D. Nacida en Minas de Riotinto hace 35 años, María Bárbara Guerrero Fernández es una onubense que, tras una amplia trayectoria en la que ha realizado diversas estancias en el extranjero, ha logrado ser auditora de cuentas, iniciando una nueva etapa profesional ilusionante cargada de proyectos. Un logro que viene a reforzar el perfil profesional de esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Huelva.
Durante la carrera, Bárbara se fue el último año académico a Praga (República Checa) con una beca Erasmus, una experiencia que recomienda a todos. Tras este contacto con el extranjero, esta onubense se marchó a Estados Unidos para vivir una estancia en el Iacocca Institutte de Lehigh University (Pensilvania), junto a otras dos personas que fueron seleccionadas a nivel mundial para realizar un proyecto empresarial y compartir experiencias juntos. Según nos confiesa, «antes de irme a EE.UU., me dijeron que podía continuar mis estudios haciendo una doble licenciatura en Reino Unido, así que la solicité y, estando en América, me dijeron que estaba admitida». Por este motivo, al acabar el curso estadounidense puso rumbo a Reino Unido para estudiar en la Glamorgan University de Cardiff, donde se graduó en International Business.
Interesantes experiencias en el extranjero tras las que regresó a Huelva. Fue entonces cuando le surgió el interés por el mundo de la auditoría de cuentas, una profesión para la que, además de tener la carrera, es necesario contar con un Máster en Auditoría de Cuentas, junto a experiencia profesional en un despacho de auditoría de cuentas, que, según la nueva Ley de Auditoría de Cuentas, debe ser una media de tres a cuatro años de experiencia. Una vez que la persona interesada tenga todos los requisitos, debe presentarse al examen de acceso al Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC), una prueba en la que no es nada fácil conseguir un Apto. Además, este examen se convoca cada dos años, por lo que «puedes llevarte algunos años para sacarte el título de Auditor de Cuentas. Es un examen a nivel nacional, de seis horas de duración, para resolver diferentes ejercicios prácticos. Es muy exigente», nos cuenta Guerrero.
Un anhelo que Bárbara logró en la última convocatoria, que tuvo lugar en diciembre del pasado año 2017 en Madrid. Un momento muy esperado, tras el que afirma que «ya puedo decir que soy auditora de cuentas». Una experiencia que ha querido compartir con los lectores de Huelva Buenas Noticias.
-Bárbara, ¿cuándo y por qué surge tu interés por la economía?
-Cuando estaba en el instituto tenía una asignatura de Economía, en la que te explicaban en qué consistía un balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, las empresas, el ratio de liquidez, solvencia, etcétera. Y pensé que sería interesante estudiar una carrera con la que pudiera profundizar en este tipo de temas, sobre empresas y economía en general.
-¿Cuándo te planteas hacer el examen de Auditoría?
-Antes de prepararme el examen quise probar en este sector de la auditoría de cuentas para ver si me gustaba o no. Pero me acabó gustando y decidí continuar por aquí. Así que, cuando tuve los requisitos cumplidos, tocaba dar un salto más en mi carrera profesional: hacerme auditora. Es cierto que ha sido un recorrido de mucho esfuerzo, porque trabajar y estudiar cuesta mucho, pero, al final, el esfuerzo tiene su recompensa.
-¿Cómo te preparaste la prueba?
-Es necesario buscar ayuda externa, es decir, a un profesional que prepare el examen de acceso al ROAC e invertir las pocas horas que te quedan del día a asistir a clases y estudiar. En mi caso, elegí un preparador a distancia, con el que contactaba a través de una plataforma donde me daba las clases virtuales.
-¿Qué supuso para ti aprobarlo?
-Una satisfacción muy grande ver que tu esfuerzo ha valido la pena. Anteriormente me había presentado a otras convocatorias y te desanimas mucho, porque sientes que has perdido el tiempo. Pero, con el tiempo te das cuenta que, en realidad, has ido invirtiendo ese tiempo en una carrera de fondo, en la que, cuando ves en la lista tu nombre y al lado un APTO, te das cuenta que merece la pena el esfuerzo.
-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-Me dedico a la auditoría de cuentas, realizo el trabajo de campo de las mismas y emito informes de hechos concretos e informes periciales.
-Para los no iniciados en este campo, ¿en qué consiste la labor de un auditor de cuentas?
-Nuestra tarea se centra en verificar los estados financieros que contienen las cuentas anuales y dar una opinión sobre los mismos, lo que se plasma en el informe de auditoría. Además, el auditor de cuentas es requerido para informes periciales, como la valoración de unas acciones, ampliaciones de capital, verificaciones de subvenciones… En definitiva, todo tipo de informes mercantiles, que requiera la opinión externa de un profesional independiente.
-¿Algún proyecto en el que estés trabajando?
-Actualmente, soy socia de una sociedad de auditoría, junto con otros compañeros, para reforzar tanto la calidad de los trabajos de auditoría como para dar proyección a la auditoría de cuentas.
-¿Que les dirías a los jóvenes onubenses? ¿Te sientes un ejemplo para muchos?
-Les diría que da igual donde estén, que si quieres algo, vayan a por ello, porque, a veces, quienes nos ponemos piedras en el camino somos nosotros mismos. Como diría el mensaje de un marca deportiva muy conocida: Just do it. Y lo de sentirme como ejemplo para aquellos jóvenes que quieran ser auditores de cuentas…, decirles que, para meterse en este mundo y poder lograr ser auditor siendo joven, debe gustarles mucho la contabilidad y la auditoría de cuentas para sacrificar parte de su tiempo libre mientras están trabajando.
Por último, me gustaría dar las gracias a mi familia, a mis amistades y compañeros de trabajo por todo el apoyo que he recibido en estos últimos años. Gracias por haberme acompañado en este camino para ser auditora de cuentas.