Rosa Mora. Reconoce que descubrió que la docencia era lo suyo mientras estudiaba Magisterio, especialmente cuando tuvo la oportunidad de realizar sus primeras prácticas en centros escolares. Con anterioridad, Jesús Sánchez Hernández había cursado un Ciclo Superior Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos, formación, no obstante, que cuenta a Huelva Buenas Noticias, no llegó a apasionarle. Se decantó entonces por unos estudios bien diferentes: Magisterio. Profesión que el onubense había conocido de cerca al ser su madre docente, maestra de Primaria durante más de 40 años que supo transmitirle a Jesús los encantos una profesión en la que la vocación juega un rol fundamental. Así, este joven de Huelva realizó en primer lugar Magisterio por la especialidad de Educación Física, cursando posteriormente la especialidad de Lengua Extranjera Inglés. Asimismo, clave para su actual periplo estadounidense, fue el haber realizado el máster en Enseñanza de Español como segunda lengua o lengua extranjera.
Viajar y conocer otras culturas ha estado siempre entre las prioridades de Jesús ya desde su juventud. De esta forma, su experiencia en EEUU no hace sino sumarse a otras estancias en el extranjero. Malta, Reino Unido y Suecia han sido algunos de los destinos donde el onubense ha residido. En la actualidad, desde el pasado mes de julio, el onubense vive en Tyler, una ciudad tranquila en el estado de Texas, donde ejerce como maestro en un colegio público. Nos lo cuenta en esta entrevista.
– ¿En qué momento y por qué decidiste trasladarte a EEUU?
– Llevaba ya hace unos años mirando de reojo este programa, profesores visitantes en Estados Unidos y Canadá. En marzo me comunicaron que estaba aceptado y había sido seleccionado por el estado de Texas para realizar una entrevista. Un mes más tarde, en abril, realice la entrevista y todo salió bien, el distrito que me eligió era de la ciudad de Tyler. En este programa sabes el estado por el que vas, pero la ciudad no la eliges tú, si no que cada distrito te elige a ti según el perfil que necesiten. No era la ciudad más atractiva del gran estado texano, todo el mundo estaba interesado en grandes ciudades como Austin, Dallas o Houston. Sin embargo, no estaba a disgusto, como onubense siempre he preferido ciudades pequeñas. Una vez fui aceptado por dicho distrito aún no estaba decidido, tenía un puesto de trabajo en el colegio San Ildefonso de Almería, por lo que no fue una decisión fácil ni mucho menos.
– Cuéntanos, ¿Dónde trabajas actualmente?
– Una vez que el distrito me contrató como profesor visitante, son los directores de diferentes escuelas los que nos eligen. En esta ocasión éramos siete españoles los que llegamos a Tyler el pasado julio. El centro donde trabajo se llama Griffin Elementary, es un colegio público que se encuentra en el norte de la ciudad. Imparto ciencias y escritura a tres grupos diferentes de tercero de Primaria. En esta escuela hay grupos bilingües y monolingües, los españoles somos contratados para dar clases a los estudiantes bilingües, la gran mayoría son niños ya nacidos en Estados Unidos, pero de padres mexicanos. Por lo tanto, nuestros estudiantes suelen hablar español en casa e inglés en la escuela. En mi centro dichos estudiantes reciben las clases en español solo en Infantil y primero de Primaria, una vez que entran en segundo de primaria comienzan a recibir las diferentes asignaturas en inglés.
– ¿Siempre quisiste dedicarte a la docencia?
– La verdad es que cuando salí del instituto estaba un poco perdido como muchos otros jóvenes. Decidí hacer un ciclo superior de informática y telecomunicaciones, pero me dí cuenta que no era un mundo que me apasionaba. Una vez lo terminé, decidí hacer Magisterio de Educación Física, siempre me gustó y aún me gusta el deporte y también disfruto trabajando con niños. Desde entonces ya tenía claro que quería dedicarme a la docencia, disfruté mucho con esta carrera, hice muy buenos amigos, tuve buenos profesores y las prácticas en los colegios me animaron más aún para que continuara en este camino. Mi madre también me influyó en todas estas decisiones, maestra de primaria durante más de cuarenta años, en mi casa se palpaba un ambiente docente. Cuando terminé la carrera de Educación Física decidí matricularme también en la especialidad de Inglés, estaba seguro que esto me abriría más puertas tanto en España como en el extranjero.
– ¿Estaba en tus planes trabajar fuera de España?
– A pesar de estar contento en mi colegio de Almería, siempre tenía en mente volver al extranjero, quería una aventura más que me enriqueciera a nivel personal y profesional.
– ¿Es tu primera experiencia internacional de este tipo?
– No, al terminar la carrera de Educación Física me concedieron una beca en la que pude disfrutar dos veranos en el extranjero con cursos de inglés. Mis destinos fueron Malta y Bournemouth, en el sur de Inglaterra. En estos veranos, además de mejorar mi inglés y de hacer buenos amigos -aprovecho para saludar a mis amigos malagueños- contribuyeron a cambiar mi mentalidad e incubaron el gusanillo de viajar y conocer mundo. Durante la carrera de Magisterio de inglés tuve la suerte de poder irme de Erasmus, fui con mi compañero y amigo Diego a Boras, a Suecia. Allí estudiamos diferentes materias que componían un programa para ser profesor de inglés y también hicimos prácticas en un colegio sueco. Fue una experiencia fantástica en todos los sentidos, y créanme, a pesar del frío no enfermé ni una vez, los resfriados en Huelva son peor que allí. Una vez que terminé la carrera, probé las oposiciones, aprobé pero sin tener muchas posibilidades de que me llamaran. Así que empecé otra aventura para poder coger experiencia como profesor. Esta vez mi destino fue el norte de Inglaterra, Preston. Pasé diez meses en University of Central Lancashire, allí estuve como profesor de conversación de español, mis alumnos estudiaban nuestro idioma en dicha universidad.
– Resides en Tyler, Texas ¿Cómo describirías la ciudad?
– Es una ciudad pequeña al este de Texas, a unos 80 minutos de Dallas en coche. Es un lugar tranquilo, y a pesar de que a los españoles nos viene a la mente el desierto cuando pensamos en Texas, este es un lugar muy verde, llueve bastante durante el invierno. Siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas, lo que me gusta es que no hay mucho tráfico y que todo está relativamente cerca, en coche claro.
– ¿Algún rincón favorito?
– No tengo ningún sitio en especial, quizás un parque que está cerca de mi casa, ‘Rose Rudman Park’, y a ese sí que puedo ir andando, así que me gusta darme un paseíto por allí cuando el tiempo acompaña. Otro atractivo de la ciudad es el ‘Tyler State Park’, un parque estatal a las afueras en el que se puede hacer senderismo o simplemente relajarse a la orilla del lago.
– ¿Cómo es tu día a día?
– La vida del profesor aquí es dura. Empezando por la jornada laboral, comienzo a las 7 de la mañana y salgo a las 16.00 horas de la tarde a no ser que tenga formación, que solemos tener bastantes. A las 7 trabajamos con pequeños grupos de estudiantes, a las 7.50 horas comienzan las clases. Cuando los niños tienen las asignaturas de educación física, arte o música es cuando tenemos nosotros un hueco de 55 minutos cada día que utilizamos para hablar con padres o reunirnos en equipo. A las 11.25 horas tienen recreo, yo salgo con ellos y a continuación los niños comen en la cafetería mientras yo almuerzo en la sala de profesores. Ha habido un periodo de tiempo en el que los profesores ofrecían diferentes clubs -extraescolares- los lunes y los miércoles de 15.30 a 16.30 horas, yo he impartido programación y robótica en las últimas seis semanas. Cuando llego a casa normalmente tengo que preparar algo para el día siguiente, si me quedan fuerzas voy al gimnasio y a la cama tempranito, los días se pasan volando.
– ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de la vida en EEUU?
– Ya había venido a Florida de vacaciones anteriormente, pero aún me sigue llamando la atención el tamaño de los coches, ¡Son gigantes! También me ha llamado mucho la atención en Texas y en Florida el Spanglish, hay familias que no solo mezclan en español e inglés con mucha facilidad si no que han creado palabras nuevas como “pushar” que significa empujar y la han transformado del inglés, push. En la zona donde vivo el 90% de los restaurantes son cadenas, hay pocos restaurantes “únicos” o familiares, además me sorprende que la gran mayoría de restaurantes y comercios tengan ventanillas para que puedas hacer toda tu compra desde el coche.
– ¿Algún aspecto al que te haya sido complicado adaptarte?
– Las primeras semanas en la escuela fueron duras, no estaba acostumbrado a tener este horario, el cuerpo necesitaba adaptarse, con el tiempo te adaptas al horario y al ritmo de aquí.
– Y tu tiempo libre, ¿En qué sueles emplearlo?
– Los fines de semana me gusta relajarme haciendo deporte, ya sea yendo al gimnasio o jugar al tenis. También me gusta mucho hacer senderismo, pero durante el invierno lo he dejado un poco apartado, lo recuperaré pronto. La mayoría de los profesores visitantes de España vivimos en la misma comunidad de apartamentos, así que también nos reunimos de vez en cuando. Me acabo de sacar un bono para ir al cine por el que se paga 10 dólares al mes y se puede asistir cuando uno lo desee, así que a partir de ahora también formará parte de mi tiempo libre. También disfruto estar en casa cuando el tiempo no acompaña, leyendo artículos en las redes sociales, escuchando música o viendo al recre online.
– Respecto a tu familia, ¿Qué pensó cuando tomaste la decisión de marcharte?
– Bueno, a mi madre no le hizo mucha gracia, aunque tampoco les sorprendió mucho porque siempre han conocido mi inquietud por volver a trabajar en el extranjero.
– ¿Qué echas más de menos?
– En primer lugar mi familia y amigos, este es el año que voy a estar más tiempo sin verlos, 11 meses. Echo de menos la comida de mi madre y la gastronomía de mi tierra como las coquinas, chocos fritos, jamón, etcétera. Tengo ganas de darme una vuelta por la playa de Punta Umbría y poder culminarla con un mojito en el Mosquito. ¡Y cómo no!, echo de menos de ir al Nuevo Colombino y animar al Recre.
– ¿Cuáles son tus aspiraciones?
– A pesar de trabajar mucho aquí me gustaría estar unos años más, el sistema educativo aquí es muy diferente al español con sus desventajas y ventajas, estoy aprendiendo muchísimo. Aspiro a seguir aprendiendo todo lo que pueda para mejorar profesionalmente y personalmente conociendo nuevos lugares y personas interesantes.
– Para terminar: un mensaje a los onubenses.
– Recomiendo a todos los que tengan una oportunidad de vivir en el extranjero que la aprovechen, me siento afortunado de poder haber vivido en tres países diferentes y se lo recomiendo a todo el mundo. Este tipo de experiencias te abren la mente, te hacen apreciar lo bueno que tenemos en nuestra tierra y también poder ser crítico en aquellos campos en los que necesitamos mejorar. Un placer compartir mi experiencia con ustedes.