Redacción. El Pleno del Ayuntamiento de Almonte vuelve a mostrar su apoyo a la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño declarándola como Entidad Privada de Interés Público por la importante labor medioambiental que desarrolla en el Parque Nacional de Doñana, donde trabaja en la conservación de las razas en peligro de extinción de la vaca mostrenca y el caballo marismeño, así como en la preservación de la tradición más antigua del municipio, la Saca de las Yeguas. Esta declaración permitirá ahora a la asociación tener una relación más estrecha con las instituciones y acceder a ayudas públicas para la realización de proyectos de interés para el municipio.
Con esta declaración, que ha sido propuesta al Pleno por la alcaldesa de la localidad, Rocío Espinosa, se da cumplimiento a la solicitud realizada por la propia asociación en base al Reglamento de Bienes de las Entidades Locales del Andalucía, que establece que es el Pleno municipal el encargado de declarar como tal a entidades privadas sin ánimo de lucro que tengan domicilio social en su ámbito territorial y cuyas actividades de interés social contribuyan al cumplimiento de los fines propios de ésta, para lo que se requería el voto favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, es decir, al menos 11 votos. La propuesta ha salido adelante por unanimidad de los miembros presentes, con los votos a favor de los 10 concejales del PSOE, 3 del PP y 2 de Mesa de Convergencia.
La regidora almonteña ha destacado la importancia de esta declaración para el municipio, pues refuerza a esta asociación para seguir desarrollando actividades de interés social, como velar por la continuidad de la raza autóctona marismeña, tanto en ganado vacuno como equino, o conseguir mejorar genéticamente la raza mediante el control de la introducción de sementales o la adquisición de sementales selectos, lo que a su vez “contribuye al mantenimiento de nuestras tradiciones y, en consecuencia, al desarrollo económico del municipio”, ha añadido Espinosa.
La asociación también tiene como fin conseguir que los terrenos en los que tradicionalmente ha pastado y pasta el ganado se mantengan con igual dedicación y superficie, así como gestionar la base territorial que posibilite el pasto de los animales en épocas adversas como sequías, inundaciones o epidemias, etc, además de la llevanza del Libro Genealógico de raza pura tanto de la vaca mostrenca como de la yegua marismeña.
