Rosa Mora. «Lo que más nos ha impresionado y continúa impresionándonos es la grandeza del ser humano. El ser humano es bueno y maravilloso, aunque nos intenten convencer de lo contrario», señalan en una entrevista a Huelva Buenas Noticias esta pareja que desde hace ocho meses recorre Asia. David Santana Romero, de 42 años y de Huelva, y Alejandra Martínez, de 40 años y de Gines, Sevilla [aunque se considera onubense de adopción puesto que vive en Huelva desde 2004] se encuentran viviendo una de las mayores aventuras de sus vidas.
Amantes de los viajes, disfrutando de ellos, como es lo habitual, durante los periodos vacacionales, comenzaron hace unos años a darle forma a la idea de vivir en ruta o, al menos, realizar viajes por largos periodos de tiempo. Surgió así su anterior experiencia por Latinoamérica. En 2014 hicieron las maletas y, lo que iba a ser una estancia de seis meses recorriendo el sur del continente americano, se convirtió en una gran aventura de más de 10 meses. «Durante esta experiencia por Sudamérica conocimos a muchas personas que vivían viajando o realizaban largos viajes. Al poco tiempo de regresar a casa, entendimos que nuestro verdadero sueño y anhelo era volver a coger la mochila y conocer otros países«. Comenzaron a soñar entonces con su actual aventura: recorrer Asia. Hace ochos meses embarcaron desde Moscú en la centenaria ruta del tren Transiberiano y desde entonces no han dejado de viajar. Una experiencia que en esta ocasión comparten a través del perfil en Facebook ‘Mochilean2‘. Huelva Buenas Noticias ha conversado con David y Alejandra:
– ¿Por qué Asia?
– Elegimos Asia, esta vez, porque queríamos conocer una cultura milenaria, totalmente diferente a la nuestra. Queríamos visitar sitios llenos de espiritualidad, impregnarnos de ella, comprender su religiosidad.
– Comenzasteis hace ocho meses, ¿Por qué lugares habéis pasado?
– Comenzamos el viaje en Moscú, donde nos embarcamos en la ruta del tren Transiberiano. Recorrimos más de 5.000 kilómetros, llegando hasta Irkustk. Allí conocimos el lago Baikal, el más profundo del mundo. Desde ahí bajamos en línea recta, entrando en Asia por su cara norte, atravesando la frontera con Mongolia, la cuál cruzamos, durante un mes, hasta el sur, donde se encuentra el insólito desierto del Gobi. Posteriormente, llegamos a China en autobús cama, país enorme del que durante otro mes, conocimos su capital y fuimos recorriendo hasta la región anteriormente perteneciente al pueblo tibetano. A continuación, llegamos a Nepal, un país encantador que nos cautivó porcompleto. Dedicamos tres meses a compartir y aprender de su esplendor natural y sugerente. Después, en los siguientes dos meses, cruzamos la frontera con India, llegando a la mística Varanasi y posteriormente a su agradable y tranquila zona suroeste. Desde la parte más al sur de India, pegamos un salto a las famosas Islas Maldivas. Y tras una semana, llegamos a nuestra actual ubicación, Sri Lanka.
– ¿Lo lleváis todo planificado u os estáis dejando llevar por cada momento?
– Aquí vivimos intensamente el presente, cada día es una incertidumbre. Vamos decidiendo la ruta sobre la marcha. Muchos días nos levantamos, cogemos un bus o tren, y cuándo llegamos al destino, buscamos dónde dormir. En otras ocasiones, tenemos previsto dónde y con quién quedarnos. Utilizamos muy diversas formas de financiarnos y minimizar los presupuestos. Empezando por los ahorros con los que salimos de casa -pero que es la que intentamos utilizar la última-,vendimos algunas de nuestras pertenencias, alquilamos nuestro hogar. También hacemos uso de plataformas como couchsurfing [personas que nos alojan gratis en su casa], BlaBlaCar [compartir transporte privado y gastos]. Hemos utilizado el autostop, además de intentar trabajar donde podemos, y la que más nos gusta, hacer voluntariados, donde intercambiamos horas de trabajo por cama y comida. Es la más sana para nosotros, porque no interviene el dinero y es lo que mejor se adapta al lema de ‘Mochilean2’, que es viajar, ayudar y aprender.
– Imaginamos que tendréis ya miles de anécdotas que contar.
– Las anécdotas, como tal, forman parte de nuestra vida cotidiana. Cada día es una aventura diferente, inesperada, a la que respondemos de la mejor forma que nos sale. Es una suma de innumerables momentos, que quedarán para siempre en nuestro recuerdo y que estaremos encantados de recordar. Hemos compartido, con multitud de viajeros y locales, muchos ratos llenos de risas, también de lágrimas, cariños, mosqueos, encuentros, despedidas, sueños y un etcétera infinito. Hemos vivido momentos muy intensos, en los que nos hemos planteado hasta abandonar el viaje y volver, pero ningunos tan fuente como nuestras ganas de continuar. Una anécdota muy simpática, es el encuentro fortuito que tuvimos en un templo hindú de Sri Lanka, hace pocos días, con un amigo de Huelva de la juventud, con el que hacía unos 15 años que no teníamos contacto. Y de repente, nos fundimos en un abrazo y pasamos los siguientes 3 días juntos.
– Hasta el momento, ¿Qué es lo que más os ha impresionado?
– Lo que más nos ha impresionado y continúa impresionándonos es la grandeza del ser humano. A cada lugar que llegamos, nos reciben personas de todo el mundo, que siempre están dispuestas a ayudarnos, a darnos lo que necesitamos sin pedir nada a cambio. Nos abren las puertas de sus casas y sus corazones, nos invitan a dormir, comer, nos acompañan a los lugares, siempre con naturalidad y amor. Sentimos que nos habíamos encontrado anteriormente, que ya nos conocíamos. Aprendemos juntos, tenemos los mismos miedos e ilusiones. Somos más parecidos de lo que creemos. Nos marchamos sabiendo que, seguramente, no nos volvamos a ver nunca más, pero sintiendo que seremos amigos para siempre. El ser humano es bueno y maravilloso, aunque nos intenten convencer de lo contrario.
– ¿Dónde os encontráis y cuál será vuestro siguiente destino?
– Ahora nos encontramos en Sri Lanka, donde pasaremos un total de 3 semanas y nuestro siguiente destino será de nuevo India, pero esta vez la parte norte, que ansiamos conocer por su mayor espiritualidad y menor mestizaje cultural. En Nueva Delhi, nos reuniremos con un buen amigo de Huelva, que ha hecho coincidir el destino de sus vacaciones con el nuestro.
– En cuando a los idiomas, ¿Cómo los lleváis?
– Uno de nosotros habla inglés y otro francés. Con ello nos vamos apañando bastante bien. Pero si llegamos a rincones donde esto no es suficiente, los signos y lenguaje corporal, también son muy útiles. Las sonrisas y los abrazos son universales y se entienden en todo el mundo. En cada país que visitamos, aprendemos palabras básicas como hola, gracias, salud…,
– ¿Qué pensó vuestra familia cuando le comunicasteis vuestra idea del viaje?
– Nuestras familias, como es habitual, irnos tan lejos y por tiempo indefinido lo encajaron con algo de preocupación, al menos en un primer momento. Pero, como son los que mejor nos conocen y saben que es nuestra pasión, a la misma vez que les gustaría tenernos a su lado, o más cerca, también nos apoyan en cumplir nuestro sueño y buscar nuestra felicidad. Esta es una de las cuestiones que más trabajo y esfuerzo nos cuesta, acostumbrarnos a no disfrutar de la compañía cercana de nuestros familiares y amigos. Todos tenemos que conformarnos con comunicaciones a través de las redes sociales.
– Tenéis una página de Facebook donde compartís algunas impresiones, ¿No es así?
– Sí ,en esta ocasión decidimos crear algún soporte para compartir nuestras experiencias. Algo sencillo, nada profesional, simplemente para poder dejar rastro de dónde y cómo estamos. Mochilean2 es un nombre con el que pretendíamos expresar muchos conceptos: dos almas viajeras, andando por el mundo, con sus mochilas, como inseparables compañeras.
– De tener que valorar en pocas palabras vuestro viaje hasta ahora, ¿Qué diríais?
– Aprendizaje y evolución permanente, libertad consciente.
– ¿Un mensaje a los onubenses?
– A los onubenses les diríamos que viajar es, para nosotros, la mejor manera de conocer diferentes culturas y filosofías de vida, de aprender a conocerse mejor, a vivir con sólo lo necesario, a abrir la mente, trabajar el desapego, explorar tus propios límites. También queremos transmitir que durante nuestros viajes, no todo es “un camino de rosas». Hay momentos duros y difíciles, en los que lo pasamos mal. Pero esto, también es parte del proceso. De forma general, les animaríamos a que nunca dejen de perseguir sus sueños, por imposibles que parezcan, que no escuchen a los que nos dicen que estamos perdiendo el tiempo, porque no hay cosa más bonita e ilusionante que luchar por conseguir lo que deseas. Carpe Diem.
– Muchas gracias.