Antonio J. Martínez Navarro. (Este artículo es continuación de la Parte I)). En la sesión municipal del 6 de mayo de 1916 se trataba del abono de una factura que el Ayuntamiento debía pagar en concepto de guarda del pozo artesano:
<<…abierta discusión, el Sr. Morano solicitó se suprima el guarda del pozo dulce el cual estima innecesario a lo que se opuso el Sr. Vizcaya expresando que sería probable que en reparaciones hubiera necesidad de gastar mayor suma de lo que se abona al guarda, indicando el Sr. Vázquez de la Corte que no estima conveniente la supresión del guarda pero que a éste podría dársele vivienda en dicho lugar a cambio de la guardería; el Sr. Martínez Cáceres, dijo que por la Alcaldía podría ordenarse que una pareja de guardias municipales prestaran sus servicios en la barriada del Matadero, la cual podría al mismo tiempo ejercer la vigilancia del edificio construido en el pozo artesiano, y el Sr. Manzano, manifestó que para este último había de abandonar la vigilancia del centro de la población, medida que no estima procedente…>>.
En la semana siguiente se trataba de evitar que el Barrio del Matadero se quedase sin agua en el inminente verano:
<<…El Sr. Martínez Cáceres encareció la necesidad de que se adopten medidas que tiendan a que no falte agua en el verano en la barriada del Matadero y solicitó algunas noticias respecto al pozo artesiano, expresando el Sr. Presidente que se ocupaba del asunto a fin de que persiguiesen los trabajos en al más breve plazo, interesando el Sr. Cáceres que antes de que continúen los trabajos del pozo se reconozca por personal perito al motor allí instalado…>>.
En los primeros meses de 1916 era un constante peligro para los vecinos del barrio del Matadero el libre acceso a las vías ferroviarias. Así, se decía en la sesión municipal del día 5 de febrero del citado año:
<<…Después de insistir el Sr. Vázquez de la Corte en su punto de vista explicando los términos de la cuestión debatida haciendo la salvedad de que, aunque no lo cree necesario, no tiene inconveniente en que quede el dictamen sobre la mesa para facilitar su estudio y el de sus antecedentes, el Sr. Pérez Hernández manifestó su conformidad con el dictamen y rogó no se demorase su aprobación por entender que de ella dependería la completa urbanización de la Carretera del Matadero y el cerramiento de los terrenos del ferrocarril con lo que se evitarían constantes desgracias ocasionadas por la falta de un muro que impida el fácil acceso de los vecinos a las vías…>>.
En la sesión municipal del 29 de febrero de 1916 se buscaba la solución de que los postes que estaban instalando en la carretera del Matadero fuesen colocados en los extremos de la misma:
<<…El propio Sr. Concejal rogó que por la Alcaldía se adopten las medidas conducentes a evitar que los postes que están instalando en la Carretera del Matadero y que sostienen hilos telegráficos, colocados en los extremos de la misma, a fin de que no intercepten el tránsito público…>>.
En la sesión del día 13 de enero de 1916 los munícipes clamaban por la falta de luz en la barriada del Matadero y en la Pescadería:
<<…El Sr. Martínez Cáceres solicitó se invite a los propietarios de solares para que procedan a cercarlas y que se mejorasen el alumbrado colocando algunas farolas más en la barriada del Matadero el cual resulta muy deficiente. El Sr. Vázquez de la Corte dijo que la instalación del alumbrado en la pescadería no se había llevado a efecto porque el material que obraba en el almacén municipal se encontraba en poder del contratista de la instalación del alumbrado de la feria…>>.
Las lagunas del barrio del Matadero tenían tanta profundidad que no se terminaban de rellenar. Eran como un pozo sin fondo. Ante esta situación, que agravaba la higiene en dicho punto, se pensó en la posibilidad de solicitar ayuda de la Compañía de Río-Tinto tal como leemos en la sesión del 11 de marzo de 1916:
<<…Leída moción del concejal Sr. Sánchez Hernández sobre las condiciones higiénicas de la barriada del Matadero, su autor se lamenta, de que a pesar de los distintos acuerdos adoptados por el Ayuntamiento los trabajos de saneamiento de las lagunas se realizan muy lentamente, dando lugar a que cada vez sean peores las condiciones higiénicas de aquella barriada, siendo en la actualidad de verdadero peligro para aquellos vecinos, y en general, para toda la población, por lo que propone se pida a la Compañía de Río-Tinto las tierras necesarias para realizar el relleno de las citadas lagunas.
Intervinieron en la discusión los Sres. Ramos, Mora y Martínez Cáceres, y después de dar cuenta de sus gestiones para la realización de los rellenos el Sr. Presidente, se acuerda que una Comisión especial compuesta por los Sres. Ramos, Pérez Hernández, Sánchez Hernández y Martínez Cáceres, asesorada por los Sres. Arquitecto Municipal e Inspector Municipal de Sanidad gire una visita a la barriada del Matadero y proponga concretamente un medio económico y adecuado para conseguir su saneamiento…>>.
Debido a un cúmulo de circunstancias que un poco más adelante conoceremos, a partir de los años iniciales del siglo XX el vulgo, muy merecidamente, comenzó a darle al barrio del Matadero el remoquete de “El barrio de la peste”.
La carretera no le daba positiva fama al barrio (sesión municipal del 29 de marzo de 1916):
<<…El Sr. Pérez Hernández solicitó de la Alcaldía traiga a sesión un escrito de varios vecinos de la barriada del Matadero en petición de que se realicen algunas mejoras en la carretera, la cual está intransitable…>>.
Poco después (1 de abril de 1916) los vecinos del barrio insistían de nuevo en el asunto de la dichosa carretera:
<<…Visto un escrito que suscriben varios vecinos de la barriada del Matadero exponiendo el mal estado en que se encuentra la carretera que conduce a dicha barriada y solicitando sea reparada la misma y que se construyan los trozos de acera que falta hasta unirla con la que existe en la Alameda Sundheim, previa discusión en la que intervinieron los señores Pérez Hernández, Manzano, Martínez Cáceres, Ramos, Vázquez de la Corte y Vizcaya, se acordó que por los señores arquitectos se formule proyecto y presupuesto de las obras que exija la reparación de la indicada carretera del Matadero…>>.
Paulatinamente se iba instalando en el Barrio del Matadero todo tipo de servicios. Así, en la sesión del día 6 de mayo de 1916 se ve la posibilidad de que en el barrio se levantase un colegio de párvulos:
<<…El Sr. Martínez Cáceres estimó que debía señalarse la edad que habían de tener los niños que existiesen al edificio de la Esperanza, solicitando al propio tiempo se crease una escuela de párvulos en la barriada del Matadero.,..>>.
En la sesión municipal del 20 de mayo de 1916 los vecinos del Barrio del Matadero insistían en sus demandas: la carretera estaba en muy malas condiciones, la laguna seguía siendo pavorosa:
<<…El Sr. Pérez Hernández rogó a la presidencia se sirva traer a sesión el proyecto formulado por los Sres. Arquitectos para arreglo del pavimento y acerado de la Carretera del Matadero.
El Sr. Vázquez de Zafra interesó de la presidencia le indicase en qué estado se encontraba el asunto del pozo artesiano y el de relleno de las lagunas de la Carretera del Matadero…>>.
En la sesión del 17 de junio parece que el problema de la carretera del Matadero tenía indicios de que iba a ser solucionado:
<<…Leído el informe emitido por la Comisión de Fomento al proyecto de acerado y arreglo de firme de la carretera del Matadero, formulado por los Sres. Arquitectos Municipales, cuyo presupuesto asciende a la cantidad de ocho mil quinientas sesenta y seis, en cuyo informe la Comisión propone la aprobación de aquel, el Sr. Pérez Hernández propuso que se aprobase y que el expediente respectivo se remitiese a la Comisión de Hacienda para que formulara el pliego de condiciones económicas para subasta de las obras…>>.
Para hacer más económica las obras en la misma sesión se proponía:
<<…El Sr. Vázquez de la Corte propuso, como enmienda, al dictamen de la Comisión que el ancho de la acera sea de tres pies, con lo cual se obtendría una economía en el coste de las obras y que la ejecución de la misma se ofreciera a los propietarios de los edificios allí enclavados por si ellos aceptaban el hacerlas directamente con lo que obtendría mayores ventajas.
El Sr. Martínez Cáceres solicitó que al construirse la acera ésta no siga la misma curva de una valla de madera que existe en dicha carretera…>>.
En la sesión municipal del 10 de junio de 1916 se daban diversas soluciones, entre ellas, la perforación de un nuevo pozo artesiano:
<<…Leído oficio de los Sres. Arquitectos Municipales reseñando los trabajos realizados para limpieza del pozo artesiano perforado en el Matadero y los que últimamente se han realizado por el maestro pocero Ildefonso Gómez para averiguar el verdadero calado de la entubación, resultando de las pruebas realizadas por dicho pocero que la profundidad de dicha entubación alcanza sólo ciento ocho metros faltando seis aproximadamente para llegar a la capa artesiana lo que motiva el que dicho pozo no dé agua, en consecuencia de lo cual aducen las razones que estiman pertinentes en justificación de que según su opinión debe solucionarse el problema de la obtención de agua para el Matadero y la barriada del mismo nombre mediante la perforación de un nuevo pozo contiguo al actual; el Sr. Pérez Hernández manifestó que hay entidades dedicadas a la perforación de pozos artesianos por un tanto alzado que sólo cobran en el caso de producir el agua que se desea por lo que estimaba que debía acordarse contratar la perforación de un nuevo pozo en las citadas condiciones con cuyas manifestaciones estuvo conforme el Sr. Martínez Cáceres.
El Sr. Vázquez de la Corte expuso que siendo conforme en un principio con lo expuesto estimaba que podía intentarse la conturbación del actual pozo, toda vez que el mayor peligro sería la rotura de los tubos lo cual no aumentaría el perjuicio que tienen los intereses municipales por el mal éxito de la actual perforación, puesto que todos unidos se habrá de dejar por inútil, teniendo en propuesta la ventaja de que con un gasto insignificante podría darse el caso de poder utilizar el pozo perforado si daba resultado la operación propuesta, expresando el Sr. Ramos su conformidad con lo expuesto por el Sr. Vázquez de la Corte.
Después de rogar el Sr. Martínez Cáceres que se verifique una minuciosa inspección de los apartados instalados para el funcionamiento del pozo por si necesitan alguna reparación, se acordó de conformidad con lo propuesto por los Sres. Pérez Hernández y Vázquez de la Corte…>>.
Una semana más tarde, con presencia de don Juan Figuerola, contratista de los pozos artesianos, se trataba de la construcción de un nuevo pozo artesiano en el Matadero:
<<…En este acto se suspendió la sesión reanudándose siendo la hora de las veintidós y cuarenta y cinco y acordándose alterar el orden del día y tratar seguidamente de las gestiones para contratar la perforación de un nuevo pozo artesiano en el Matadero.
Dada cuenta por el Sr. Presidente de las gestiones llevadas a cabo cerca de don Juan Figuerola que se dedica a la perforación de pozos artesianos por contrata y teniendo en cuenta las manifestaciones verbales hechas por dicho señor ante los Sres. Concejales reunidos al efecto, el Sr. Crespo dijo que ya que hay que esperar a que venga la tubería para la perforación del nuevo pozo artesiano solicitó que entretanto se le facilite el número de metros de tubos hincados en el pozo actual del Matadero cuyo datos tiene interesado anteriormente contestando el Sr. Vázquez de la Corte que dichos tubos miden noventa y ocho metros y que de ello se dio cuenta en la última sesión.
El mismo Sr. Crespo insiste en que se ejecute el acuerdo adoptado en la propuesta a fin de probar si es posible aumentar la profundidad del actual pozo del Matadero independientemente de contratar la perforación de otro nuevo con cuyas manifestaciones estuvo de acuerdo el Sr. Ramos.
Después de solicitar el Sr. Martínez Cáceres un reconocimiento de dicho pozo para cerciorarse que los tubos están en buenas condiciones y de oponerse el Sr. Vizcaya a que se contrate la perforación de un nuevo pozo por entender que siendo la escasez de agua un problema general en la población debe atenderse en primer término a realizar el proyecto de abastecimiento de agua que lo resuelva, se acordó contratar con don Juan Figuerola el alquiler del material necesario para perforación de pozos artesianos al precio de cuarenta pesetas diarias y con arreglo a las demás condiciones del modelo de contrato impreso presentado por dicho señor salvo la que se refiere a responder de las averías de dicho material que no se acepta y la de sumisión a los tribunales de Valencia que ha de entenderse respecto de los de Huelva, debiendo intentarse profundizar el actual pozo lo necesario para que pueda ser utilizado y en caso de que esta prueba no dé el resultado apetecido se proceda a la apertura de uno nuevo…>>.
Muy posiblemente la primera queja del vecindario del barrio del Matadero acerca del mal olor que en él existía se produjo en agosto de 1916. Así, en la sesión municipal del 19 de agosto de 1916 la leemos:
<<…El Sr. Martínez Cáceres dijo que una fábrica de abonos químicos que existe en las inmediaciones de la barriada del Matadero causa muchas molestias a los vecinos de aquella, estimando que deben adoptarse algunas medidas a fin de que se eviten las miasmas y olores que despiden los productos que en aquella se elaboran…>>.
En mayo de 1918, continuaba el alcantarillado del barrio en pésimas condiciones (Sesión del 3 del citado mes):
<<…El Sr. Martínez Cáceres rogó que se continuasen los rellenos de las lagunas y se arreglase el alcantarillado del barrio del Matadero…>>.
En la sesión desarrollada catorce días más tarde, “…De acuerdo con lo informado por la Comisión de Hacienda se acordó devolver a don Diego Toscano Hierro la fianza que constituyó a la cantidad de ochocientas veinte pesetas, según resguardo número trescientos dos en el Banco de España para garantizar las obligaciones de don Ramón Márquez Mora, como contratista de las obras de acerado de la margen izquierda de la carretera del Matadero…”.
En la sesión municipal del 27 de septiembre de 1918, se daba cuenta de que el barrio de San Cristóbal tenía su correspondiente alcantarillado:
<<…Aprobar la construcción final de las obras de construcción del alcantarillado para desagüe del barrio de San Cristóbal, ejecutadas por el contratista don Guillermo Gutiérrez Serra, en que se acompaña acta de recepción provincial, cuya liquidación asciende a la suma de tres mil ciento diez y seis pesetas ochenta y cuatro céntimos…>>.
Entre las obras que se ejecutaron en la segunda mitad de 1918, tenemos que anotar la cerca del nuevo Cementerio y del camino que conduce al mismo; la prolongación del Paseo de Santa Fe hasta la calle de Alonso de Mora, la urbanización del barrio del Matadero en la parte colindante con el nuevo barrio obrero de la Compañía de Río Tinto, de la Cuesta del Carnicero, terminación de las obras de alcantarillado del Molino de la Vega y Plan General de Ensanche Exterior.
En la sesión municipal del día 1 de abril de 1921 se denunciaban algunos casos de atracos en el barrio del Matadero por carecer éste de un alumbrado eficaz:
<<…El Sr. Hervás rogó la reparación de las farolas de la calle Miguel Redondo y la reparación del alumbrado del Barrio del Matadero que no se enciende debiendo ordenarse al Inspector de Servicio que proceda a la instalación del alumbrado que falla en dicho barrio evitándose atracos ocurridos estos días…>>.
La mayoría de las viviendas en los momentos iniciales del barrio tenían su corral que, paulatinamente, se transformaron en piezas nobles de la casa. Así leemos en la sesión municipal del día 15 de julio de 1921 una de estas transformaciones:
<<…Conceder licencia a don Ildefonso Delgado para construir una habitación en el corral de la casa número diez y siete de la Carretera del Matadero con arreglo al croquis que acompaña…>>.
Debe ser citado cono vecino antiguo en el barrio el panadero Antonio Millán Prieto, quien, en 1923, solicitaba algunas modificaciones en su casa en la calle José María Orense, de esta capital:
<<Ilmo. Sr. Alcalde Presidente… Don Antonio Millán Prieto, mayor de edad y con domicilio en ésta, con cédula personal que ante V. S. exhibe, respetuosamente expone: Que deseando ensanchar un hueco exterior en la casa de su propiedad, sita en la calle José María Orense, números dos y cuatro, con arreglo al adjunto croquis que acompaña. Suplica… Es gracia que espera alcanzar de V. S…. Huelva, 16 de enero de 1923…>>.
En la sesión municipal del 15 de junio de 1923 se trataba sobre un tema muy importante para el barrio, el suministro de agua potable al mismo:
<<…Visto pliego de condiciones facultativas del suministro de agua potable a los servicios municipales de la barriada del Matadero, formulado por el Perito Mecanizo especialista, se acordó aprobarlo con las siguientes modificaciones:
Primero. El artículo primero se adicionará “hasta el 30 de septiembre de mil novecientos veinte y cuatro”.
Segundo. En el artículo quinto se establece en las cantidades siguientes: Matadero. Perneo, setenta y cinco pesetas; Fuente Plaza de la Raza, ciento setenta y cinco pesetas; Fuente frente al Matadero, setenta y cinco pesetas; Fuente frente a la calle Ruiz Zorrilla, setenta y cinco pesetas.
Tercero. El artículo tercero se adicionará: “percibiendo como precio de instalación de cada una la cantidad de ciento setenta y cinco pesetas, sin que esta cantidad esté sometida a baja alguna por razón de remate”.
Cuarto. El artículo noveno se adicionará: excepto el precio fijado en el artículo tercero”.
Quinto. Se suprimirá el artículo quince.
Sexto. El Ayuntamiento autoriza al contratista al uso de su tubería>>.
Algunos postes telefónicos estorbaban en el Barrio del Matadero y se cambiaban de situación (sesión de 22 de junio de 1923):
<<…En vista de moción de la Alcaldía sobre la necesidad de rectificar la situación de algunos postes de líneas telefónicas en la carretera del Matadero, se acordó autorizarle para llevarlo a cabo de acuerdo con la empresa concesionaria del terreno facilitando el Ayuntamiento los postes de madera necesarios tanto para dicha carretera como para la del Odiel…>>.
El excelente arquitecto don Moisés Serrano Mora realizó diversas edificaciones en esta barriada que nacía. Así, en el Legajo número 704 del A M H, leemos una de sus obras:
<<.Ulmo. Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Huelva. Don Antonio García López, natural de Moguer, provincia de Huelva y avecindado en ésta, con cédula personal que ante V. S. exhibe, respetuosamente expone: Que habiendo terminado la construcción de la casa de su propiedad en la calle José María Orense número doce y deseando habitarla… Suplica… Es gracia… Huelva, 30 de junio de 1923…>>.
El problema de la escasez de agua en el barrio era en estas primeras décadas de suma importancia. Así, en un ruego vertido en la sesión municipal del 20 de julio de 1923 “el señor Hervás interesó se resuelvan las dificultades existentes en la actualidad para el abastecimiento de agua de la barriada del Matadero, haciendo si fuese preciso, que los autos cuba de riego e incendio lleven el agua a dicha barriada…”.
En la sesión municipal del día 27 de noviembre de 1924 se daba recepción total de las obras de afirmado y acerado de la carretera del Matadero.
Años y años en los que no se solucionaba los inconvenientes que convertían al barrio del Matadero en mal oliente. Ese inconveniente, al parecer insuperable para otros alcaldes, lo resolvió de manera fulminante el primer alcalde la II República, don Amós Sabrás. Así, el sábado 25 de abril de 1931 “Diario de Huelva” hablaba de la eliminación de los malos olores del ex “Barrio de la Peste”:
<<Entre las visitas que ayer mañana presenciamos en la Alcaldía merece especial nota la del doctor González Núñez, jefe químico del Instituto de Higiene, el cual haciendo eco de la carta de don Rogelio Buendía publicada por nosotros ayer, sobre los malos olores del denominado “Barrio de la Peste”, sin pérdida de tiempo, ha querido informar sobre las causas de dichos olores. Ellos son tres:
Primero la cremación de reses y despojos en el Matadero, los cuales se verificaba en un horno construido sin garantía de higiene y totalmente anticuado, habiendo que cuando se verifica se regale al vecindario una verdadera nube de gases nauseabundos. La segunda, tiene su origen en la existencia de una madrona de desagüe, planeada espléndidamente pero no limpiada desde su construcción, lo que hace que las fermentaciones sean focos de malos olores y cría de mosquitos sin fin y por último, la implantación de la Fábrica de Guano en aquellos lugares hace que ésta sea la tercera causa de dichos olores. Como es obligación primordial de todo ciudadano el servir y allanar el camino a nuestros gobernantes y tanto más cuando se sienta con ellos el Sr. González Núñez, ha invitado al Sr. Alcalde a hacer una visita en aquellos lugares para hacerse cargo sobre el terreno de este problema, así, pues, a las cuatro de la tarde de ayer giraron una visita los señores Alvarado Hernández, Emilio Romero y Carlos Lozano, como delegado del Distrito; el arquitecto municipal, Sr. Saavedra, el Sr. Caamaño, veterinario municipal y el Sr. González Núñez, quien les expuso bien de manifiesto aquellas tres causas de los malos olores. En resumen, se ha acordado informar y proponer solución a los problemas de higienización de la madrona y horno crematorio al mismo tiempo hacer la visita a la Fábrica de los Sres. Wetzig y Weickerg, que en dicha fábrica se trabaja desde fines de noviembre sobre la eliminación de los olores tendiendo a evitar que los humos y vapores procedentes de las cocciones sean esparcidos, problema que está resuelto y en construcción los aparatos adecuados, pensando el doctor González Núñez con la casi total creencia que estos olores serán totalmente eliminados, haciéndonos resaltar que desde noviembre es público y notorio en el barrio la gran mejoría de aquellas molestias que desde hace treinta años aqueja al denominado “Barrio de la Peste”.
Continuará la tercera y última parte.