Mari Paz Díaz. Aunque nació en Madrid en noviembre de 1994, Rocío Galán Dalmau se considera una española ciudadana del mundo, que guarda de forma especial sus vivencias en Huelva, dado que su madre es de Barcelona y su padre, de la capital onubense, hasta donde se mudó con su familia con once años, después de haber pasado toda su infancia en Madrid. Y es que esta joven de 23 años ha tenido la oportunidad de conocer varios países en los que ha podido vivir experiencias inolvidables. «Mi hermana y yo fuimos al Instituto Alonso Sánchez, y, al cabo de dos años, decidí que me gustaría estudiar fuera para aprender inglés. Fue así cómo estuve dos años a Ginebra (Suiza) en un colegio internacional, donde, por primera vez, viví con gente de todo el mundo. De ahí, volví un año a España, a Huelva, para hacer cuarto de ESO y prepararme para ir a estudiar el Bachillerato en EEUU. Y así fue, porque hice el Bachillerato en un internado en Princeton, Nueva Jersey«, tal y como nos cuenta.
Esta fue una experiencia que le cambió la vida, puesto que disfrutó mucho el sistema educativo americano, con el que los estudiantes aprenden a través de proyectos. Es más, Rocío nos explica entusiasmada cómo «en una clase de Física nos llevaron al parque de atracciones para un proyecto. Y, en concreto, el último año de Bachillerato en EE.UU es básicamente todo preparación para la universidad y conocer todas las que te gusten». En su caso concreto, estuvo mirando once universidades, pero, al final, decidió elegir la Parsons School of Art and Design, por ser la única del mundo que mezcla diseño con el tema empresarial.
Eso sí, antes, como llevaba dos años lejos de su familia, la joven decidió marcharse a vivir un año a Londres para realizar un curso en la London School of Fashion gracias a una beca, que recibió por ser menor de 18 años, lo que le permitía formarse mientras estaba cerca de su gente, antes de iniciar los estudios universitarios en EEUU durante cuatro años. Carrera que se presentaba con mucho interés para Rocío, puesto que, cuando estaba en Bachillerato, «tuve la oportunidad de hacer prácticas todos los trimestres desde el primer año. Esto me sirvió para aprender lo que no quería hacer profesionalmente. Porque, en un principio, pensaba que debía trabajar en el mundo de la moda. Pero estaba equivocada. Con mi experiencia me percaté de que lo mío era la estrategia y el análisis de big data en el mundo del marketing». Entre esas prácticas, las más interesantes fueron las que desarrolló en India en una empresa de software situada en Pune.
Ahora, desde Nueva York, donde trabaja en una empresa de marketing digital, nos cuenta cómo está siendo su experiencia, al tiempo que recuerda su etapa onubense.
-Rocío, para muchas personas, es todo un sueño vivir en Nueva York. ¿Cómo lo has conseguido?
-Llegué a Nueva York porque elegí Parsons para hacer la carrera. Me decidí a venir aquí porque está considerada la mejor universidad de diseño de Estados Unidos, que engloba mucho más que moda. He estudiado un grado que une estrategia y diseño. Es más, Parsons se encuentra entre los cinco mejores del mundo.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Estoy trabajando de Strategy Manager (Manager de estrategia) en una agencia de marketing digital que se llama Social Chain. Es una compañía, con sede en Manchester, que cuenta con un modelo de trabajo muy moderno, ya que la media de edad de la plantilla es de 23 años.
-¿Ha sido muy difícil adaptarte a Nueva York?
-Desde mi experiencia, puedo decir que la aceptación a un lugar nuevo siempre tiene sus baches. Pero, para mí, lo que más me ha ayudado hasta hoy ha sido rodearme de un grupo de gente que tiene valores parecidos a los míos, por lo que se convierten en tu familia del sitio nuevo. Aunque sea una tontería, la diferencia horaria fue una de las cosas más difíciles para mí y mi familia cuando me vine a vivir a Estados Unidos. El respetar el horario de ambos y entender las horas buenas para hablar con familia y amigos fue complicado.
-¿Dónde vives?
-Después de dos años viviendo en Manhattan, decidí mudarme a Brooklyn por varias razones, sobre todo, por la calidad y el precio. Estuve dos años viviendo en Williamsburg, una zona de Brooklyn que en los últimos años se está convirtiendo en el soho de esta zona, pero ahora vivo en Bushwick, un barrio emergente de Brooklyn lleno de artistas y gente del mundo creativo.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-Lo que más echo de menos de Huelva es el tiempo, la comida y la vida relajada. La calidad de vida de España no se puede comparar a casi ningún sitio. La verdad es que se echa mucho de menos de Huelva, pero, como intento volver cada verano, tengo mi dosis onubense cubierta (risas).
-¿Qué piensa tu familia y tus amigos de esta experiencia?
-Mi familia y amigos siempre me han apoyado en mi aventura. He tenido la suerte de que siempre que he necesitado algo de ellos han estado ahí más que nadie. Mucha gente piensa que cuando se va a otro país la distancia es lo que más van a sentir, pero, hoy en día, con las tecnologías que tenemos disponibles, nunca he sentido la sensación de estar lejos.
-De cara al futuro, ¿cuál sería tu sueño profesional?
-Mi futura trayectoria dependerá bastante de lo que haga en el trabajo. Ahora mismo, estoy muy contenta en la agencia, pero dentro de 5 a 10 años me gustaría empezar mi propio negocio dentro del mundo del marketing digital y branding. Lo que no sabría decirte es dónde me gustaría hacer esto. De momento, el plan es quedarme en Nueva York hasta los 27 años o así, si los visados lo permiten (no es fácil). Si no, otra alternativa sería Sudamérica o Asia, dos mercados muy interesantes donde podría aprender mucho.
-¿Recomiendas la experiencia?
-100%. La recomiendo a todo el mundo, pero he de decir que este tipo de vivencia no es para todos. Por fuera, todo parece ser muy bonito y de película. Y la mayoría, lo es. Pero uno tiene que tener en cuenta que vivir lejos de casa y de la familia en la búsqueda de tus sueños tiene como precio el no estar allí siempre para ellos.
-¿Algún mensaje a los onubenses?
-Aunque suene muy cliché, seguir tus sueños. Si de verdad quieres algo, lo conseguirás. Trabaja más que duermes durante unos años y, si realmente antepones esos sueños, salen. Algo que me ha ayudado mucho siempre a mí ha sido visualizar lo que quiero dentro de unos años. Por ejemplo, yo siempre he querido poder invitar a mi familia principal a unas vacaciones impresionantes en algún sitio exótico y esto me motiva a currar más. Luego, hay que equilibrar trabajo con una vida social y saludable. Yo trabajo mucho, pero te aseguro que la fiesta y el tiempo con amigos no me lo quita nadie.