HBN. Enero es un mes muy especial en el municipio de Trigueros. A pesar de que aún no han finalizado los eventos navideños, los vecinos ya tienen las miras puestas en sus próximas fiestas patronales, que celebrarán a finales de este primer mes del año.
Una de las tradiciones más arraigadas de las fiestas en honor a San Antonio Abad es la conocida como rifa de los ‘cochinos del Santo’, una costumbre iniciada a mediados del siglo XIX que contribuye a generar en las calles de la localidad un ambiente prefestivo desde el mismo día de Reyes.
Y es que cada año, a finales de diciembre, representantes del Ayuntamiento triguereño y de la Asociación Civil Cepillo del «Santo» seleccionan y llevan a la localidad varios cochinos para ser subastados el último día de las fiestas patronales, que este 2018 será el 29 de enero.
El concejal de Medio Ambiente y Agricultura del Ayuntamiento de Trigueros, Benjamín Pulido, ha informado de que el pasado día 27 se trasladaron a la Finca Majomalejo, propiedad de Esteban Hermoso, para recoger los cochinos escogidos, encontrándose ya estos animales en unas cochineras de los almacenes municipales.
Los ejemplares, un total de cinco y de una media de 140 kilos, se preparan en estas instalaciones para las que serán sus ‘ocupaciones’ en las siguientes semanas. «Los animales se traen con antelación para que los cuidadores los vayan acostumbrando a comer maíz, a las voces de quienes están con ellos, al sonido de la flauta y el tamboril y a los paseos por la calle«, explica Pulido.
Desde el mismo 6 de enero, y hasta el día de la rifa, los cochinos caminan cada jornada por Trigueros en compañía del tamborilero, mientras se venden a su paso papeletas para el sorteo. También es costumbre pasearlos algún día por municipios vecinos, como Valverde del Camino, Beas, Gibraleón o San Juan del Puerto.
«Cada año vendemos todas o casi todas las papeletas. Incluso hay triguereños que viven fuera que piden a algún familiar que se las compre», comenta Benjamín Pulido. Como dato curioso, hay quien llama desde fuera de la provincia de Huelva al Ayuntamiento cuando ve en televisión o prensa algún reportaje de la rifa de los cochinos, mostrando interés por adquirir un boleto.
El sorteo siempre tiene lugar el lunes de San Antonio Abad, antes de que el santo se recoja en su ermita, y se realiza a las puertas del Ayuntamiento.
Antonio López, presidente de la Asociación Civil Cepillo del «Santo», cuenta que esta tradición se inició en torno a mediados del siglo XIX. Un dato basado en el hallazgo de una papeleta para una rifa de finales de los años 30 de aquella época.
Asimismo, la fecha de la papeleta coincide aproximadamente en el tiempo con la emisión de un bando municipal (1836) en el que el Ayuntamiento de Trigueros informaba de que se hacía cargo de las fiestas en honor a San Antonio Abad en su parte civil y religiosa, pudiendo idear la rifa para sufragar el evento (aunque esta teoría no ha sido constatada). En la actualidad, el sorteo sigue contribuyendo al sostenimiento económico de las fiestas, no habiendo perdido su supuesta utilidad original.
La vinculación de San Antonio Abad con los gorrinos se haya en la historia de este santo, quien, «cuando estaba en el desierto, curó a una cerda, que desde ese momento no se movió de su lado. Por eso es considerado el patrón de los animales», explica Antonio López.
Desde el próximo 6 de enero, los vecinos de Trigueros volverán a escuchar por sus calles el sonido de la flauta y el tamboril, sones que auspician los días grandes que están por venir.