M. P. D. La Navidad es sinónimo de fiesta, pero también de solidaridad y de compartir sin esperar nada a cambio. Así lo demuestran un año más en Mazagón, donde gracias a la generosidad de dos establecimientos hosteleros y de un grupo de voluntarios ofrecen más de un centenar de comidas y cenas el día de Nochebuena.
Un gesto solidario que surgió hace unos años por iniciativa de Pepe Prieto, que permite que ninguna persona se quede sin su comida y cena especial ese día. Para ello, se viene haciendo un llamamiento desde hace unas semanas para que toda aquella persona necesitada acuda este domingo a almorzar a Pizzería Doñana y, después, se les entregará la cena en el Asador Mazagón, ambos situados en la calle Ancla. La idea es que todo el mundo se entere, tenga o no teléfono, por lo que también lo comunican en la parroquia.
Una propuesta que surgió hace cuatro años porque, entonces, Pepe regentaba la antigua Taberna La Salsa Brava, donde todos los martes daba de comer a aquellas personas que no tuvieran ni donde dormir, en su mayoría subsaharianos que pasaban algunas temporadas en el norte. «Cuando llegaban pidiendo limosna, yo les daba la carta y les decía que pidieran lo que quisieran para comer, que les invitaba», asegura. Así que pensó que lo mejor era realizar esta actividad en unas fechas tan especiales como la Navidad. El año pasado, a través de esta iniciativa, ofrecieron más de un centenar de comidas y cenas, que consistió en una caldereta de cordero y arroz. Una cantidad que Pepe considera que será similar a la de esta edición.
Este domingo se repetirá el gesto solidario, pero la comida consistirá en pollo asado, sopa caliente, pan, postre y bebida (sin alcohol). La comida se servirá en Pizzería Doñana, mientras que después se entregará la cena ya preparada en una bolsa en el asador, establecimientos que se encuentran juntos, para que puedan disfrutarla en casa.
Para poder repartir la comida, Pepe Prieto cuenta también con la ayuda de numerosos voluntarios que acuden para envasar y preparar la comida. «Nosotros no le pedimos dinero a nadie directamente, pero sí es cierto que son muchas las personas que son conscientes de que todo esto cuesta mucho y, por eso, nos ayudan con lo que pueden. Ya somos un grupo de amigos los que trabajamos para que esto sea posible», nos comenta. Es decir, la financiación de esta actividad se realiza a través de colaboraciones, entre las que se encuentran entidades como Avema.
El resultado de esta actividad para Pepe, que ya está jubilado, es una enorme felicidad, tanto que «esa noche duermes muy bien, sabiendo que has ayudado a quienes lo necesitan». Y, de hecho, la gente que recibe la ayuda -no mostramos fotografías por reservar su identidad- se muestran enormemente agradecidas, al tiempo que los mensajes de apoyo son múltiples a través de las redes sociales, recibiendo incluso llamadas desde fuera de Huelva. En definitiva, un día de satisfacción total para todos los que la hacen posible.