Mari Paz Díaz. El anhelo de cualquier investigador es ver que su trabajo tiene una repercusión en la sociedad. Por este motivo, si tras duras horas de esfuerzo, esa labor se ve reconocida, la satisfacción es aún mayor. Es lo que le ha sucedido a la ingeniera química Silvia Pérez Moreno, una onubense de 32 años, natural de Palos de la Frontera, que acaba de recibir en la Universidad de Huelva el Premio al Trabajo de Excelencia de joven investigadora, un diploma que acredita su labor como una de las más brillantes.
Un reconocimiento que recibía en el marco de las actividades organizadas en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Onubense con motivo del Día de San Alberto Magno, día de la Facultad, que se celebra el 15 de noviembre. Un emotivo acto en el que también fueron galardonados el profesor Cándido Piñeiro, que obtuvo el reconocimiento a la Excelencia como profesor; Pedro Pérez Romero, que fue galardonado con el Reconocimiento a la excelencia en la trayectoria investigadora; y Rafael Beltrán Lucena, Catedrático de Química analítica, que recibió un homenaje tras su jubilación.
Un día, por tanto, muy especial para Silvia, que veía cómo la Onubense llamaba la atención por su contribución en el campo del secuestro del dióxido de carbono y su alto nivel de impacto en la comunidad científica. Un reconocimiento a una trayectoria que se iniciaba en la Universidad de Huelva al matricularse en Ingeniería Química, carrera tras la que realizaba el Máster Oficial de Tecnología Ambiental. Gracias a este posgrado pudo disfrutar de una estancia de investigación en Glasgow (Escocia), donde pudo profundizar en materias de gestión ambiental. Experiencias que le han llevado hoy en día a realizar el Doctorado en Ciencia y Tecnología Industrial y Ambiental, con el que realizaba otra estancia en Gotemburgo (Suecia), para poner a punto procedimientos de radioquímica. Un doctorado que espera finalizar en unos meses con la presentación de la tesis titulada ‘Caracterización y Valorización de Residuos Inorgánicos Procedentes De Industrias Químicas De Huelva’, dentro del grupo de investigación de Física de Radiaciones y Medioambiente (Fryma), del que forma parte desde hace cinco años.
Una prometedora carrera que ahora se ha visto reconocida con este premio de la propia Universidad de Huelva, de ahí que hayamos querido conocer sus inquietudes y cómo se encuentra tras vivir este momento tan especial.
-Silvia, hace unos días recibías el Premio al Trabajo de Excelencia de joven investigador en la Facultad de Ciencias Experimentales. ¿Qué ha supuesto para ti?
-Ha sido todo un honor recibir este premio, ya que supone un reconocimiento a estos años de duro trabajo, así como una motivación para seguir adelante en esta dura profesión de investigadora. Por ello, no puedo más que sentirme orgullosa y muy satisfecha.
-¿Cómo han acogido la noticia tu familia y tus amigos?
-Mi familia y amigos están muy orgullosos de que me hayan dado este reconocimiento.
-¿En qué consiste el proyecto premiado?
–Han premiado mi artículo titulado ‘CO2 sequestration by indirect carbonation of artificial gypsum generated in the manufacture of titanium dioxide pigments’ -en español, ‘Secuestro de CO2 mediante carbonatación de yesos rojos procedentes de la fabricación de pigmento de dióxido de titanio’-, que fue publicado en la revista Chemical Engineering Journal, una de las mejores del campo de la Ingeniería Química, tal y como acredita su alto índice de impacto (6.216 en el año 2014, cuando se publicó dicho artículo). Un trabajo que sigue una línea de investigación sobre la valorización de residuos como alternativa a su eliminación o almacenamiento en vertederos. Este hecho es clave en la minimización de residuos y en la mitigación de los problemas ambientales que genera su almacenamiento. Por otro lado, también se buscan alternativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo la liberación de CO2 a la atmósfera. Estos son los problemas planteados en el artículo, en el cual se emplearon yesos rojos, producidos en la industria de producción de óxido de titanio y que son destinados a vertedero, como agente de captura de CO2. Los resultados exitosos demostraron que la eficiencia de captura de los yesos rojos es superior al 90% y que dicho proceso contribuye a la minimización del sólido resultante, calcita (CaCO3), considerado un sólido inerte, cuyas implicaciones ambientales se consideran despreciables.
-¿Qué aplicaciones puede tener en el futuro este estudio?
–El proceso de carbonatación de los yesos rojos consigue dos objetivos. Por un lado, se obtiene un producto denominado calcita, que puede emplearse en la producción de morteros de cemento. Este hecho, además de reducir los costes de gestión del yeso rojo, supone un beneficio económico por su valorización y beneficio ambiental. En segundo lugar, como he comentado, se busca la minimización de residuos para reducir su almacenamiento en vertederos, que tiene importantes implicaciones ambientales, así como reducir la liberación de CO2 a la atmósfera, que es el principal gas de efecto invernadero causante del aumento de la temperatura global del planeta.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Estoy terminando de redactar mi tesis doctoral, que espero depositarla en la Universidad de Huelva el mes próximo. Además, también participo en otros proyectos asignados a nuestro grupo de investigación Fryma de la Onubense.
-¿Qué se siente investigando en la Universidad de Huelva?
-El mundo de la investigación es bastante complejo, pero, a la vez, es fascinante. Encontrar soluciones a problemas ambientales es un reto bastante ambicioso que se lleva persiguiendo desde hace mucho. Mi labor en el grupo de investigación me da la oportunidad de estudiar dichos problemas y buscar soluciones viables. Es una labor que me apasiona y gratifica personal y profesionalmente. Por otro lado, el compromiso y el apoyo de todos los miembros que conforman el grupo Fryma, así como otros muchos que colaboran con nosotros, hacen que el trabajo sea muy ameno y enriquecedor.
-¿Tenéis previsto algún otro proyecto?
-Actualmente estamos desarrollando un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad que trata de evaluar y cuantificar las potenciales emisiones de radionucleidos por la vía acuática y atmosférica de las balsas de fosfoyesos de Huelva. Asimismo, se tiene pensado solicitar dos proyectos en diversas convocatorias, estando el primero dedicado a buscar aplicaciones prácticas del fosfoyeso en la ingeniería civil. Y, además, se está iniciando un proyecto sobre desarrollo de tecnologías para la eliminación de radionucleidos en lixiviados ácidos, tales como los que se liberan de depósitos antiguos de residuos mineros o de las balsas de fosfoyeso comentadas. Asimismo, también desarrollamos colaboraciones y servicios técnicos sobre caracterización de residuos, evaluaciones radiológicas de industrias NORM, que son materiales que contienen niveles de radiación natural anormalmente altos, o dataciones de materiales basados en técnicas radiométricas.
-¿Cómo te planteas el futuro? ¿Algo que te gustaría conseguir?
–Pues como ahora, me veo investigando sobre problemas ambientales. Me gustaría conseguir una mayor difusión de las investigaciones que se llevan a cabo en la Universidad de Huelva, así como una mayor colaboración de empresas para promover la valorización de residuos.
-¿Algún mensaje a los onubenses para terminar?
–Aunque en Huelva se ubica un elevado número de industrias químicas, decirles que la calidad ambiental del medio ambiente de nuestra ciudad, tanto a nivel de aguas, suelos como de atmósfera, ha mejorado mucho en los últimos 30 años, siendo ésta comparable al de otras ciudades costeras españolas de población similar. Por otro lado, decirles que la labor diaria que realiza el personal docente e investigador de la Universidad de Huelva es muy desconocido, quizá porque nuestro trabajo es muy intenso, lo que nos lleva un poco al aislamiento; y también porque desde la Universidad hacemos escasa labor en la difusión de nuestra labor investigadora.
Por último, le comentaría a todos los onubenses que la calidad docente e investigadora de la Onubense está entre las más altas de España, tal y como avalan los índices usados habitualmente para su evaluación. Por ello, invitar a los lectores de este periódico que nuestro grupo de investigación está abierto a que se pasen por nuestras instalaciones o nos consulten cualquier tema de interés.