Redacción. El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha visitado hoy las obras para la construcción de 11 kilómetros de vía ciclista en la capital onubense, actuaciones que se han iniciado en la avenida de la Ría, que cuentan con un presupuesto de casi 2,2 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses.
En la visita, López ha subrayado la cooperación con el Ayuntamiento de Huelva para la ejecución del nuevo carril bici “que hará más habitable y sostenible la ciudad y contribuirá a incrementar el transporte no motorizado”. “Es una infraestructura al servicio de la disminución de las externalidades ambientales negativas a través de la mejora de la calidad del aire, la reducción de la contaminación y de los efectos del cambio climático”, ha añadido el consejero.
Esta actuación, según ha puesto de manifiesto Felipe López, “es un avance en el desarrollo del Plan Andaluz de la Bicicleta, que prevé alcanzar los 250 kilómetros construidos en 2020”, y ha anunciado 16,5 millones de inversión para la ejecución de 46 nuevos kilómetros de nuevas vías ciclistas en 2018.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha destacado la “implicación del Ayuntamiento onubense con los grandes retos ambientales y el gran esfuerzo que está realizando la Junta por la reducción de emisiones de CO2. Fiscal ha resaltado también el avance de Huelva y el resto de las ciudades andaluzas en el fomento de una movilidad más sostenible, “un esfuerzo que se enmarca dentro de la Estrategia Andaluza contra el cambio climático y la futura ley, que ya está en el Parlamento”, ha apuntado.
El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, también se ha referido al proyecto de carriles bici en la capital como “una actuación muy esperada y fundamental no solo para el fomento de la movilidad sostenible, sino para la cohesión y vertebración de la ciudad, pues con los nuevos itinerarios quedará prácticamente toda la ciudad conectada al carril bici”. Asimismo, ha puesto de manifiesto que “estos meses de obras requerirán adaptación y paciencia por parte de todos, pero hay que pensar en los beneficios que a corto, medio y largo plazo esto reporta a nuestra ciudad”. “Se trata de que pensemos en la bicicleta como un medio de transporte cotidiano y ecológico, más allá de su uso para el ocio y el deporte, y que contemos con la infraestructura para llevarlo a la práctica”, ha añadido.
Estos casi 11 nuevos kilómetros de carril bici permitirán conectar zonas como Pescadería, el centro o puntos del barrio de Isla Chica, uno de los núcleos más poblados, con la red ya existente. Tendrá como ejes principales la Gran Vía, Pablo Rada y la Avenida de Andalucía y el objetivo es que estas zonas estén conectadas con el Campus del Carmen de la Universidad, ya que muchos estudiantes eligen la bicicleta como medio de transporte urbano.
Se podrá ir desde el barrio de Pescadería a la Avenida de Alemania, Plaza de la Merced, Plaza Madame Ivonne Cazenave y desde allí conectar con la rotonda de Paco Toronjo y el carril de la Avenida de Andalucía, que enlaza con la Universidad.
La Gran Vía conectará con la Alameda Sundheim, Plaza de España, Avenida Guatemala, Roque Barcia y Pío XII. En el Campus del Carmen, el carril existente se ampliará hasta el Palacio de Deportes.
Características del carril. Casi la totalidad del carril bici se ejecutará a nivel de la acera, es decir, en elevado respecto al tráfico rodado. Tan solo en tres ramales se ejecutarán varios tramos donde discurrirá a ras de la calzada, utilizando como plataforma del mismo, lo que anteriormente era calzada o aparcamiento. Para la identificación de la vía ciclista como tal tanto por parte de los ciclistas como por parte de los otros tráficos, se conseguirá mediante la pigmentación en color rojo de la mezcla bituminosa o del acabado mediante tratamiento superficial.
Las zonas donde el peatón y el ciclista comparten la acera se delimitará el carril bici mediante clapetas en el suelo. Cuando el carril bici discurra al mismo nivel que el tráfico rodado se dispondrán separadores de tráfico de material sintético, colocados inclinados o en paralelo en relación al eje de la vía y separados entre sí unos dos metros, permitiendo la posible salida del ciclista en el sentido de avance.
La señalización del área de influencia del carril bici será adaptada al mismo, especialmente los cruces regulados con semáforos, así como actuaciones puntuales que refuercen la iluminación del trazado. Además, a lo largo de todo el recorrido y su entorno se dotará de un nuevo mobiliario complementario con el carril bici como aparcabicicletas, barandillas, aforos exclusivos para conteo de bicicletas, paneles de itinerarios y carteles de dirección en bifurcaciones.