En San Bartolomé de la Torre se encuentra el principal astillero de barcos de poliester de España en esloras de hasta 7,5 metros

J.A. de Mora. Esta provincia es rica en muchas cosas, y cuenta con una amplia gama de actividades, de recursos y potencial para desarrollarlas. Y también, a pesar del mito asociado a la indolencia de la gente de por aquí, existen muchos ejemplos de imaginación, valentía y constancia empresarial que sorprenderían al más despierto. La tradición en construcción de barcos de la costa onubense se pierde en el tiempo histórico. Carpinteros de ribera durante muchos siglos han posibilitado embarcaciones para que este litoral fuese siempre cuna de marinos avezados. Luego vino el acero y la transformación de la flota pesquera de cierta dimensión.

Las embarcaciones pequeñas, sin embargo, hasta hace no muchas décadas y para la actividad profesional de pesca en bajura, seguía manteniendo la madera como materia prima de sus estructuras. El salto era inevitable al poliester, material de menos mantenimiento y mayor eficiencia. Pues en este mundo, en este sector tan relevante en lo económico y social de nuestra provincia hay un hecho bastante desconocido y verdaderamente sorprendente: un astillero opera en San Bartolomé de la Torre desde hace nada menos que treinta años.

Y funciona de manera admirable, con una amplia gama de barcos para la pesca y el recreo que compiten con rotundidad en el mercado nacional. La marca Dipol, que es la que sella estos barcos, tiene patente europea y ha conseguido ser un referente de calidad en un mercado muy competitivo. En nuestra provincia ha renovado prácticamente toda la flota de botes de pesca.

Dipol Glass, la empresa regentada por José Luís Pérez Cobano, cumple 30 años, como decíamos, y hoy en día ofrece nada menos doce modelos de embarcaciones correspondientes a tres series: botes, cabinadas y serie open. Y todos fabricados en San Bartolomé de la Torre, ahí es nada. Pero no se queda aquí lo curioso de la cuestión. Es que, además, este astillero ha conseguido en los últimos cuatro años, de manera consecutiva, ser el astillero español de estas características que más barcos ha matriculado cada año en toda España (matrícula nacional).

Desde sus inicios Dipol Glass ha construido más de cinco mil quinientas unidades y siendo tal la durabilidad de estas embarcaciones se asegura que, de alguna forma, y por todo el extenso litoral español y portugués, algo de San Bartolomé de la Torre navega a través de estos miles de barcos, a pesar de ser de tierra adentro. ‘Dipol’ se corresponde con la abreviatura de Diseños de Poliester.

El astillero abarca todo el proceso productivo, desde el diseño y fabricación del prototipo, obtención de los moldes y posteriormente la fabricación en serie de los nuevos modelos y puesta en el mercado. No vende directamente al público, sino que comercializa a través de agentes y distribuidores. La gama de clientes de Dipol es muy amplia, y hay algunos singulares, como el caso del Ayuntamiento de Sevilla, que encargó a la empresa andevaleña la fabricación, reproduciendo en poliester  lo que antes era de madera, réplicas de las antiguas barquitas de madera que navegan en la célebre Plaza de España de la capital hispalense. También, por tanto y a través de las construcciones de Dipol Glass, San Bartolomé de la Torre está presente en la concurrida plaza de Aníbal González.

Para celebrar el trigésimo aniversario, la firma bartolina ha realizado en El Rompido un encuentro de prensa especializada y colaboradores, mostrando y dando la oportunidad de hacer pruebas a los modelos que tiene en el mercado. Un evento de tales características que nunca había tenido lugar en la costa onubense. Entre las unidades botadas en El Rompido fue presentado su nuevo modelo Pescador 680-Foreño. Dipol Glass trasladó a tal efecto diez embarcaciones, que fueron probadas por más de 100 especialistas. Para la celebración el astillero contó con la colaboración de Yamaha, con quien tiene un acuerdo desde hace varios años que facilita la motorización de sus barcos con la célebre marca japonesa. El encuentro de El Rompido tuvo la presencia de invitados de Portugal, España, Italia, Francia, Marruecos y Holanda, lugares donde se comercializan con éxito embarcaciones Dipol. La empresa aprovecho también  su aniversario para presentar su nueva imagen corporativa.