Rosa Mora. Disponer de un vehículo acorde al viaje y sentir el deseo de vivir una aventura diferente, ayudando además a dibujar una sonrisa en el rostro de niños necesitados, fueron los principales motores que movieron a dos onubenses a participar en el último ‘Rally Clásicos del Atlas Solidario‘. Javier Fernández Díez, operario en una refinería de Huelva, y Manuel Jesús Acevedo, responsable de un taller de la capital, se animaron mutuamente a vivir juntos una experiencia que, ya de vuelta, manifiestan que les ha marcado enormemente.
La prueba, consistente fundamentalmente en un recorrido de alrededor de 3.000 kilómetros y dividida en siete etapas a realizar en Marruecos con vehículos clásicos populares y todo terreno 4×4, se presenta ya de por sí como un desafío muy atractivo para cualquier amante del mundo del motor. No obstante, fue el marcado carácter solidario de esta aventura el factor que finalmente empujó a los onubenses a soñar con su inscripción en esta exigente, a la vez que motivadora, experiencia.
Con la decisión tomada, la participación de Javier y Manuel en el Rally Clásicos del Atlas Solidario quizás no hubiera sido posible sin el soporte que desde el principio recibieron de diversas entidades. Como decíamos, el principal objetivo de la aventura africana es la prestación de ayuda humanitaria en algunos de los lugares más necesitados de Marruecos como son los pequeños pueblos y aldeas del Atlas marroquí y de las zonas desérticas, para ello cada equipo participante debe viajar con, al menos una caja solidaria, exigida en el kit obligatorio del Rally.
En este sentido, Javier Fernández señalaba Huelva Buenas Noticias el apoyo desinteresado que les brindó el CSIF, aportándoles pelotas hinchables, silbatos, cuadernos, lápices y bolígrafos, entre otros materiales, que posteriormente repartieron entre decenas de niños marroquíes. «Recuerdo la inmensa felicidad de los más pequeños con los silbatos, objeto que veían por primera vez», nos cuenta Javier.
«De la experiencia -añade- me llevo el comprobar cómo se puede ser feliz con lo mínimo. Por otro lado, destacaría la satisfacción al sentir que puedes valerte por ti mismo superando situaciones complejas que vivimos durante algunas de las etapas debido a incidencias en el coche que supimos solucionar, así como, la oportunidad de haber conocido a grandes personas con las que aún seguimos en contacto [ellos eran los únicos onubenses] y conocidos lugares alejados de las zonas más frecuentadas por turistas».
A pesar de que a día de hoy no cuentan con participar en ediciones próximas, principalmente por motivos laborales, no destacan repetir una experiencia que, sin lugar a dudas, recomiendan. «Se trata de un rally low cost, sin una importante inversión te permite vivir sensaciones inolvidables».