Redacción. Más de 700 cartayeros, según datos de la propia hermandad, se desplazaron el domingo 22 de octubre a la aldea almonteña de El Rocío y acompañaron a la Hermandad del Rocío de Cartaya en su primera peregrinación extraordinaria como hermandad filial ante la Blanca Paloma.
Fue un momento histórico, según señaló su presidenta, Consolación Palacios, que destacó y agradeció el apoyo de todo el pueblo, “porque la respuesta ha sido muy importante y ha desbordado las previsiones iniciales”.
A los cinco autobuses que se desplazaron desde la localidad para participar en el acto, se sumaron numerosas personas que acudieron en sus vehículos particulares, y entre todos, señaló Palacios, “llenamos no sólo la Casa Hermandad de Ayamonte, sino también la de Rota”.
Fue un día especialmente emotivo para los rocieros y rocieras cartayeras, también porque suponía el primer acto oficial de la recién nombrada primera hermana mayor de la hermandad cartayera, María Sampedro Rivero. Visiblemente emocionada y satisfecha encabezó, junto con la presidenta, Consolación Palacios, y el alcalde, Juan Miguel Polo, a la comitiva en su traslado desde la sede de la hermandad de Ayamonte en la aldea, hasta la ermita almonteña, donde a las 13:00 horas del mediodía se celebró la Misa, que presidió el cura párroco de la localidad, Manuel Domínguez Lepe.
A la misma asistieron también otros responsables de la Corporación Municipal Cartayera, y tras su finalización la Hermandad entregó sendos detalles y reconocimiento a una de las hermanas más antiguas “y que más ha colaborado con nosotros siempre”, como es el caso de Josefa Botillo, y a los hermanos mayores de la Hermandad de Ayamonte, “que siempre nos ha acompañado en nuestro peregrinar y nos ha abierto su casa hermandad y su corazón, además de darnos su apoyo en todo momento”.
Finalmente, el alcalde felicitó a la junta directiva de la Hermandad “porque su trabajo y esfuerzo da frutos como el que hoy hemos podido comprobar: numerosos cartayeros se han desplazado hasta aquí para acompañarlos ante la Virgen”. Además, les deseó “mucha suerte en esta nueva etapa que afrontan, sin duda ilusionante, pero en la que también tendrán que redoblar esfuerzos”, y les ofreció su colaboración, “en la misma línea de que mantenemos con todas las hermandades de nuestro pueblo, les brindamos el apoyo municipal en todo momento”.
Después de la misa se celebró una jornada de convivencia en la sedes de las hermandades de Ayamonte y de Rota en la aldea almonteña. Fue el acto que puso el punto y final a una peregrinación extraordinaria que también vivió un momento muy especial el sábado por la noche, con un Rosario por las calles de la aldea en el que hubo un protagonismo especial para los niños de la hermandad, “que son nuestra cantera y nuestro futuro”, señaló Palacios, “tremendamente satisfecha” con esta primera peregrinación extraordinaria ya como hermandad filial.