El arquitecto onubense Sergio Gómez Melgar viaja a China como invitado experto en eficiencia energética de la edificación

Rosa Mora. «Lo mejor de salir de tu entorno y mirar un poco más allá es tener la oportunidad de replantearte tu manera de trabajar y aprender de lo que otros llevan ya tiempo haciendo«, explica a Huelva Buenas Noticias Sergio Gómez Melgar.
Arquitecto por la Universidad de Sevilla, el onubense inició en 2004 su actividad como profesor asociado a tiempo parcial en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva en el ámbito de la teoría de estructuras y la tecnología de materiales. Más adelante, en 2012, se incorporó al Grupo de investigación Control y Robótica (TEP 192) de la Onubense iniciándose en la línea de investigación de eficiencia energética en la edificación, experiencia que le ha llevado  a doctorarse recientemente con una tesis titulada ‘Contribuciones desde la Arquitectura y la Ingeniería a los Edificios de energía mínima’. Algunos de los resultados de este trabajo han sido materializados en proyectos desarrollados sobre el terreno. 

Con motivo de su estancia en China, a donde ha viajado para impartir docencia durante dos meses en la Universidad de Nanjing, Huelva Buenas Noticias ha conversado con este onubense que, por otro lado, en 2004, fundó LAR Arquitectura, estudio de arquitectura y urbanismo onubense especializado en construcción sostenible donde actualmente desarrolla su actividad profesional principal con sus socias María José Carrasco y Henar Herrero.

– Estará dos meses en Nanjing como invitado experto para impartir un curso de Posgrado, ¿Sobre qué versará?
– El curso que actualmente estoy impartiendo en la Universidad de Nanjing se desarrolla durante los meses de octubre y noviembre, y forma parte del programa oficial de postgrado de esta Universidad para estudiantes de primer año del Máster de Arquitectura, en el semestre de otoño. Su título es Sustainable architectural design, Smart building construction and Energy efficiency research, y es un taller de diseño de arquitectura orientado a estudiantes avanzados que desean profundizar más sobre diseño sostenible, tectónica de la construcción y eficiencia energética en la edificación.

– ¿Qué espera de esta experiencia internacional?
– En primer lugar, aprender mucho sobre su cultura y su arquitectura, y es que desde mi experiencia, viajar es vivir dos veces. Aunque no es mi primer viaje a China, estos dos meses son tiempo suficiente para establecer otro tipo de relación, menos superficial que en mis anteriores visitas, con un país tan diferente al nuestro. Por otro lado, compartir conocimiento en el ámbito del ejercicio profesional de la arquitectura y la ingeniería; y también tomar contacto con las líneas de investigación en marcha en la Universidad de Nanjing para, quizás a medio plazo, establecer un proyecto de investigación conjunto. En ambos casos, con un enfoque específico orientado a reducir el impacto ecológico del sector de la construcción en nuestro planeta. 

Y más en lo concreto, materializar un proyecto que lleve a la firma onubense LAR Arquitectura a construir su primer edificio en China. Actualmente estoy colaborando con el Architectural Design Institute de la Universidad de Nanjing (ADINJU) en varias propuestas relacionadas con lo que aquí llaman green architecture. Los Institutos de Diseño en China son grandes firmas de arquitectura e ingeniería -en el caso de Adinju con más de 350 empleados-, muchas de ellas radicadas en las universidades, que desarrollan los grandes proyectos a partir de las propuestas originales presentadas por estudios de arquitectura de escala más parecida a los nuestros en España.

– ¿Debe España mirar a China para aprender del país oriental acerca de algún aspecto relacionado con la arquitectura?
– Definitivamente ambos países deben mirarse el uno al otro. España es un país con magníficos arquitectos, un currículo académico que integra creatividad y tecnología, algo nada habitual en la mayoría de los países, y que nos hace especialmente competentes cuando se trata de gestionar equipos multidisciplinares. En España, la crisis en el sector de la construcción está suponiendo reinventar el paradigma del ejercicio de la arquitectura. Todos los arquitectos que actualmente ejercemos nuestra profesión hemos tenido que movernos, en un sentido o en otro. En mi caso, en un sentido literal. China es hoy por hoy el campo de juego donde se desarrolla la arquitectura a gran escala a nivel mundial. Hay más, pero éste es, desde luego, un país de grandes oportunidades. Esto no significa que los pequeños proyectos no sean importantes -la mayoría de nuestros edificios en LAR Arquitectura lo son- sino que aquí la necesidad de transformar a mejor nuestro mundo a través de la arquitectura es real y yo diría que acuciante.

– ¿Cómo calificaría la ciudad en la que vive?
– Nanjing es una ciudad histórica de tamaño medio con más de 2.500 años de antigüedad. Medio para China, claro está, porque su población es de algo más de 8 millones de habitantes, o algo así como dos veces Madrid. Fue capital de la China antigua durante varias dinastía, y también antes de la revolución cultural. Actualmente es conocida en China como la capital de la educación, la ciencia, la cultura, el arte y el turismo. El Campus de la Universidad de Nanjing donde se ubica la School of Architecture and Urban planning está además en pleno centro comercial y de negocios de la ciudad. Muy bien conectado por metro y por bus con el resto del área metropolitana. La gente es agradable y respetuosa por aquí. La sensación de seguridad cuando caminas por la calle es completa.

– ¿Ha disfrutado con anterioridad de otras estancias internacionales? 
– A veces no hace falta viajar a la otra punta del mundo para aprender de los mejores. El año pasado, con motivo de una estancia predoctoral de tres meses, tuve la oportunidad de conocer más e involucrarme en el trabajo que se está haciendo muy cerquita nuestra, en el Instituto Superior de Engenharia de la Universidade do Algarve, sobre instrumentación electrónica y sistemas activos de alta eficiencia para reducción de la demanda de energía en el sector de la hostelería. En lo concreto, escribimos conjuntamente un libro, y mi aportación específica versó sobre cómo mejorar la eficiencia de los hoteles en el Algarve y Andalucía utilizando principalmente técnicas pasivas.

Anteriormente, en estancias más cortas de una o dos semanas máximo, he tenido la oportunidad de aprender y compartir experiencia con arquitectos y universidades en Estados Unidos (Los Ángeles, San Francisco y Seattle) y China (Shanghai, Chongqing, Chengdu, Qingdao, y Hangzhou), sobre cómo construir mejores edificios haciéndolos más habitables para las personas y generando menos impacto en nuestro planeta. Lo mejor de salir de tu entorno y mirar un poco más allá en tener la oportunidad de replantearte tu manera de trabajar y aprender de lo que otros llevan ya tiempo haciendo.

– Recientemente han dado a conocer las conclusiones de su Tesis Doctoral desarrollada en la UHU, ¿Qué objetivo perseguíais con la realización de la misma?
– Mi reciente tesis se titula Contribuciones desde la Arquitectura y la Ingeniería a los Edificios de energía mínima. Creo que su título es bastante explícito en ese sentido. Se trata de una tesis con mención internacional, y es el resultado del trabajo de cinco años de investigación en el seno del Grupo de investigación Control y Robótica (TEP192) de la ETS de Ingeniería de la Universidad de Huelva. También hay mucho de mi experiencia profesional proyectando y construyendo edificios con LAR Arquitectura. Por todo esto, es una tesis doctoral que persigue realizar aportaciones de gran calidad científica, pero directamente transferibles al ejercicio profesional de la arquitectura y la ingeniería. No me gustaría que todo ese trabajo se quedara cogiendo polvo en una estantería y, francamente, el grado de Doctor en mi caso no es el final de nada sino el principio de casi todo. El reto para mí, de ahora es adelante. es conectar entre sí dos mundos que históricamente se han dado la espalda el uno al otro: el ejercicio profesional y el académico. No puede ser de otra manera en ingeniería y arquitectura.

– ¿Cuál diría que son las principales aportaciones de la Tesis?
– En primer lugar, la definición de un nuevo concepto, el de edificio de energía mínima (MEB) y una metodología específica para materializarlo, abarcando desde la fase inicial de negociación con el cliente, luego el diseño arquitectónico, el desarrollo de la ingeniería de detalle, la fase de control de obra y finalmente la fase de operación del edificio. Dentro de ese nuevo concepto de MEB, proponemos un algoritmo detallado para la correcta toma de decisiones desde una visión holística del problema edificatorio y favoreciendo la integración de equipos multidisciplinares (promotores, arquitectos, ingenieros, constructores, mantenedores, etc.).

En la revisión del estado del arte realizada como punto de partida de nuestro estudio, se detectó que la mayoría de los avances realizados hasta la fecha en materia de eficiencia energética en los edificios estaban pensados como respuesta a un clima frío, y muy pocos en clima subtropical como el nuestro. Otro de los objetivos de este trabajo ha sido dar respuesta a las necesidades específicas de nuestro ámbito climático, ámbito que por otra parte coincide con vastas zonas de nuestro planeta como la China central, Asia menor o el continente americano.

También hemos realizado un desarrollo tecnológico para la instrumentación de la variable U o transmisividad térmica de la envolvente térmica de un edificio (flujo de calor por unidad de superficie que atraviesa la envolvente de un edificio, expresado en W/m²K), de una manera sencilla, escalable y barata. La medición se realiza de manera inalámbrica y mejora sustancialmente los dispositivos existentes hasta ahora en el mercado. El sistema incorpora un instrumento virtual que procesa y analiza los datos obtenidos de manera inteligente.

Finalmente, y como avance específico en el desarrollo de los MEB en clima subtropical [como el de nuestra ciudad], hemos desarrollado un nuevo método para el cálculo de la difusividad térmica de un terreno. Se trata de parámetro fundamental para el correcto diseño de dispositivos geotérmicos de muy baja entalpía, que intercambian calor con el terreno, aprovechando la excavación realizada para la cimentación del edificio. Se trata de dispositivos sencillos y económicos que mejoran la calidad del aire interior en el edificio y lo acondicionan aprovechando la gran inercia térmica del terreno. Estos desarrollos han sido probados en edificios reales, son 100% operativos y actualmente están disponibles para su implementación a escala comercial en los siguientes edificios que se construyan en Huelva; y que persigan reducir su impacto ecológico, su demanda de energía y mejorar el confort de sus ocupantes.

– ¿Qué aplicación práctica tendrían estas investigaciones?
– Una cosa que ya hemos hecho en colaboración con la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía es demostrar que es posible rehabilitar energéticamente viviendas sociales de los años 50, 60 y 70 para convertirlas en viviendas de consumo casi nulo de energía (menos de 10 kWh/m²a), por un coste razonable y con una plazo de amortización de menos de diez años. En la barriada del Carmen de Huelva, hemos intervenido incorporando energías renovables a la intervención pasiva en la envolvente. Sólo con paneles fotovoltaicos y las condiciones excepcionales de radiación solar que tenemos en Huelva, somos capaces de generar más electricidad en verano que la que demandan estas viviendas para acondicionarse.

Otra gran aplicación práctica derivada de esta tesis doctoral es toda la instrumentación electrónica desarrollada para la medición de datos reales como temperatura, humedad, energía consumida o energía generada, entre otros, en los edificios. Se trata de dispositivos sencillos y económicos que nos facilitan información precisa con valor científico sobre el rendimiento energético del edificio en su fase de servicio. Esto supone un gran avance, puesto que hasta ahora los diseños que realizamos los arquitectos se fundamentan únicamente en software de simulación energética, que en la mayoría de las ocasiones no refleja con la necesaria aproximación el comportamiento real del edificio construido y funcionando.

Actualmente tenemos instrumentados en nuestro laboratorio de la ETS de Ingeniería varios edificios que nos permiten, mediante el análisis de los datos obtenidos en tiempo real, aprender cada día más sobre el rendimiento energético en fase de servicio de las soluciones adoptadas, mejorando nuestros diseños en un proceso continuo con cada nueva intervención.

– Un mensaje a los onubenses.
– Que ojalá nos atrevamos a cuestionarnos las preguntas verdaderamente importantes y tengamos el valor y la constancia suficientes para perseguir sus respuestas. Cada uno la suya, pero siempre en clave transformadora. Algo está cambiando en nuestra provincia desde hace ya tiempo, de modo que a cada uno nos toca aportar un poquito de nuestra mejor versión para empujar nuestra sociedad hacia delante. Dentro de unos pocos años, estoy convencido, nos sentiremos orgullosos de haber dejado mundo mejor para nuestros hijos.