G. D. Trabajo, trabajo y trabajo. No le queda otra, y a ello se aferra Antonio Domínguez para poder jugar, poder ganarse enteramente la confianza de Javier Casquero, técnico del Recre, y ser más asiduo en las convocatorias y en el once.
“No me queda otra que seguir trabajando, esto es así”, aseguró Antonio Domínguez ante los medios, resaltando que “ya me he tenido que levantar tantas veces en este equipo, que no tengo dudas de que lo volveré a hacer otra vez”.
Es la misma imagen de la confianza aunque vengan maldadas en forma de pocos minutos, lo que hace que su situación la califique de “jodida”, porque entiende que al final la historia se repite año a año: “Parece que de nuevo tengo que empezar de cero, quizás otros compañeros no tienen la necesidad de empezar de esa forma, pero es así”.
Y como para Domínguez es cierto eso de que ‘a mal tiempo, buena cara’, su apuesta ha sido “entrenar desde el primer día con la misma confianza con la que terminé el año pasado”, algo que va a seguir haciendo para lograr que Casquero, por fin, cambie de idea. “Aunque entreno como siempre, el entrenador cree que hay jugadores que atraviesan están mejor, por eso me toca desempeñar otro papel dentro del vestuario aunque no sea algo que me guste”, dijo.
Otra cuestión de la que habló el jugador de Punta Umbría es de su posición en el campo. Reconoció abiertamente que en la mediapunta “me gusta jugar porque me da libertad, tanto si es detrás del delantero como si es en la banda derecha”. Eso sí, dejó las cosas claras: “Ahora mismo me da igual jugar donde sea”. “Entreno todas las semanas a tope y nunca he bajado los brazos”, apostilló Domínguez que, insistió en que se veía en el once y marcando goles. “Estoy preparado para jugar y el entrenador así me lo ha dicho también”, remarcó.