HBN. Con la llegada del otoño, llega a los montes uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que pueden disfrutarse en España: la berrea, nombre que recibe comúnmente la época de celo del ciervo por los sonidos guturales que emiten los machos para llamar la atención de las hembras y luchar por la supremacía en la manada. Un espectáculo que se hace aún más grande si tenemos la oportunidad de verlo en el corazón del Parque Nacional de Doñana.
Su singularidad ha llevado al Ayuntamiento de Hinojos y la empresa Doñana Nature a organizar una actividad muy especial con motivo del Día Mundial del Turismo, que se celebra este miércoles 27 de septiembre. En concreto, para este miércoles, se han organizado dos visitas, que partirán a las 8 y a las 17.30 horas, en un recorrido de tres horas y media de duración.
El gerente de Doñana Nature, Antonio Lacho, explica a Huelva Buenas Noticias que esta iniciativa surgió cuando desde el Ayuntamiento de Hinojos se pensó en hacer algo distinto para conmemorar esta jornada dedicada al sector turístico. «Las visitas a la berrea en Doñana se hace en esta época, produciéndose al amanecer y cuando cae la tarde. Es entonces cuando los animales entran en celo y salen del bosque, a la zona de marisma, para enfrentarse unos con otros para luchar por la hembra», explica Lacho.
Un fenómeno de la naturaleza de gran belleza que los asistentes a esta actividad tendrán la oportunidad de ver en la finca privada de Coto del Rey, situada en Doñana, donde Doñana Nature es la única que tiene permiso para poder acceder. Además, al ser una actividad especial, la organización ha bajado los precios a 18 euros por persona, en lugar de los 28 habituales.
Todo ello ha provocado que las plazas disponibles, que son limitadas, prácticamente estén cubiertas, aunque todavía quedan algunas para mañana. Según el gerente de Doñana Nature, «el recorrido lo realizamos a una distancia prudencial para no molestar a los animales». No en vano, esta entidad lleva 19 realizando actividades turísticas, de los que siete están entrando en Coto del Rey, a través de un acuerdo. De hecho, la empresa es un habitual contacto para medios de comunicación y fotógrafos que desean captar con sus cámaras la belleza de la berrea.
En este aspecto, Antonio Lacho tiene claro que «Hinojos un lugar con muchos atractivos cuando se habla de turismo. Para empezar, es el único lugar del mundo donde se crían las dos especies más amenazas del planeta, como son el lince y el águila imperial, además de ser el pueblo con la mayor población de linces. Todo ello sin olvidar, por supuesto, su gran extensión de marisma, que hace que sea lugar de paso de miles de aves que vienen para alimentarse y regresar luego a los países del norte, así como sus bosques, que son únicos. En definitiva, todo ello hace de Hinojos un lugar distinto».
La berrea, uno de los sonidos del otoño en el campo. La berrea tiene lugar normalmente entre mediados de septiembre y mediados de octubre, aunque puede adelantarse o retrasarse dependiendo del clima y de otros factores. Este año, por ejemplo, con la presencia insistente del calor y la falta de lluvia la berrea ha empezado más tarde y, además, no es hasta última hora del día, cuando el sol cae y empieza a refrescar, cuando los ciervos comienzas a lanzar sus peculiares sonidos al aire.
Es su “llamada del amor” y se produce justo con la entrada del otoño porque es entonces cuando los machos alcanzan su máximo esplendor. Se vuelven esbeltos, levantan la cabeza y presumen de cornamenta, cuernos que han pulido frotándolos contra los troncos de los árboles, lo cual provoca la desaparición de las cortezas de éstos.
Sus sonidos guturales buscan llamar la atención de las hembras para fecundarlas, pero también una manera de demostrar su poder a los otros machos de la manada, llevándose a cabo luchas rituales en las que los animales se enfrentan utilizando sus cornamentas. Los más fuertes serán padres, unos ocho meses después, de un cervatillo que estará a la vera de su madre hasta que tenga un hermanito.
Curiosamente, los ciervos macho pierden su cornamenta en el mes de marzo, volviendo a salir posteriormente y alcanzando su mayor esplendor para la siguiente berrea.
En cualquier caso, qué duda cabe de que este proceso se ha convertido en todo un evento turístico del que bien vale disfrutar cada otoño y más si ello nos permite adentrarnos en un lugar tan especial como es Doñana.