Mari Paz Díaz. Sabas García Sánchez es un almonteño de 23 años que, tras acabar el instituto, tenía claro que quería estudiar Biología. La razón no era otra que la enseñanza dada por sus profesores de Bachillerato, y, en especial, la del docente José María García, que le dejó huella. Por este motivo, el joven eligió, sin dudarlo, esta carrera que le enamoró desde el primer momento, por lo que considera que es una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida.
Cuando se encontraba realizando la carrera se puso en contacto con el doctor Iván Valle, del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) con el objetivo de entrar a formar parte de su investigación como alumno interno. Su objetivo no era otro que comenzar a formarse como investigador, su auténtica vocación. Un anhelo que ha conseguido y que ha consolidado con la realización de un trabajo Fin de Máster sobre la anemia de fanconi, una enfermedad considerada rara. Un estudio que ha contado con la felicitación de los miembros del tribunal y con el que Sabas inicia una prometedora trayectoria. Por ello, hemos querido conocer un poco más de sus proyectos y del trabajo desarrollado.
-Sabas, hace unos meses realizaste un trabajo de Fin de Máster que ha llamado mucho la atención. ¿Cuál ha sido el objeto de estudio que has desarrollado?
-Mi trabajo de fin de máster ha tratado sobre las rutas de reparación del DNA que intervienen en procesos relacionados con la anemia de fanconi. Estudiamos esta enfermedad y las posibles rutas encargadas de reparar el daño creado con el objetivo de esclarecer un poco los susbprocesos de esta enfermedad que es considerada rara.
-¿Cuándo fue la presentación?
-La presentación tuvo lugar el pasado mes de julio. Realmente, fue bastante bien. Me sentía tranquilo y les conté lo que habíamos estado haciendo en el laboratorio. Me gusta la enseñanza y exponer trabajos. Es algo que no se me da del todo mal.
-¿Qué han valorado de tu trabajo?
–El tribunal me dijo que les había gustado mucho y que se notaba que detrás de esos resultados había un esfuerzo importante, así que me felicitaron por el trabajo desarrollado. Si me comentaron algunos detalles del uso del lenguaje científico que me sirven para aprender y seguir creciendo en el mundo de la investigación.
-En cualquier caso, no ha sido tu primer trabajo de investigación, dado que, anteriormente, realizarse un estudio de Fin de Grado. ¿En qué consistió?
–Mi trabajo de Fin de Grado lo realicé en el mismo laboratorio, bajo la tutela del Dr. Valle Rosado. En esa ocasión, trató sobre el efecto de la base modificada Citosina sobre el DNA y la implicación de la ruta de anemia de fanconi y otras rutas de reparación en la subsanacion del daño. Por ello, podríamos considerar que el trabajo de Fin de Máster es la continuación del trabajo de Fin de Grado.
-¿Tienes previsto publicarlo?
-Por el momento, al haberme desvinculado de ese grupo de investigación quizás sea un poco más complicado, pero claro que sería un sueño poder publicar algún día mi propio artículo científico.
-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-Actualmente, tras acabar la carrera y el máster, estoy buscando algún grupo de investigación que me permita realizar la tesis doctoral, ya que una de mis metas es convertirme en doctor y dedicarme al mundo de la investigación.
-¿Cuál sería tu mayor sueño?
–Poder ser doctor y profesor en la universidad, dado que, desde pequeño, me gustó la enseñanza y dar clases en la universidad, al tiempo que llevar mi propia línea de investigación. Sería un sueño hecho realidad.
-¿Por qué te decantaste por la Biología?
-Porque me considero una persona muy inquieta, inconformista por naturaleza, a la que le gusta constantemente preguntarse los porqués de las cosas, y la Biología para mí es la manera de nunca parar de preguntarme cuestiones y, a la vez, sacar mis propias respuestas.
-¿En qué te ha influido tu pueblo, Almonte, en tu trayectoria profesional?
-Desde pequeño vivo en Almonte, rodeado de Doñana, donde la vida de campo y el amor por la Biología se respiran de forma especial. Mi familia siempre me ha dicho que, estudiando Biología y siendo de donde soy, debería ser más de bota que de bata, pero, por suerte o por desgracia, me gusta más el laboratorio que una estación de campo.
-¿Algún mensaje a los jóvenes investigadores onubenses para finalizar?
–El mensaje es ser constante, tener claro lo que se quiere e ir a por ello. Porque puede ser una vía muy bonita, pero la investigación es muy sacrificada y hay que tener las ideas muy claras si quieres dedicarte a ello. Y, por último, desde aquí hacer un llamamiento a aquellos investigadores que necesiten a jóvenes doctorandos (risas).