S. D. El duelo está servido. El cuadro de juego del Abierto de Japón ya dejó entrever que esto podía ocurrir, y así ha sido. Carolina Marín se cruza con la jugadora que puede considerarse su ‘bestia negra’, la japonesa Nozomi Okuhara. Será en la antesala de la final en Tokio.
Para que eso fuera posible la onubense, tras dejar atrás a la china Xioxin y a la hindú Nehwal, en los cuartos se impuso a otra nipona, Akane Yamagushi. Lo hizo en dos trabajados sets, 21-18 y 21-15, en un partido al que le faltó seis minutos para llegar a la hora, y en el que la actual campeona olímpica evidenció que su juego está entonado en este torneo y que pisa fuerte el acelerador para incrementar su palmarés.
Pero no lo tuvo nada fácil Carolina. Dado que los Juegos Olímpicos de 2020 serán en Tokio, el deporte japonés se prepara para ello. Y el bádminton, lógicamente, no es una excepción. Por eso en este ciclo olímpico todos los representantes nipones han subido de prestaciones. Yamaguchi ha ido a más, y bien que lo está demostrando, aunque la cuitas con la de Huelva se remontan a más atrás.
Equilibrio e igualdad marcaron el desarrollo de la mayor parte del primer set, sin que ninguna de las dos pudiera/supiera como hincar el diente al partido. Alternancias en el marcador hasta que al borde del intervalo la japonesa logró una mínima renta de tres puntos (7-10), que a la postre fue sólo de uno al descanso: 10-11. Aunque a la vuelta de nuevo Yamaguchi estiró a dos su ventaja (11-13), el tramo final del set lo marcó el mejor juego de Carolina que, tras igualar a 14, encauzó la manga para acabar de imponerse por 21-18.
En el segundo set fue Yamaguchi, de nuevo, la que disfrutó de las primeras rentas: 2-5. Fue efímero ese dominio, porque Carolina logró voltear el marcador con un 7-1, que no pudo confirmar antes del descanso, al que se llegó con una mínima ventaja para la de Huelva: 11-10. Claro que el arreón de Carolina tras el regreso a la pista fue ya demoledor. Un parcial de 6-1 sentó las bases del que sería su inapelable triunfo por 21-15.
Ahora la de Huelva se topa con su ‘bestia negra’, Nozomi Okuhara, jugadora con la que pierde por 6-3 en sus enfrentamientos, si bien lo más relevante es que en los seis últimos partidos que han jugado ambas, en cinco ganó la nipona. Con la referencia última de ser Okuhara quien eliminó a Carolina en el pasado Mundial, en su camino hacia el título.