Redacción. El delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Francisco José Romero, ha presentado hoy el balance semestral del Centro de Coordinación de Emergencias (CECEM-112) que ha gestionado un total de 15.599 incidencias en la provincia onubense, de enero a junio de 2017, lo que supone un incremento de casi un 12 % más de avisos coordinados que en el mismo periodo del año pasado.
Romero ha señalado que este dato «refleja la confianza de onubenses y visitantes en nuestro sistema de emergencias” y ha recordado que desde hace más de tres años la labor que realizan los profesionales de este centro de coordinación de emergencias está siendo valorada de forma sobresaliente por los usuarios ya que la ciudadanía entiende que «aunque realizan una tarea que es poco visible, es crucial para que la población reciba toda la ayuda que necesita cuando más lo necesita, en situaciones de urgencia y emergencia”.
En esta línea, ha subrayado el delegado que la confianza que los usuarios depositan en el servicio “se afianza con el paso de los años, ya que, según se desprende de las encuestas que el sistema realiza cada cuatro meses, la mayoría de las personas que marcan el 1-1-2 volverían a hacerlo en caso necesario”.
Los motivos más habituales de aviso al teléfono único de emergencias de la Junta, son las asistencias sanitarias, con un total de 5.900, lo que supone casi el 38% del total de la actividad provincial. Le han seguido los incidentes relacionados con la seguridad ciudadana (2.523), las incidencias de tráfico (1.588), los incendios (1.135), los accidentes de circulación (944) y las anomalías en servicios básicos (330).
Los incendios se han situado como cuarta causa de aviso al teléfono 1-1-2, mientras que en el conjunto de Andalucía se ha posicionado como la quinta, por detrás de los accidentes de circulación.
El delegado del Gobierno ha explicado también que la llegada del buen tiempo ha marcado el nivel de actividad en las salas del 1-1-2. Por ese motivo, junio con 3.426 emergencias ha sido el mes con más incidencias coordinadas; después se han situado abril (2.710) y mayo (2.617); mientras que en los meses invernales la actividad ha descendido ligeramente: en enero se gestionaron 2.420 avisos, en marzo un total de 2.275 y febrero ha sido el mes más tranquilo con 2.151. Por franjas horarias, el mediodía y la tarde – noche se han configurado como aquellas de mayor actividad.
La provincia de Huelva supone el 5,6 % del total de la actividad en la comunidad autónoma andaluza que ha gestionado hasta 275.819 incidentes, de enero a junio de 2017.
Un verano marcado por los incendios. El delegado del Gobierno de la Junta ha querido destacar el esfuerzo que durante todo el año realizan los profesionales que conforman el servicio de emergencias 1-1-2, “un trabajo que está siendo especialmente duro este verano debido a la lacra de los incendios forestales que están afectando a la provincia. En la memoria de todos está el incendio de Moguer, el de Riotinto, Santa Olalla del Cala o el más reciente localizado en Cartaya, sólo por mencionar algunos de los más destacados”.
Romero ha agradecido especialmente la labor que el personal del 112 realiza en grandes incendios ya que “el servicio 112 es, sin duda, el primer eslabón en la cadena de seguridad y un referente para la protección de la ciudadanía y el patrimonio natural, así lo avalan las 4.899 llamadas por incendios forestales y agrícolas registradas entre el 1 de junio y el 15 de agosto”. Este tipo de llamadas se han incrementado hasta en un 281,5 % respecto a 2016, cuando fueron 1.284.
En este sentido, el delegado ha elogiado también el trabajo que realiza el Servicio Provincial de Protección Civil, “un puntal en la protección de personas y bienes en incendios forestales” y ha destacado el gran trabajo que “ha realizado en estos sucesos, siempre en total coordinación y armonización con el resto de administraciones y operativos”.
El delegado ha terminado ensalzando la importancia de la colaboración ciudadana para atajar cuanto antes los incendiosya que “una llamada temprana al 1-1-2 para avisar de un avistamiento de humo o un fuego puede suponer minimizar el daño a nuestro entorno natural”.