HBN. Paterna del Campo se prepara para festejar los días 14 y 15 de agosto las fiestas en honor a la Virgen de las Virtudes, patrona de la localidad. Una fecha en la que se hace alarde de la gran devoción de los vecinos por esta imagen, de curiosa historia, y que la Hermandad que lleva su nombre ha sabido cultivar y promover.
Son los hermanos los que organizan los festejos de mediados de agosto, como explica el presidente de la entidad, Juan del Valle. Las actividades se desarrollan en la Plaza de España, decorada para la ocasión, donde se instala un escenario destinado a diversas actuaciones y espectáculos.
El día 14 a las 21.00 horas, los paterninos disfrutarán del mejor cante flamenco, mientras que la noche del 15 de agosto será una orquesta y, a las tres de la madrugada, el conocido toro de fuego los que hagan mover el cuerpo a los vecinos.
En cuanto a los cultos religiosos, tras la celebración de la novena en su honor, el 15 al mediodía se celebrará una función de iglesia y, a las 21.00 horas, la Virgen de las Virtudes recorrerá las calles de la localidad en procesión, un momento muy esperado por todos sus devotos.
La imagen, una talla de los años 70, estrenará un traje bordado en oro por las hermanas de la Hermandad. José Guzmán, autor de esta Virgen, ha donado el oro que ha permitido elaborar los nuevos ropajes.
En este sentido, Juan del Valle apunta que en los últimos tiempos también se ha restaurado la corona de la patrona de Paterna y están inmersos en la mejora del paso.
Historia de una devoción. El fervor por la Virgen de las Virtudes en la localidad onubense es centenario. Su historia es muy singular. La imagen primitiva de la dolorosa era muy antigua, se cree que de origen visigodo, hecha en alabastro y de unos 10 centímetros de altura.
En 1280, con la conquista de los musulmanes de la Península ibérica, la Virgen desapareció. Su paradero fue desconocido durante casi dos siglos, hasta que una niña se perdió en el pueblo y fue encontrada en el interior de un pozo. Cuando la sacaron, la pequeña dijo que había visto a una Señora muy guapa con la que había estado jugando. Al bajar para comprobar lo que decía la niña, encontraron en una cueva la talla de alabastro.
Más tarde, la Virgen se convertiría en patrona de Paterna del Campo, recalando en varios enclaves, desde una capilla que le construyeron en la zona conocida como Pinguete, donde fue hallada, hasta la iglesia de la localidad, pasando por un convento de Carmelitas Descalzos fundado bajo su advocación.
En el siglo XIX, el culto a la Virgen decae y a partir del 5 de octubre de 1934 prácticamente desaparece cuando arde la iglesia parroquial de Paterna con la imagen de alabastro en su interior.
A partir de este momento se promueve en la localidad el fervor a la Virgen del Carmen, a quien acaban haciendo alcaldesa del pueblo. Pero en la década de los 60, devotos de la patrona reactivan su culto, mandando esculpir una nueva talla y constituyéndose la Hermandad local de la Virgen de la Virtudes.
«Ahora estamos en periodo electoral», apunta su actual presidente, «en estos años hemos puesto en marcha nuestra casa hermandad, que es propia, y cuya hipoteca hemos pagado con la ayuda de distintas entidades, como el Ayuntamiento de Paterna, y la organización de diversas actividades, como la barra que pusimos en la ruta de BTT».
En suma, la devoción por la patrona paternina se ha mantenido viva a pesar del paso del tiempo y su pueblo volverá a celebrar, un año más, las fiestas en su honor este 15 de agosto.