Antonio José Martínez Navarro. En los años cuarenta había varios cines de verano en Huelva, algunos de cuales, improvisados al aire libre, en un solar, rodeados de simples muros, donde, ante una enorme pantalla, a la intemperie, se colocaban largas filas de sillas, que no dudaron, en ocasiones, ofrecer allí famosas superproducciones en color y que, con la llegada de octubre, desaparecían para dar paso a la construcción de edificios en los citados solares. Estos cines proliferaron ya que, tras una larga y ardiente jornada, se asistía, agradablemente y con los consabidos bocadillos para cenar en el mismo salón, al sencillo fenómeno de la evolución de la temperatura dentro de la misma sesión de cine. Pero con el “Isla Chica” no sucedió esto, ya que fue levantado ex profeso para que ejerciese como local de espectáculos en los períodos caniculares. Por este motivo se envanecía nuestra ciudad en los años finales de la década de los cuarenta de contar con un edificio que unía a la elegancia y la gallardía la solidez de su construcción.
El edificio que nos ocupa constaba de dos plantas y fue realizado por la Empresa “Noriega”.
Su arquitectura exterior era un acierto. En su fachada predominaba el color blanco. En la que daba a la actual Avenida Alcalde Federico Molina observábamos, en la parte derecha, una puerta a la que seguían dos ventanas pequeñas, en forma de estrellas, con la única función de la estética, ya que, si el cometido de una ventana es proporcionar luz y ventilación, en este caso al ser un inmueble sin techo, su interior era inundado por fulgente luz y todo el aire del mundo. Estas ventanas daban la impresión de ser las ventanas que se abren en la amura de un barco. Después le seguían tres grandes puertas con arcos de medio punto. En la planta primera un tejado de tejas curvas árabes partía de la derecha e izquierda del edificio para darle mayor realce a su parte central. En este punto se alzaba la cabina de proyección en cuya pared exterior a la citada Avenida se titulaba con grandes letras Cine Isla Chica y en la que se veía una ventana idéntica en forma a las ya descritas, pero de mayor tamaño, que servía para darle ventilación al cuarto de proyecciones. El techo de esta cabina era un tejado con una leve inclinación. Esta parte central estaba flanqueada por dos pequeños torreones de tejado plano y exorno muy básico. El lateral que daba frente al lateral de la iglesia del Rocío, tenía su puerta de acceso.
Como todo buen cine de verano que se preciara, el “Isla Chica” tenía un coquetuelo bar que estaba conectado con dos puertas.
La pared del fondo se ofrecía como pantalla y le antecedía un pequeño escenario de apenas dos metros o dos metros y medio de profundidad, por lo que las atracciones que desfilaron por él tenían que desarrollar su arte en un reducidísimo espacio.
En definitiva, una construcción muy meritoria del excelente arquitecto Juan Miguel Rodríguez Cordero.
Bien porque no estaban ultimadas las obras, bien por otros motivos que ignoramos, el caso es que la inauguración del Gran Cinema “Isla Chica” (así rezaba en la Cartelera del diario “Odiel”) se produjo el día 22 de julio de 1948, con el programa doble “Cita de amor”, por Charles Boyer y Margaret Sullivan, y “La sombra de Frankestein”, interpretada por Boris Karloff.
Al día siguiente el empresario del nuevo Cine remitía al Excmo. Ayuntamiento un escrito en donde, de cara al pago del Impuesto de Consumo de Lujo, daba los datos pertinentes de capacidad de espectadores y precios que tendrían que abonar los mismos (Fondo del Archivo Municipal de Huelva):
<<Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Huelva.
Don Ignacio Arias, mayor de edad, vecino de Huelva, con domicilio en la Avenida de Italia número sesenta y uno, empresario del espectáculo cinematográfico, que se celebrará en el cine de Isla Chica durante la temporada veraniega de 1948, a V. S. con el mayor respeto tiene el honor de exponer:
Que deseando pagar por medio de concierto con ese Excmo. Ayuntamiento, el Impuesto de Consumo de Lujo de Representaciones cinematográficas que se celebrarán en el Cinema Isla Chica, de la que es propietario y empresario, declaro que las localidades y precios son los siguientes:
Sala principal 400 a 1,50 pesetas.
Sala General 400 a 0,90 pesetas.
Suplica a V. S. que previo los trámites oportunos, se digne acceder a lo solicitado si lo estima conveniente.
Es gracia que no duda alcanzar del recto proceder de V. S. cuya vida guarde Dios muchos años.
Huelva, 23 de julio de 1948. Ignacio Arias…>>.
Seis días más tarde, el Administrador del Impuesto de Consumos de Lujo le remitía al Alcalde el informe y escrito siguiente (Fondo Archivo Municipal de Huelva):
<<…Sr. Alcalde: Cumpliendo el anterior decreto de V. S. el Administrador del Impuesto de Consumos de Lujo a escrito de don Ignacio Arias, empresario del cine Isla Chica de esta capital, que funciona durante la temporada de verano, en solicitud de que le sea concedido en concierto para el pago del Impuesto de Consumos de Lujo del representante cinematográfico de dicho Cine, tiene el honor de exponer:
Que con arreglo a las disposiciones que regulan el cobro de este impuesto no hay inconveniente alguno en conceder el concierto, que dado los datos y reclamaciones presentadas respecto al número de localidades y precio de las mismas, estima esta Administración que se le puede fijar una cuota de 100.00 pesetas diarias por cada día de función cinematográfica que se celebre en el Cine Isla Chica, toda vez que la capacidad y condiciones del mismo son parecidas a las demás cines concertados para el pago de dicho impuesto, cuyo concierto empezará a regir a partir del día 24 de julio del corriente en que empezó a funcionar el mencionado espectáculo.
Concediéndose el concierto fijado para el cine Isla Chica se evita el gasto que pueda ocasionar la intervención diaria de la taquilla de dicho cine toda vez que este trabajo por realizarse en horas fuera de la jornada legal no evitaría el tener que pagar además de su sueldo o jornal horas extraordinarias al personal que lo realizase.
La Comisión Municipal Permanente concederá con su superior criterio y caso de aprobarse por la misma cifra propuesta debe autorizar al Señor Alcalde para la firma del correspondiente contrato.
- S. no obstante acordará como siempre lo más acertado. Huelva, 29 de julio de 1948…>>.
En este primer verano, entre otras películas de interés, destacamos la que se proyectó el día 25 de julio de ese mismo año: “Torbellino”, por Estrellita Castro.
En la sesión municipal del 31 de julio de 1948, ya sabía el empresario del Cine la cantidad que debía pagar por el concepto del Impuesto de los Consumos:
<<…Instancia de don Ignacio Arias, empresario del cine Isla Chica, que de conformidad con lo dictaminado con la intervención se acordó concertar con dicho cine el impuesto de Consumos…>>.
Ese verano inauguró las Variedades con un espectáculo flamenco titulado “Por Soleares”, en el que figuraban con letras más grandes en el cartel Maruja Flores y Maruja Gracia. En el elenco figuraba, entre otros, Paco Márquez, Francisco Cerrejón, el guitarrista Rafael Rofa, el humorista Gran Gari, la Orquesta “Prat”…
El 9 de septiembre de ese mismo año, a las 10 y media de la noche, se verificó con gran éxito la presentación del hipnotizador Profesor Aguilar y su médium “Miss Florence”.
Diez días más tarde actuó un cantaor con mucha fama entonces, “El Niño de la Huerta” en cuyo elenco figuraban Soledad Romero y el humorista Pepín León.
El cierre de su primera temporada se efectuó el 6 de octubre de 1948, con el programa doble: “Boda accidentada” y “Rataplán”.
Como no disponemos de mucho espacio, citemos las películas proyectadas en las inauguraciones y clausuras de los años siguientes y algún que otro dato de interés.
La inauguración de la siguiente temporada (1949) se efectuó el 12 de junio, poniendo en su pantalla un magnífico programa doble: “La hermanita del mayordomo” y “El rey de la Policía Montada”.
La vocación de la empresa quedaba citada esta misma fecha en la Cartelera del diario “Odiel”: “Todos los días cambio de programa”.
Para la clausura de esta temporada, 12 de septiembre de 1949, la empresa contrató la película “Tampico”.
El 3 de junio de 1950 se inauguraba la temporada con un programa doble. El último día de aquel verano, 24 de septiembre, a las mujeres les costaba menos la entrada para ver el programa doble: “Tifón” y “Locura de amor”.
Finalizando el año 1950 deciden solicitar licencia para efectuar obras de reforma en el Cine Ignacio Arias, Manuel Arias y Germán Ramos Romero:
<<…Don Ignacio Arias, Manuel Arias y Germán Ramos Romero, mayores de edad y vecinos de ésta con domicilio en calle Avenida de Italia número sesenta y uno, a V. S. con el debido respeto tiene el honor de exponer:
Que deseando efectuar obras de reforma en el Cinema de Verano Isla Chica, en la carretera Huelva-Sevilla, según se expresa en los planos y memorias adjuntas suscritas por el Arquitecto don José Miguel Rodríguez Cordero, bajo cuya dirección facultativa y con la intervención del Aparejador don José Hernández Lozano, habían de realizarse dichas obras es por lo que
Suplica a V. S. que previo los trámites reglamentario y abono de los arbitrios que me corresponda me sea concedida dicha autorización.
Es gracia que esperamos alcanzar de V. S. a quien guarde Dios muchos años. Huelva, 6 de diciembre de 1950…>>.
El 26 de ese mismo mes de Diciembre de 1950 el Fiscal Provincial informaba favorablemente a la solicitud de licencia “una vez examinado el plano y memoria que acompañaba y teniendo en cuenta los informes de los señores Asesores Técnicos y ajustándose el proyecto a las normas legales…”.
El día 2 de enero de 1951 un escrito del Arquitecto Municipal informaba al Alcalde de la solicitud:
<<…No hay inconveniente en acceder a lo solicitado, arbitrios liquidados con arreglo a la categoría TRECE (13) de las vigentes ordenanzas fiscales de la construcción. Huelva 2 de enero de 1951. El Arquitecto Municipal…>>.
Según advertimos en la Administración de Rentas y Exacciones Municipales-Liquidación 69, las obras efectuadas fueron: “Cubrir el porche con azotea del Cinema de Verano Isla Chica o vía pública”, el día 29 de enero de repetido 1951 se abonaba la cantidad de noventa y tres pesetas con setenta y cinco céntimos.
En el año 1951 el Cine que historiamos, ya reformado, abrió sus puertas el 3 de junio. En aquella velada cinematográfica sus asiduos espectadores pudieron ver un buen programa doble: “Mil ojos tiene la noche” y “Piratas del Mar Caribe”.
Otras películas que llamaron la atención de aquella temporada fueron:
15 de junio: “Amiga Victoria”, por Bette Davis.
30 de junio: “Nobleza baturra” y “Locura de amor”.
12 de octubre: “Gran Hotel”, interpretada por Mario Moreno “Cantinflas”.
Nueve días más tarde se clausuraba el cine de la Barriada Isla Chica con los filmes “El tigre de Kumaon” y “Aventuras de don Juan de Mairena”, por Roberto Rey.
La inauguración del cine “Isla Chica” en el verano de 1952 fue muy tardía: 1 de julio, fecha en la que se proyectó en su pantalla el siguiente programa doble: “La venganza de Frank James (con Henry Fonda y Gene Tunney) y “Naufragio” y la clausura, 26 de octubre, llevaba un sello netamente español: “Morena Clara” (Imperio Argentina y Miguel Ligero) e “Ídolos”, interpretada por Ismael Merlo.
En 1953 se inauguró el Cine “Isla Chica” el 30 de mayo con el filme “Los asesinos acusan”.
El día 20 de junio de aquel año de gracia de 1953 una película atrae mucho público: “Che, qué loco Pepe”, en la que era su protagonista un humorista que causó sensación en nuestro país en los años cincuenta: Pepe Iglesias “El Zorro”, aquél que cantaba la famosa canción en la Radio y que era seguido por una numerosa cohorte:
“Yo soy “El Zorro”, “Zorro”, “Zorrito”
para mayores, y pequeñitos.
Yo soy “El Zorro”, señoras, señores,
De mil amores voy a empezar…”.