Redacción. La Santa Cruz de la Calle Cabo de La Palma ha protagonizado unas brillantes fiestas de mayo en las que la devoción y el fervor por el Santo Madero han estado presentes de forma permanente en cada uno de los actos celebrados por la hermandad, que han sido seguidos de forma masiva.
Las fiestas entraron en sus momentos más trascendentes con el traslado de la Cruz desde la capilla hasta la parroquia de San Juan Bautista, donde tuvo lugar la función principal presidida por el párroco de la localidad, Francisco Jesús Martín Sirgo. Al frente de la comitiva estuvieron el presidente de la hermandad, Luis Conde, el alcalde, Juan Carlos Lagares, y la Reina de las Fiestas, Gloria Aguilar González, así como una amplia representación cofrade con el presidente del Consejo Local de Hermandades, Rafael Luna, al frente.
Tras el emotivo paso por el convento de las Hermanas de la Cruz, el Santo Madero llegó acompañado de la Banda Filarmónica Ciudad de Bollullos a la parroquia para la función principal, en la que la hermandad hizo pública protestación de fe en un acto religioso que no se ha dejado de celebrar ni en los complicados tiempos de la Guerra Civil. De hecho, este es uno de los aspectos más subrayados por los responsables de la hermandad, que tienen como una de sus principales señas de identidad haber logrado que la devoción que el pueblo de La Palma siente por la Santa Cruz de la Calle Cabo no haya tenido paréntesis temporales ni años en blanco.
Una vez finalizada la función, la Santa Cruz regresó a su capilla rodeada de un verdadero gentío y en la tarde del domingo 26 de mayo tuvo lugar la solemne procesión marcada por la exaltación de júbilo de toda la comunidad bartola. Contó con la participación de la Escuela de Tamborileros de Bollullos, Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Palma y la Asociación Filarmónica y Cultural Santa María de las Nieves de Olivares y supuso el colofón de las fiestas.
Los palmerinos se volcaron también de forma masiva con el Romerito, que se desarrolló en la tarde del sábado 25 y en el que brillaron con luz propia las carrozas confeccionadas por el miembro de la hermandad Andrés Carballo Cabello y su equipo de colaboradores. En el Romerito no faltó el permanente sonido del tamboril y de la Asociación Cultural y Banda de Música Nuestra Madre de la Consolación de Huelva.
Este año hay que destacar mayor presencia de charrés y de manolas, que dieron gran vistosidad y colorido al alegre desfile. Los tradicionales ‘vivas’ ante la capilla de la Santa Cruz se prolongaron durante varias horas en un acto de intensa fe y devoción que precede a la función principal y a la procesión.
Las fiestas de la Santa Cruz de la Calle Cabo han tenido otros instantes de gran intensidad. Uno de ellos ha sido la espectacular entrada que la Banda de Guerra del Tercio ‘Alejandro Farnesio’ de la Legión Española protagonizó en la tarde-noche del viernes. Miles de personas aguardaron la llegada de los militares en la plaza del Punto y después los acompañaron en su recorrido hasta la capilla de la Calle Cabo dejando durante su recorrido imágenes que reflejan la pasión con la que los palmerinos viven el acontecimiento. En la plaza del Sagrado Corazón, justo en la puerta del antiguo Ayuntamiento, los integrantes de la banda fueron recibidos por las autoridades, con el alcalde a la cabeza.
Este año la diana del domingo tuvo que ser suspendida cuando la Banda de la Legión ya recorría las calles de La Palma por la celebración del funeral de los legionarios que han fallecido en la provincia de Almería, por lo que la parte final del desfile estuvo protagonizada por la Banda de Nuestro Padre Jesús.
El punto y final de las fiestas será este lunes 27 de mayo a las 9 de la noche con la misa de acción de gracias en la puerta de la capilla, que será oficiada por el párroco. Tras acabar la misa, la reliquia de la Santa Cruz quedará expuesta y se repartirán las flores del paso.