A.R.E. La actriz sevillana Ana Ruiz Domínguez presenta en Huelva este sábado, 27 de mayo, a las 21.00 horas, ‘Cyrano de Bergerac‘, una versión de la obra del dramaturgo francés Edmond Rostand bajo la dirección de Alberto Castrillo-Ferrer.
Ruiz da vida a Roxane, prima de Cyrano y objeto de sus amores, un papel emocionante y complejo que la consolidada actriz sabe sacar adelante con sentimiento y maestría. No en vano, la avalan años de experiencia sobre escenarios y delante de las cámaras.
La trayectoria de la sevillana comenzó muy pronto, cuando siendo adolescente empezó a presentar programas infantiles como ‘La Banda del Sur’, ‘Zona 7’ y ‘Zona Disney’. De la pequeña pantalla dio el salto al teatro, llevando a las tablas obras de gran calado como, entre otras, ‘Don Juan Tenorio’, ‘Doña Rosita la soltera’, ‘La importancia de llamarse Ernesto’ o las más recientes ‘Aquí no paga nadie’, ‘Última función’ y ‘Si la cosa funciona’.
En televisión hemos podido verla en series como ‘Arrayán’, ‘Amar en tiempos revueltos’, ‘La familia Mata’, ‘Gran Hotel’, ‘Entreolivos’ y en espacios como ‘Impares’, ‘Fibrilando’, ‘El Gran Queo’ y muy especialmente el divertido ‘Camera Café’.
Tampoco se le ha resistido a la simpática actriz el séptimo arte, actuando en las películas ‘Amar y morir en Sevilla’, ‘Sobran las palabras’ y ‘El hombre de arena’, además de haber trabajado el musicales como ‘Mortadelo y Filemón’. Y es que a esta actriz todoterreno ningún palo de la interpretación se le resiste, pues su constancia y tesón siempre la han hecho sacar adelante cualquier proyecto que se ha propuesto.
Ahora tiene entre manos la grata tarea de dar alma al gran amor de Cyrano de Bergerac, que en esta nueva versión encarna José Luis Gil. Álex Gadea, Rocío Calvo, Joaquín Murillo, Ricardo Joven y Nacho Rubio completan el reparto excepcional de una obra en la que no faltan la aventura, la pasión, la tensión, el humor, la belleza, el amor y el desamor.
Edmond Rostand plasmaba sobre el papel a finales del siglo XIX la historia de un soldado gascón, lunático y poeta, conocido por su enorme protuberancia nasal, pero también por su bella poesía, por su facilidad de verso y por su afán por los duelos y las peleas. Un hombre, Cyrano, enamorado de su prima Roxane, a la que expresaba su amor a través de Christian, el apuesto soldado a quien ella amaba, o creía amar…
A poco más de un día de la representación en el Gran Teatro de Huelva, intercambiamos impresiones con la actriz Ana Ruiz:
– Ana, el sábado llegáis a Huelva con ‘Cyrano de Bergerac’…
– Sí, y estoy encantada porque es ¡mi primera vez en Huelva!, hasta ahora nunca había ido trabajando. Andalucía de por sí me gusta mucho, siempre que tengo que ir al sur para mí es un chute de energía. Me gusta la idea de ir a Huelva porque es como ir un poco a casa. ¡Tengo muchas ganas! Me han dicho además que el Gran Teatro es muy bonito y eso es un plus, y más con una función como ‘Cyrano de Bergerac’, que creo que va a gustar mucho.
– Pero sí habría estado en Huelva antes ¿no?
– Sí, por supuesto, la tengo muy controlada, las playas y todo lo demás. Tengo muy buenos amigos de Huelva y una cuenta pendiente, ir al Rocío.
– Presentáis una obra archiconocida, un drama universal. ¿Cómo es la versión que traéis?
– Hemos intentado mantener una versión clásica, una versión estupenda y maravillosa que han realizado Alberto Castrillo-Ferrer y Carlota Pérez Reverte. ‘Cyrano de Bergerac’ es una obra preciosa, con monólogos espectaculares, que ellos han conseguido reducir hasta quedarse con siete personajes. Han logrado que no se echen en falta los demás, que la historia esté bien contada, mostrando además una enorme sensibilidad. Es una versión fiel a la que se hizo en 1897 cuando se estrenó en el teatro de la Porte-Saint-Martin. No es, por tanto, una versión transgresora, más bien hemos hecho un clásico de manera clásica.
– Usted interpreta el papel de la amada de Cyrano, Roxane, ¿cómo se ha preparado el papel?
– He de reconocer que me hubiera encantado hacer de Cyrano, pero José Luis Gil de Roxane iba a estar un poco raro. Bromas aparte, el proyecto ha sido muy nuestro desde el principio. Nos asociamos Alberto, José Luis y yo y empezamos a prepararlo. Rosaxe es un personaje con una gran evolución. Empieza concibiendo el amor de una manera inocente, incluso caprichosa, y conforme pasa la función se da cuenta de que el amor es otra cosa. El final es desgarrador, ha perdido tiempo de su vida creyendo amar a una persona cuando estaba enamorada de otra. Yo lo abordo con la mayor ilusión, aunque no hago preparaciones especificas de cada personaje que interpreto. Sencillamente te adentras en el texto y vas encontrando respuestas al personaje. Trato de no ver películas de la obra para no condicionarme, para que sea una Roxane libre. Además, trabajar con Alberto es tranquilidad. Él dirige a cada actor sacando lo mejor de cada uno, te lleva por donde él quiere para que el personaje brille.
– Ana, ¿qué le diría a los Cyranos de a pie? ¿A personas enamoradas que tienen miedo de confesar sus sentimientos?
– Alguna vez lo he hablado con mis compañeros. En el ensayo final, en la escena donde ella se da cuenta de que Cyrano era quien le escribía las cartas y que lleva 14 años visitándola puntualmente en el convento sin decírselo, me enfadaba mucho porque yo, como Ana, me enfadaría con un Cyrano que me ha tenido 14 años privada del amor. Soy emocional, la vida es una y las cosas hay que decirlas, todas, ya sea amor, tristeza, algo que te sienta mal… Hay que expresar lo que se siente, porque la vida pasa. En las redes sociales ves que la gente muestra lo feliz que es. Es un escaparate en el que estamos expuestos y no es real, porque no siempre estamos bien. Hay que vivir con más honestidad, yo lo intento, y hay que disfrutar la vida.
– Ana, ¿había trabajado antes con José Luis Gil y Alex Gadea?
– Con José Luis sí, coincidimos en la obra ‘Si la cosa funciona’, una versión teatral de la película Woody Allen, ahí nos conocimos Alberto, José Luis y yo. José Luis es un actor generoso, enérgico, comprometido con cada cosa que hace. Nunca lo escuchas quejarse ni tiene una palabra de desaliento. Al revés. Es un actor admirable y estupendo, y este Cyrano va a sorprender porque es un registro distinto al que nos tiene acostumbrados. Parece que el personaje lo han escrito para él, le da unos matices y una sensibilidad espectaculares.
Álex es muy lindo, un actor sencillo, entregado a lo que hace y es muy fácil tratar con él, y eso se agradece, encontrar gente normal en esta profesión, porque nos creemos que por dedicarnos a eso tenemos un plus, y no es así. Es una manera de vivir, un oficio y hay que tomarlo como tal.
En general somos una compañía muy bien avenida.
– Tras años de experiencia, ¿cómo concibe ahora su profesión?
– La que ha evolucionado no sé si ha sido mi manera de ver la profesión… o he sido yo. Más bien lo segundo. Soy consciente del trabajo que hago y me siento afortunada por trabajar en lo que me gusta. A veces con trabajos más gratos, otras con otros que lo son menos, pero me siento privilegiada de hacer el trabajo que hago. Este espectáculo en sí ha supuesto para mí dar un paso más, porque me he metido en la producción. Es algo muy nuestro, algo que ha salido de una conversación, ha pasado al papel y ahora a un escenario. Es mágico y emocionante. Lo estoy viviendo de manera especial por eso, pero en mí siempre ha estado esa sensación de privilegiada. Pienso que la suerte se traduce en trabajo y sacrificio. Me vine hace 16 años a Madrid para empezar mi carrera, con la renuncia que ello supuso, pero ha tenido su recompensa. Yo no he sentido la decepción del actor. Estoy muy feliz y pienso que es una manera de vivir. Vas al revés del mundo, con horarios diferentes, y esas incompatibilidades que pasan a un segundo plano cuando te llena tanto tu carrera.
– ¿Por qué ser quiso ser actriz?
– Nunca dije que quería ser actriz cuando era niña, pero las fiestas del colegio me las tomaba con pasión y criterio. Cuando elegían a alguien para hacer un papel en una representación, pensaba que yo lo haría mejor y creía que era un pensamiento generalizado en todos los niños… pero no era así. Yo quería hacer eso. Con 14 años entré en los Padres Blancos, un colegio de Sevilla con escuela de teatro, y a los 19 empecé en ‘La Banda del Sur’ y ya me fue todo rodado. Yo tenía que ser esto.
– A título personal, ¿con qué causas está comprometida?
– Pues colaboro con tres ONG: Cruz Roja, Ayuda en Acción y Acnur. Soy una persona que no soporta las injusticias y a la que mueve la compasión, aunque con el tiempo me voy enfriando porque me entrego mucho y a veces eso te lleva a muchas decepciones. También soy empática con la gente, con su indefensión, y pensar en el porqué una persona está desprotegida en la calle me causa desazón.
– ¿Qué otros proyectos tiene ahora?
– Pues esta semana ha terminado la primera temporada de la serie ‘Entreolivos’, de Canal Sur, una coproducción de México y Andalucía en la que he trabajado, y ahora están viendo si habrá una segunda temporada. De todas formas, me gusta centrarme en lo que hago, disfrutar lo que tengo, y lo que venga ya vendrá. Estamos arrancando la gira y hay Cyrano para rato. Tenemos programadas actuaciones hasta marzo de 2018 en Zaragoza, Valencia, Almagro, donde abrimos el Festival…
– Por último, un mensaje para animar a los onubenses a que acudan al Gran Teatro a ver ‘Cyrano de Bergerac’.
– ¡Qué se animen!, aunque sé que van a ir muchos porque en la redes sociales veo fotos de onubenses con las entradas ya en la mano. Creo que competimos con el fútbol, pero confío en que el público va a ir porque le gusta mucho el teatro. No se van a arrepentir, es un espectáculo muy completo, con lucha de espadas, enormes monólogos y un Cyrano impresionante. Y animo a todos a que luego se esperen y nos digan si les ha gustado la función, ¡nos encantaría que nos dieran su feedback!
Muchas gracias Ana