Redacción. El Ayuntamiento de Huelva sigue trabajando para la adhesión de la capital onubense a la Red de Ciudades Amigables con las Personas Mayores. En esta ocasión, se han celebrado unas jornadas participativas para poner en común el trabajo que realizan los servicios sociales municipales y los colectivos de mayores para la promoción del envejecimiento activo en la ciudad.
De esta forma, la Comisión Técnica de Envejecimiento Activo creada dentro del Consejo Local de Personas Mayores ha participado en un encuentro organizado “para romper la frontera entre los trabajadores municipales y los colectivos” ha explicado la concejala de Servicios Sociales e Igualdad del Ayuntamiento de Huelva, Alicia Narciso, “presentando todas las iniciativas dirigidas a personas mayores que se organizan desde los distintos Centros Sociales de la ciudad”.
Asimismo, los técnicos municipales han tenido acceso a las actividades que se llevan a cabo desde los distintos colectivos para “fusionar las propuestas en marcha actualmente tanto desde el Ayuntamiento de Huelva, como las que parten de la sociedad civil”.
Narciso ha asegurado que “tenemos las bases, los recursos, el conocimiento y la inteligencia colectiva tanto de un entramado público, como privado de calidad, para poder innovar y diseñar modelos que integren a las personas mayores para incorporar el enorme potencial que suponen”. El objetivo no es otro -ha dicho- “que mejorar la amigabilidad de la ciudad, y con ello, la calidad de vida de las personas mayores”.
Para ello, desde el Ayuntamiento de Huelva se está apostando por empoderar a las personas mayores y a sus asociaciones para incidir en las políticas municipales a través de procesos participativos y avanzar en el establecimiento de metodologías que contribuyan a agilizar la implementación de proyectos, generando un marco para asumir compromisos y realizar acciones.
La Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores es un proyecto promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinado a crear entornos y servicios que promuevan y faciliten un envejecimiento activo y saludable. Entre los beneficios de formar parte de esta red se incluyen la relación con las ciudades participantes y la Organización Mundial de la Salud; el intercambio de información y buenas prácticas para mejorar las intervenciones; y el apoyo técnico y capacitación.
Una ciudad amigable con el envejecimiento apuesta por políticas, servicios y un entorno físico y social diseñado y reorganizado para apoyar y permitir a las personas mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa. En este sentido, una ciudad amigable con las personas mayores reconoce la diversidad, promueve una cultura de inclusión compartida por todas las edades; respeta sus decisiones y opciones de vida; y se anticipa y responde de manera flexible a sus necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento activo.