Jesús Copeiro.
Una fecha emblemática. El jueves 24 de agosto de 1944 fue el día de la liberación de París, uno de los hechos más importantes de la II Guerra Mundial y que no hubiera sido posible sin la participación de los republicanos españoles de La Nueve, la Novena Compañía de la Segunda División Blindada del general Leclerc. La Novena compañía estaba compuesta por centenar y medio de españoles, con mandos también españoles y como la lengua hablada era el castellano pasó a ser conocida como La Nueve, así, en español. La mayoría de estos hombres habían luchado en las filas del ejército republicano y tenían experiencia en el combate. El mando francés aceptó que los vehículos semiorugas de nueve toneladas, armados con dos ametralladoras y conocidos como half-tracks, llevaran escrito nombres que remitían a la guerra civil: Teruel, Guadalajara, Madrid, Brunete, Belchite, Jarama, Guernica, Ebro; nombres castizos como España Caní o nombres de raigambre hispana con grafía francesa, Don Quichotte; y que llevasen también un banderín con los colores de la bandera republicana. La Novena compañía estaba mandada por el capitán Raymond Dronne (el único francés) y cuyo oficial adjunto era el teniente Amado Granell (Burriana, Castellón).
Los componentes de La Nueve eran soldados republicanos españoles exiliados tras la guerra civil que pasaron a Francia, donde fueron internados en las playas o huyeron desde Alicante y Valencia a Argelia donde fueron enviados a trabajar como esclavos en la construcción de un ferrocarril en el desierto. Tras el desembarco aliado en el norte de África, el 8 de noviembre de 1942, terminaron por alistarse en la División Leclerc, una unidad francesa de la denominada Francia Libre, auspiciada por el general De Gaulle.
Robert Capa. El joven fotógrafo Robert Capa, que se hizo famoso por la imagen del miliciano muerto en combate en la guerra de España, coincidió con Antonio Llordén (Nerva, 1906), el único onubense que participó en La Nueve. El fotógrafo montado en un jeep quería sacar fotos de la liberación de París, pero a dos millas escasas de la ciudad se interpuso un vehículo de la Segunda División Blindada. Se trataba del half-track que mandaba el sargento Llordén, el cual le dijo que no podía continuar pues el general Leclerc había dado órdenes estrictas de que nadie, salvo sus hombres, entrara en la ciudad. Me bajé del jeep y me enzarcé en discusión con los tripulantes del tanque -narra Capa en su libro- noté que hablaban francés con acento español y al momento descubrí el nombre del tanque pintado en la torreta: Teruel.
Robert Capa había estado en la toma de Teruel por los republicanos en el invierno de 1937, así que chapurreando en castellano les dijo: Soy uno de vosotros, yo mismo participé en aquella batalla helada y feroz. A lo que Llordén contestó: Si eso que cuentas es cierto, entonces está claro que eres uno de los nuestros. Tienes que acompañarnos ¡Ven con nosotros a París en este tanque, el verdadero Teruel!
Capa se subió al tanque y vivió cómo los parisinos salían a la calle a tocar el primer tanque, besar al primer hombre, llorar y cantar. Hicimos la primera parada frente al café de Dôme, en Montparnasse. Chicas con ligeros vestidos estampados subían al tanque para besarnos y muy pronto tuvimos la cara cubierta de carmín barato. El más guapo de mis españoles se llevó más de lo que le correspondía, pero murmuraba “Cómo me gustaría que en lugar de las chicas más guapas de París me estuvieran besando las viejas más feas de Madrid”. En las inmediaciones de la Asamblea Nacional tuvimos que pegar tiros y parte del carmín destiñó con sangre. Pero esa noche París fue libre.
Eliminada la resistencia alemana y capturado el general alemán, gobernador del Gran París, se celebró el sábado 26 de agosto un desfile por los Campos Elíseos. Los vehículos de La Nueve dieron escolta y protección a De Gaulle que efectuó el recorrido a pie desde el Arco del Triunfo hasta la catedral de Nôtre-Dame. Tras dos semanas de descanso, los republicanos volvieron al frente. La Nueve se distinguió en las campañas de Alsacia y Lorena, liberó Estrasburgo, cruzó el Rhin y penetró en Alemania. La última acción bélica de La Nueve fue la conquista de un refugio de alta montaña que Hitler tenía en Los Alpes y que se denominaba el Nido del Águila. Al final de la guerra, de los ciento cincuenta españoles que componían La Nueve, tan sólo quedaron vivos dieciséis. Antonio Llordén fue uno de ellos.
Memoria histórica. Pero el orgulloso general De Gaulle no podía admitir que los rojos españoles hubieran liberado París. Tenía que ser una gesta francesa, hecha sólo por soldados franceses. Así que la participación española fue relegada al olvido. Y así permaneció durante sesenta años. Pero en el año 2004, Anne Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959), concejal socialista del Ayuntamiento de París y actualmente su alcaldesa, mandó colocar doce placas conmemorativas de la participación española en diferentes puntos de la ruta seguida por La Nueve, desde la Puerta de Italia hasta el Ayuntamiento parisino. Hidalgo contó con la ayuda de la periodista española Evelyn Mesquida, que recuperó la historia de La Nueve entrevistando a sus personajes. Así que a partir del año 2004 ya es oficial: los republicanos españoles liberaron París.
Un jardín en París y otro en Madrid. En junio de 2015 la alcaldesa socialista de París puso el nombre de La Nueve a un jardín situado próximo al Ayuntamiento, acto al que asistieron los Reyes de España. Y ahora ha sido la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la que inauguró el pasado 20 de abril de 2017 el Jardín de los Combatientes de La Nueve, en el distrito de Ciudad Lineal, acto al que asistió Anne Hidalgo. Este ha sido el primer reconocimiento oficial de España hacia estos republicanos. ¡Ya era hora!
Fui invitado a este homenaje por el Ayuntamiento de Madrid, en prueba de haber investigado sobre Llordén, el único onubense que participó en esta hazaña. El acto empezó a las 12 del mediodía y fue muy emotivo. Asistió la hija del capitán Raymond Dronne; la hija de Luis Royo, que depositó al pie del monumento las cenizas de su padre fallecido en agosto pasado; y Rafael Gómez (Roquetas de Mar, Almería, 1921), el único aún vivo de La Nueve. Un hombre menudo, amable, de expresión bondadosa y con mucha vitalidad, a pesar de sus noventa y seis años. Al final del encuentro nos presentó Evelyn Mesquida.
– Soy el único que queda -me dijo- tras de mí desaparecerá La Nueve.
– No -le contesté- sus hazañas quedarán plasmadas en los libros y usted ya está aquí, en esta ciudad. La Nueve, por fin, ha llegado a Madrid, como era el deseo de todos ustedes.
Asintió y esbozó una sonrisa de agradecimiento. Le pregunté por Antonio Llordén, el sargento que mandaba el blindado Teruel. Dijo que habían pasado muchos años y que sentía no acordarse. Al decirle que después de la guerra Llordén se fue a Méjico, lo entendió. Habían seguido caminos diferentes, de haberse quedado Llordén en Francia, como los demás, hubieran mantenido el contacto. Nos despedimos agradeciéndole sus años de lucha por la libertad y la democracia.
Aunque 73 años tarde, La Nueve llegaba a Madrid y el único integrante de la misma, Rafael Gómez, era aplaudido y besado por los allí presentes. El objetivo final de los republicanos de La Nueve quedaba así en cierta manera cumplido.
Sobre La Nueve y el onubense Antonio Llordén ver:
https://huelvabuenasnoticias.com/2014/08/24/la-nueve-antonio-llorden-y-la-liberacion-de-paris/
Sobre La Nueve:
Evelyn Mesquida: La Nueve. Los españoles que liberaron París.
Jesús Ramírez Copeiro del Villar: En tierra extraña. El exilio republicano onubense.
Robert Capa: Ligeramente desenfocado.
Juan Mario Rey: Banda de cosacos. Una breve historia de La Nueve.
2 comentarios en «La Nueve, por fin, llegó a Madrid»
Enhorabuena a Jesús por sus investigaciones sobre La Nueve y a su maravilosa esposa Elin por las fotografías realizadas en el acto. Abrazos!!
Cuantos años habrá que esperar todavía para que
la Nueve llegue a Huelva y aquel hombre bueno.
aquel muchacho tan leal, que nos representó a
los onubenses en la liberación de París, tenga el
homenaje que se merece??